Cazando el Heredero Millonario

38– A LA ESPERA

VICTORIA


Debo reconocer que la vida es perfecta y buena; luego de la mega pelea de pesos pesados que, —of course — yo gané, con mi marido pudimos por fin dejar todo lo que nos molestaba atrás y concentrarnos en la inauguración de mi negocio, que por supuesto fue todo un éxito; organizamos una gran fiesta en las instalaciones de la tienda que debo decir quedó absolutamente hermosa, mejor de lo que yo esperaba y la cereza del pastel fue que acudieron todos los empresarios mas reconocidos de la ciudad con sus muy estiradas esposas; yo, no paré de sonreír porque estaba muy feliz, oficialmente ahora soy una de las empresarias mas jóvenes y prominentes del país ama y señora de mi propio negocio, no necesito nada mas; tengo un esposo hermoso, rico y educado, una vida mejor de lo que soñé y en pocos meses tendré al próximo heredero de la dinastía Mitchell. Porque ya estamls seguros de que será un varón, nos lo confirmó el doctor hace un par de dias, ahora que ya cumplí poco mas de 5 meses de embarazo pude ver claramente en la ecografía del segundo trimestre el pequeño mini sin vergüenza que se dejó ver en todo su esplendor, mi esposo no cabía de la felicidad cuando salimos de la consulta porque como el cavernícola que es, nunca ocultó que quería un hijo varón que se pareciera a el y eso estaba obteniendo. 

Como siempre no pude esperar para compartirlo con mi villana favorita quien creo que se ha rendido, porque luego de nuestra ultima batalla que fue una de las mas fuertes, se dio por vencida conmigo.

—Suegris, vas a tener un nieto varón, se llamará Charles como el padre de Arthur. Charles Arthur Mitchell II

La mujer ha estado bastante decaída y dispersa desde que echó al viejo de la mansión, me sentí mal por lo que le hicimos, pero ella se lo buscó, traer de vuelta a la ex de Arthur y meterla en la casa fue absolutamente irresponsable, no solo pudo causarme un serio daño a mi por el coraje, si no también al bebé.

—¿De verdad lo llamarás así?, era el nombre de un gran hombre y por si no lo sabías, Arthur era el nombre de mi padre.

Mi esposo nunca me había dicho eso y creo que la enterneció un poco que nos decantáramos por esos nombres para su primer nieto.

—No tenía ni idea y es bueno que me lo hayas hecho saber, porque ahora me alegra mas que llevará el nombre de sus dos abuelos.

Ella me mira y responde con un dejo de tristeza en su tono.

—No sabes nada de mi.

Tiene razón, pero ¿como quiere que la conozca? Si desde que entré a esta casa hace casi un año ya, lo único que ha hecho es molestarme y retarme.

—No me has dado la oportunidad de conocerte, te la has pasado haciéndome la vida imposible.

Ella rueda los ojos y escupe con resentimiento.

—Te metiste a mi casa y has querido adueñarte de todo lo que tanto nos ha costado a mi familia y a mi, ¿Qué esperabas?

Es cierto, me metí por las malas en la vida de su hijo, pero todo terminó siendo para bien, antes de mi, el hombre era un completo inútil.

—No quería robarte nada, por el contrario siempre he querido ser como tu.

—En tus sueños trepadora.

Está visto que no podemos estar cerca la una de la otra sin discutir, mi esposo interviene harto de tanta peleadera.

—Basta las dos, por una vez en la vida ¿pueden portarse de forma civilizada?

—Ella es la que siempre me provoca.

Arthur tiene razón, y yo también estoy harta de vivir en un campo de batalla, necesito paz, por el bienestar de mi hijo.

—Lo siento Olga, voy a tratar de no provocarte mas. — ondeo la bandera blanca para que vea que quiero poner de mi parte. — Hagamos una tregua ¿si? Como ofrenda de paz voy a mostrarte al bebé.

Saco la imagen que me dieron luego del examen y se lo paso, tratando de lograr una reacción positiva en ella.

—Mira, es una ecografía en 3D, se ve su carita muy clara, se parece mucho a Arthur, por ende es muy parecido a ti, espero que saque tu carácter.

Toma la imagen en sus manos y la mira con detenimiento, me parece ver un brillo de orgullo en sus ojos.

—¿Por qué querrías que se parezca a mi? Me odias.

Ella es tan dramática, pero de verdad que estoy muy cansada de estar en guerra, así que le hablo de la forma mas honesta posible.

—Claro que no te odio, sólo te he dado lo que he recibido de ti, yo sólo quiero que te metas en la cabeza que este es tu primer nieto, que te necesita desde ahora y necesita que lo ames, así me odies a mi, quiero que seas un ejemplo de temple y fuerza para el.

—No puedo hacer eso.

Sigue reacia, pero yo no pienso rendirme, es momento de firmar la paz entre nosotras.

—Si puedes, porque la sangre que corre por las venas de este pequeño es la tuya también, haz un esfuerzo por tu hijo y por Charles y baja la guardia.

Ella se queda analizando mis palabras por un buen rato hasta que parece que la he quebrado por fin.

—Está bien, el pequeño no tiene la culpa de tenerte como madre, debe tener al menos una influencia positiva en su vida.

No puedo evitar sonreír satisfecha porque ella está cediendo y esto es ganancia para todos.

—Y ya que dentro de poco cumplirás 6 meses, debemos organizar una fiesta de bienvenida para el bebé que también sea algo así como una de revelación de sexo.

Me gusta la idea, pero desde lo que pasó la ultima vez, me cuesta confiar en sus buenas intenciones.

—No me gustan tus fiestas, tuve una muy mala experiencia y no quiero que nos avergüences de nuevo.

—Es la fiesta de mi nieto, por supuesto que va a ser totalmente distinta.

Mi corazón Se hincha de alegría por como se refirió a mi pequeño.

—Dijiste "mi nieto”

—Porque lo es, una lastima que seas la madre, pero ya no puedo hacer nada al respecto, espero que mi siguiente nuera si esté a la altura.

Suelto una carcajada por su convencimiento de que Arthur y yo nos separaremos algún día, su hijo nunca va a dejarme y tendrá que aceptarlo porque esto entre nosotros es para siempre.




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