Cazando el Heredero Millonario

34— LA PROVOCACIÓN

VICTORIA


Estamos en el consultorio esperando que nos den el resultado de los exámenes, Arthur está visiblemente ansioso caminando de un lado para otro mientras yo permanezco sentada en donde me dejó el doctor cuando fue al laboratorio. Estoy vestida nada mas con la bata que tuve que ponerme para el examen físico porque aun no terminamos la consulta; debo decir que para todo lo que está sucediendo, la verdad es que me siento bastante tranquila o tal vez solo estoy conmocionada por la situación. El medico entra, se sienta frente a mi y comienza a hablar en tono profesional. 

—Los exámenes han confirmado sus sospechas, señora Mitchell; está embarazada. Por la información de su ciclo, debe tener al menos 6 o 7 semanas, sabremos el tiempo exacto luego del ecosonograma, voy a llamar a la enfermara para que la lleve a que le realicen el procedimiento de inmediato.

—¿Puedo estar presente?

Pregunta mi esposo sin poder disimular la emoción.

—Por supuesto señor Mitchell.


Creo que no asimilé que había vida creciendo dentro de mi hasta que escuché los latidos de su corazón durante la ecografía, me siento abrumada porque todo esto comenzó como un juego de poder contra Olga, pero ahora es real, no es simplemente algo que devuelvo si no me gusta, voy a ser madre y estoy asustada porque creo que voy a hacerlo todo mal, no soy una buena persona, ¡en que diablos estaba pensando!

Mi esposo por el contrario parece que se hubiera comido un pataso o ganado un gran premio, no pudo disimular la felicidad por convertirse en papá y abrazó a la doctora luego del examen.

—Arthur, seremos padres, esto nos une para siempre, promete que nunca vas a abandonarme.

Le digo cuando vamos en el auto camino a casa, no puedo hacer esto sola, necesito su apoyo, siempre he sido una completa inútil, Arthur es el responsable de que esté haciendo algo productivo con mi vida, me niego a hacer esto sin el y si me abandona voy a torturarlo y hacerlo sufrir de muchas maneras.

—Nunca vas a deshacerte de mi, solo la muerte podrá separarnos y quiero que sepas que si algún día se sabe la verdad puedes estar tranquila, no permitiré que vayas a la cárcel, me echaré toda la culpa, siempre voy a protegerlos.

No quiero pensar en ello, amo que sea tan protectos, pero si el va a la cárcel todo lo que he conseguido perderá importancia porque el no estará a mi lado y sin él, mi vida no tiene ningún sentido.

—No quiero que tu vayas a la cárcel tampoco, no lo permitiré, no importa lo que tenga que hacer — me agarra de la mano y yo lo sostengo con fuerza, el amor no era una opción para mi, pero ahora que lo tengo voy a luchar por protegerlo con uñas y dientes.

—No vas a poder divorciarte de mi en una buena temporada, como, nunca.

Sé que el asegura amarme, pero la vida tiende a dar muchas vueltas y no sabemos lo que el destino nos depara, tal vez en un tiempo deje de tener sentimientos hacia mi y quiera irse de mi lado, pero no hay manera de que yo lo deje; si cree que puede deshacerse de mi, está muy equivocado.

—No pensaba divorciarme de todas maneras, lo decidí desde hace tiempo, cuando descubrí que te amaba; además es un ganar, ganar para mi porque gracias a ti y mi hijo me quedo con la herencia y las empresas. Tengo todo, mi familia, el dinero y la mujer que amo.

Escucharlo profesarme su amor de forma tan orgánica, aún es un poco increíble de creer, su madre está segura de que el sólo me usa para reclamar el poder, pero yo realmente le creo cuando dice que me ama.

—¿De verdad me amas Arthur?

—Te amo con locura, Victoria.

Sonrío por su rápida respuesta, ni siquiera lo pensó antes de contestar.

—Promete que no vas a dejarme cuando pese 100 kilos y me ponga pedorra.

—Lo prometo, compraré una mascara de gas de ser necesario.

No puedo evitar reírme de como siempre tiene una respuesta ingeniosa para mis comentarios absurdos y demandas fuera de lugar.

—Tu madre si que va a enojarse cuando le digamos.

Estoy segura que va a poner el grito en el cielo, pobre suegris, le he ganado por partida doble, me quedo con su dinero y su hijo.

—Dice que es muy joven para ser abuela, hay que pedirle a Sonya que grabe cuando le demos la noticia.

No puedo esperar para hacer el anuncio, la vieja se va a retorcer cómo nunca. La noticia si que la va a alterar por lo que no puedo esperar mucho para hacer el anuncio, quiero hacerla retorcerse como nunca; así que decido que para mañana voy a organizar una cena familiar para darle las buenas nuevas, me siento tan feliz que hasta invité a la cena a Sasha, si, puede que también lo haya hecho para armar mas drama.


