Cazando el Heredero Millonario

26–EL AMOR ESTÁ EN EL AIRE

VICTORIA

 

Dos semanas mas tarde he pasado del infierno al cielo en un parpadeo, todo salió mejor de lo que esperaba, me he convertido en una celebridad y ya no soy una paria; tuve incluso que contratar una persona que me ayude con mis redes porque es una total locura. No pierdo oportunidad de estregárselo a mi suegra cada vez que puedo, anda como loba enjaulada porque mi esposo está presionando para sacarla cuanto antes de la presidencia como consecuencia de lo que nos hizo.

—Viste Olguita, trataste de destruirme y lo que me hiciste fue un favor, ahora soy toda una celebridad.

Me burlo cuando la veo por la mañana en la entrada de la casa antes de ir al trabajo.

—Disfrútalo mientras puedas Trepa, puedes ser muy popular con el proletariado, pero jamás vas a ser aceptada en nuestro circulo social.

Tal vez soñaba con ser una mas de su exclusivo grupo y a lo mejor un día lo seré, pero por ahora me conformo con lo que la vida me ha dado.


—No me importa, ¿sabes por qué? Porque aunque te retuerzas de ira, nunca voy a dejar a tu hijo, vas a tener que pasar el resto de tu vida viéndonos juntos y felices, te lo prometo. 

Me estoy ganando el corazón de Arthur y eso, vale mas que la aceptación de unos estúpidos estirados que ni conozco.

—No cantes victoria caza fortunas , aun tengo un as bajo la manga.

No debería andar provocándola. Se que la mujer puede ser muy peligrosa, pero es que no puedo evitarlo.

—Ya resígnate suegra, nada va a poder separarnos a tu hijo y a mi. Y para tu información no necesito de tus falsas amistades, soy la reina de Luna de Plata ¡y soporta!


—Te odio.

Responde marchándose sin darme mas atención.

—Eres bien correspondida, cariño.


Al principio estaba dispuesta a hacerla pagar muy caro por sus acciones, planee como amargarle la vida al punto de volverla completamente loca, pero al ver que todo terminó a mi favor, la perdoné, porque a pesar de la hostilidad y los enfrentamientos, ella es mi modelo a seguir, quiero todo lo que ha logrado y casi que puedo asegurar que la mujer y yo, seremos inseparables en un futuro no muy lejano, por algo el dicho reza que del odio al amor hay una línea muy delgada.

Las cosas en la empresa en lo que cabe, van marchando viento en popa, las reformas en mi tienda se están desarrollando de forma favorable y podremos hacer el lanzamiento de “Victoria, la Grande” muy pronto, así que para poder llegar al exito total, he comenzado a estudiar en línea comercio exterior, voy a mostrarle al mundo, que las mujeres como yo, no nos conformamos con ser solo un adorno bonito.
 

Hoy tuve que volver a casa sola ya que mi marido tuvo según él un inconveniente de ultima hora en la oficina que necesitaba resolver antes de volver a casa. Estaba reacia a dejarlo solo, por lo que sucedió la ultima vez, pero me aseguró que estaría bien y me despachó sin mas.


—Hola esposo ¿ahora si vas a decirme donde estabas? tuve que volver a casa en taxi, sabes lo que pienso de eso.

Reclamo a mi marido cuando llega a casa con cara de ponqué, está sospechoso y me molesta que no me haga caso cuando le digo que no puede asistir a ninguna reunión sin mi por el bien de nuestra sociedad, lo olfateo y me tranquiliza que al menos no huele a alcohol. No le perdono que me haya excluido y no soporto tener que andar en taxi. Si lo sé, tengo auto de lujo y aun no sé conducirlo, un total desperdicio, nada es perfecto.

—Estuve organizando una sorpresa muy especial para ti.

Los ojos se me iluminan de emoción al pensar que va a darme un regalo, tal vez me compró algo caro.

—¿Un regalo? ¿Un diamante, tal vez?

Pregunto emocionada esperando que me explique.

—Mucho mejor.

No se que puede ser mejor que un diamante, pero el parece muy satisfecho, así que acepto lo que sea.

—Vamos a salir de viaje mañana temprano a un lugar que hará que se te caigan las pantaletas.

Si supiera que se me caen cada vez que me mira, no podría quitármelo de encima. Pero me parece muy sospechoso que esté de nuevo tan generoso, parece el regalo de un esposo culpable.

—¿Qué Hiciste? ¿me estas engañando?


—Por supuesto que no, solo quiero que vayamos a celebrar nuestros primeros 6 meses de casados y como regalo voy a llevarte a cenar a uno de los sitios mas románticos de la tierra.

Rebobino los recuerdos en mi cabeza hasta el día de nuestra boda y en efecto hoy se cumplen 6 meses de ello y no lo recordaba. No puedo creer que se me olvidara y además que quiera hacer una celebración sorpresa, espera… ya sé que busca.

—¡Quieres meterme a la cama! ¿Piensas que voy a caer con una mugrosa cena? ¿Quien crees que soy, una prostituta que lo da por comida?

Trato de no demostrarle que estoy súper emocionada por esto y que mi ropa interior se autodestruyó hace rato.

—No, pero para cuando termine la noche, estarás gritando y pidiendo mas como una de ellas y no vamos a cualquier sitio, te llevaré a cenar a París, en la torre Eiffel para ser mas específico.

Mi mayor sueño siempre fue viajar por el mundo, Londres, Francia, Suiza… el hombre no sabe lo que acaba de desatar en mi.

—¡No te creo! Es el lugar mas romántico del mundo, siempre quise conocer Paris, no sabes lo que esto significa para mi.

Salto de emoción y lo abrazo con todas mis fuerzas.

—Dijiste que me esmerara, eso hago.

—Vas por el camino correcto, hasta siento como está implosionando mi ropa interior.

Lo provoco porque estoy segura que mañana en la noche, seré suya y ya no hay marcha atrás.

—Te advierto que soy muy oral.

No puede evitar soltar uno de sus comentarios impertinentes, pero esta vez no lo reprendo si no que le sigo el juego.

—Entonces agradezco al universo que me gusta hacerme la cera y mantener podado el arbusto. 
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.