Cazando el Heredero Millonario

39 —EN MEDIO DE LA TORMENTA

VICTORIA

 


Espero ansiosa la fiesta de bienvenida del bebé, el ambiente en casa se siente en paz por fin, se terminó la guerra y las reuniones en la mesa ya no son un campo de batalla; ahora en lugar de insultarnos y ofendernos nos sentamos y hablamos de cosas de bebé, menús, invitados y decoraciones, aunque Olga sigue llamándome trepa ya no me molesta, creo que lo hace por costumbre y es el sobrenombre que ella me dio, por lo que ya hasta le tengo cariño. Mi suegra parece genuinamente emocionada con todo lo que a mi hijo se refiere, creo que de verdad le gusta la idea de ser abuela, eligio la habitacion de la casa con mejor iluminación para su nieto y ya comenzó a remodelarla ella misma, obvio junto a un profesional; la dejo hacer porque es lo mas lindo que ha hecho por mi hijo hasta ahora, está tan contenta que hasta me invitó de compras a una tienda infantil súper exclusiva de una amiga suya, así que no pude negarme porque en el fondo eso era lo que tanto deseaba, que ella me aceptara y parece que al fin lo logré. Así que no tengo mas que agradecimiento con la vida por darme todo esto y poner junto a mi al hombre que cambió las reglas del juego con su hermoso corazón y amor incondicional.

 

 

Aunque no todo es color de rosa, porque a raíz de todo el cansancio emocional por el que he pasado los últimos meses o tal vez sea por tanto esfuerzo fisico y mental, el cuerpo me está pasando factura; llevo un par de días sintiéndome un poco enferma, estaba tratando de ocultarlo pero hoy ya no pude lecantarme de la cama para ir a mi tienda, estoy muy cansada y creo que tengo una gripe fuerte, así que mi esposo que por todo exagera por estos días me ordenó quedarme en casa a reposar hasta que me mejore y que Sasha me cubriera en el trabajo, le pedí que se quedara conmigo porque el es mi mejor medicina, pero no podía por una reunión muy importante, aunque prometió llegar mas temprano para cuidarme y consentirme. Me costó despedirme de él al punto que lloriquee un poco, cada dia siento que dependo mucho de él emocionalmente hablando y con la boutique funcionando al 100% ya casi no tenemos tiempo para estar juntos en el día como antes y lo extraño todo el tiempo, ahora sólo nos vemos cuando pasa a recogerme para el almuerzo y en las tardes para traerme a casa, si, lo sé, la dependencia emocional es mala y bla, bla, bla también se que tengo un auto de adorno que no he querido aprender a manejar porque amo que el me lleve a todos lados. Mi tía cual mamá gallina se fue al mercado a buscar productos orgánicos para prepararme algo delicioso y algunas plantas para hacerme un remedio casero porque quiere que su sobrino nieto y yo estemos muy saludables y no quiere que tome medicamentos que puedan afectar su desarrollo.


Caigo en un sueño profundo luego de que todos se han ido y cuando me despierto de nuevo es casi medio día; siento la garganta reseca, así que debo levantarme para ir a la planta baja por algo de beber porque la jarra de zumo que me dejó mi tía antes de marcharse está vacía y estoy muy sedienta. La casa se siente en absoluto silencio, cómo si no hubiera nadie mas que yo en la gigante mansión, un escalofrío me recorre cómo un mal presagio y me dan ganas de devolverme a mi habitación hasta que mi tía vuelva, pero necesito realmente hidratarme, así que bajo rapido y voy directo a la cocina, me acerco a la nevera, lleno un vaso con jugo de naranja y le ordeno a la cocinera que luego alguna de ellas me suba una jarra de agua helada a la habitación y me voy de regreso acariciando mi pancita con ternura porque el pequeño Charles está bastante inquieto, estoy casi al final del tramo de escaleras diciéndole lo mucho que lo amo y que voy a mejorarme pronto cuando una figura aparece de pie frente a mi mirándome con desprecio ¿Qué hace esta bruja aquí?


—No te parece un poco Karmico encontrarnos en este preciso lugar…


Dice con voz glaciar al ver que me detuve y la estoy mirando con recelo, aprieto el vaso en mi mano porque si esta loca quiere hacerme algo, juro por Dios que voy a usarlo como arma y romperlo en su cabeza.


—¿Que haces aquí? ¿Como entraste?


Pregunto confundida y nerviosa, rodeando mi barriga con ambos brazos de forma instintiva, tratando de proteger a mi bebé.


—¡Por favor! Conozco esta mansión como la palma de mi mano, solía escabullirme por todos lados para verme con Arthur, no hay un lugar de esta casa donde no follásemos.


Sus palabras se clavan en mi pecho posesivo como una daga caliente porque odio que haya estado con el hombre que amo y que me los estriegue en la cara.


—¿Que quieres aquí?


Estoy alerta a cualquier cosa que quiera hacer, pero no le demuestro miedo, si busca hacerme daño o a mi hijo le va a quedar muy difícil porque voy a defendernos como una fiera.


—Quiero que las cosas vuelvan a tomar el rumbo que siempre debieron llevar y me devuelvas lo que me pertenece.


Respiro profundo tratando de calmar la molestia que me está causando, Arthur nunca fue suyo, ella sólo quería aprovecharse de el, lo que le duele es el bolsillo porque no pudo poner las manos en el dinero del joven heredero.


—Estás muy loca, no hay nada aquí que haya sido tuyo, te aprovechaste de mi marido cuando era un chico joven e inexperto y lo confundiste haciendole creer que lo que tenían era amor, pero solo fue una calentura pasajera, eso fue lo que realmente sucedió.


Ella simplemente fue una mas del montón en la vida de mi esposo, el no la amó realmente, tiene que pasar pagina y olvidarse del pasado.


—Me robaste mi felices por siempre, este es mi lugar, yo debía ser su esposa, no tu.

 

Casi suelto una gran carcajada, está delirando al pensar que se puede comparar conmigo, ella jamás habría logrado la mitad de lo que yo.


—Ya supéralo, el nunca va a estar contigo, ni con nadie que no sea yo, es mío y voy a defender lo nuestro con mi vida de ser necesario.




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