Cazando el Heredero Millonario

28–NO SIEMPRE LAS COSAS SALEN BIEN

VICTORIA

 

Salto de la cama cuando se aparta y salgo corriendo hacia el baño, de milagro alcanzo a llegar al retrete justo antes de vaciar todo el contenido de mi estomago y me quedo ahí hasta que ya no queda nada mas que expulsar, luego dejo correr el agua; estoy sin fuerzas para levantarme y todo me da vueltas, así que me quedo agachada un buen rato esperando por si tengo algo mas para expulsar y cuando estoy segura que no voy a vomitar mas, me acomodo en el suelo del baño hecha un ovillo por si luego algo mas insiste en querer salir de mi, me siento terrible y hasta creo que he muerto un poco, no pienso moverme de aquí porque estoy segura de que si regreso a la cama y me pongo mal, no voy a lograr llegar a tiempo al retrete, así que decido que este será mi nuevo hogar hasta que me recupere o me muera.

Mi esposo entra al baño un buen rato después preocupado porque hace bastante que entré y no salgo, se acerca donde estoy y se agacha para revisarme.

—Bueno, al menosbsigues con bida, para tu informacion no pienso dormir contigo así, de seguro apestas a vomito, ven, vamos a cepillarte los dientes y darte un baño.

Me niego a moverme por lo que me toma en brazos para quitarme del piso, me agarra fuerte porque no puedo ni con mi vida y no creo que me mantenga en pie; me lleva al lava manos y me ayuda a cepillarme los dientes; luego me sienta en el excusado mientras pone a llenar la bañera, era en serio lo de darme un baño. Cuando ve que está llena, verifica la temperatura del agua con el brazo, agrega sales minerales y lo que supongo es espuma de baño, luego vuelve donde estoy y me sostiene hasta llegar a la bañera, se mete primero y luego me ayuda a entrar a mi, hace que me siente sin soltarme y se acomoda detrás de mi; siento que pasa una esponja por mi espalda mientras yo gimo de placer, hace lo mismo con el resto de mi cuerpo y me siento en el cielo, luego el calor del agua me hace relajarme, cierro los ojos y recuesto la cabeza en su pecho, no se cuanto tiempo permanecemos así porque creo que me quedé dormda, hasta que lo escucho llamarme porque hay que salir de la bañera.

—Vamos dormilona, levantate, el agua está fría.

Lo hago de mala gana, pero el me ignora y me agarra con cuidado para que no vaya a resbalarme y caerme; luego me quita la ropa interior empapada ya que me dio el baño con todo y esta puesta; comienza a secarme con una toalla tranquilamente muy concentrado en lo que hace, tal vez es por el alcohol o el cansancio pero no siento ni un poco de vergüenza al estar totalmente desnuda frente a el y lo dejo hacer, pero mi piel se eriza con el contacto y de repente siento los pezones duros por la excitación.

El lo nota y sonríe entre dientes al darse cuenta de como reacciona mi cuerpo a su toque y acerca su boca poniendo un par de besos en cada uno de mis pechos, mi sexo se vuelve liquido de inmediato. No lo dudo, tomo su mano y la voy bajando por mi vientre hasta llegar a mi centro caliente que está anhelante por él, quiero que sienta lo húmeda que estoy por su culpa.

—No sabes cuanto te deseo, pero quiero que tu primera vez sea especial.

Dice luego de sentirme y apartar con dificultad la mano de mi entrepierna para proceder a secarse el, de mala gana acepto su rechazo y le hago un mohín mientras voy hasta la cama y me meto debajo de las sabanas sin vestirme, como método de tortura tendrá que dormir conmigo totalmente desnuda, si yo sufro, aquí sufrimos todos. Luego se mete a la cama detrás de mi y vuelvo a erizarme al sentir su piel desnuda al igual que la mía, me abraza y besa la cima de mi cabeza con ternura.

—Duérmete.

Es lo ultimo que escucho justo antes de perder la conciencia y rendirme al sueño profundo.


*****

 

Me despierto arropada con el calor del cuerpo de Arthur en mi espalda; me siento fatal, como si una aplanadora me hubiera pasado por encima, estoy un poco desorientada al principio, pero luego miro mi entorno y de inmediato recuerdo donde estoy y los acontecimientos recientes, nunca mas pienso volver a beber en lo que me resta de vida, estoy muriendo lentamente y arruiné mi oportunidad de sellar el trato con Arthur.

Volteo a mirarlo y quedo embobada con la imagen ante mis ojos, está profundamente dormido y yo sonrío al darme cuenta que estamos totalmente desnudos y no siento ni un poco de vergüenza por ello. Aprovecho para admirar su belleza mientras está tan apacible y no puede verme, es que, es demasiado guapo con sus labios carnosos, nariz fileña y pestañas largas, la visión es tan perfecta que no logro contenerme y paso mi mano por su rostro con ternura, luego acaricio su boca con el dedo índice lo que lo hace gemir y yo sonrío encantada, no puedo evitar querer estar cerca de el, así que me volteo del todo acercando mi cuepo al suyo lo mas que puedo enredando mis piernas con las suyas y me acurruco metiendo la cabeza entre su brazo y su pecho. 
Se despierta al sentir mis movimientos y vuelve a gemir de forma placentera al darse cuenta que estoy casi que metida debajo de el, abre los ojos aun somnolientos, sonríe y me rodea fuertemente con sus brazos.

—Mmm... me gusta despertar así, con tu cuerpito caliente enredado en el mío.

Beso su pecho y también lo rodeo con mis brazos, no quiero salir de aquí nunca mas, este es mi lugar favorito en todo el mundo.

—Gracias por cuidar de mi.

El hombre cada día me sorprende mas, estaba muy equivocada con el, no es un simple riquillo idiota, como yo pensaba, es el hombre mas tierno, leal, protector y dulce que haya conocido y estoy decidida a quedarme a su lado para siempre.

—Soy tu esposo, es mi obligación cuidarte y protegerte.

 



 




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