*** ****

 

Hoy amanecí muy ansiosa por lo que va a suceder en la cena, mi tía se encarga de todo porque está absolutamente dichosa con la noticia y asume el papel de abuela de inmediato; le da instrucciones al personal de servicio para que preparen mis platos favoritos y para que cuando volvamos a casa en la tarde la mesa esté perfectamente arreglada para nuestra pequeña reunión.
Llegamos de la oficina y me muero de ansiedad asi que me aseo rápidamente y me visto con un hermoso conjunto oscuro para nuestra cena familiar; después de que he bajado para verificar todo llega Sasha con un ramo de flores y me saluda con un fuerte abrazo, está bastante emocionada por compartir con la familia y conocer la mansión, le avisamos a Olga en la oficina que su presencia era esencial en la reunión porque vamos a darle una sorpresa, así que unos minutos después de que estamos todos reunidos llega al comedor acompañada de su esposo perfectamente arreglada como siempre y al ver a mi sonriente amiga, de inmediato pone su habitual cara de asco.

—Perfecto, mas chusma en mi casa ¿ se puede saber a que se debe este circo?

No podía faltar su habitual comentario despectivo, pero como ya es costumbre ignoro sus palabras y le doy una cálida bienvenida.

—Suegra, deja de ser tan cascarrabias y disfruta la cena, hola suegrito, que alegría verte.

El hombre saca su sonrisa mas hipócrita antes de responder.

—Victoria, Arthur, Sonya.

Nos saluda con educación y luego se sienta junto a su mujer en su lugar habitual a su derecha.

—Esta es mi amiga de infancia, Sasha.

La presento a ambos pero Olga ni siquiera le da un segundo vistazo. Es una maleducada.

—Un placer querida.

Al menos el viejo Spencer si tiene modales; las empleadas comienzan a servir las entradas mientras mi tía me habla de las delicias que prepararon para mi y yo disfruto los deliciosos manjares porque el embarazo me ha abierto mucho el apetito y quiero que mi bebé crezca fuerte y sano dentro de mi. Cuando hemos terminado de comer hago sonar mi copa de agua con el tenedor para que todos me presten atención. 

—Los he reunido aquí esta noche, porque tengo grandes noticias para la familia— Olga solo rueda los ojos con fastidio y yo continúo hablando sin prestarle atención, dándole la noticia sin ninguna ceremonia — En unos 7 meses aproximadamente, Olga, vas a ser abuela. 

Ella abre mucho los ojos y jadea impactada.

—No me dejaste poner la cámara para grabar.

Me reclama mi tía con molestia, habíamos quedado en grabar la reacción de la bruja, pero creo que me mocione de mas y no di tiempo a nada porque desde que supe los resultados estaba esperando con ansias captar la reacción de la doña.

—Perdona, es que estoy demasiado emocionada, pon la cámara, aprovecha que está en Shock.

Veo la cara de incredulidad de Olga y aprovecho para provocar una reacción en ella.

—Suegra, parece que te dio algo, estás pálida.

—No es verdad, solo lo dices para molestarme, no puedo creer que Arthur permita tal barbaridad.

Responde tratando de contener la rabia que tiene.

—Vitto está embarazada, nos lo confirmaron ayer, mira, hasta le hicieron un ecosonograma y aquí está la primera fotografía de tu nieto.

Arthur se levanta y le pasa la foto de la ecografía que nos dieron en la clínica, la mujer la mira y se pone roja como un tomate mientras tiembla llena de ira.

—¡ACASO SE VOLVIERON LOCOS!

Grita sin poder disimular su rabia. 

— ¡Nunca voy a aceptar que mis nietos lleven tu sangre trepadora desgraciada!

Me da igual lo molesta que esté, no voy a permitir que se meta con mi bebé.

—Olga, entiendo que estés alterada, pero este es TU nieto, ¡por Dios! Al menos alégrate un poco, no puedo creer que seas tan desgraciada como para rechazar a tu propia sangre.

—No puedo fingir algo que no siento, tu no eres la persona adecuada para engendrar a mis nietos.

Sabía que sería difícil hacerla aceptar que va a ser abuela, pero al menos esperaba un poco de educación de su parte por tratarse de su nieto.

—Madre, este bebé es mi hijo, así que te voy a pedir que por una vez en la vida te portes como mi madre y al menos tengas un poco de respeto. 

Ella hace caso omiso a las palabras de su hijo y se levanta de la mesa tan enojada que tumba las copas.

—No saben como los odio en este momento, a ambos.

La miro irse mientras las empleadas limpian el desastre que dejó a su paso, estoy indignada por su horrible actitud, una cosa es que me odie, pero otra muy diferente es que rechace a mi hijo que al fin y al cabo llevará su sangre, voy a tener una seria charla con ella cuando las aguas bajen porque no espero menos que amor y buen trato para mi pequeño o pequeña.




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