Cazando tu corazón

Capítulo Siete:

Emily

 

Haber hablado con Carlos en el almuerzo me demostró que Cassie es una maldita perra pero sus motivos tendrá, motivos que voy a averiguar.

A penas Billie se fue subí a hurgar entre sus cosas, tenía que saber qué información de mi había conseguido porque si sabía mi historia este juego se complicaba. Las noticias anunciaban que un huracán podría afectar algunas zonas, se supone acá no pasaría nada grave pero Nueva Orleans no se salvaba, James intentó contactarme, su madre, llamé con apuro, respondió al cuarto llamado. James viajaría como fuese y quería ir aunque Cassie me lo prohibiera, ¿que carajo hago ahora? Quizás si le pasaba información me dejase ir... tomé una ducha rápida, me reuniría con James a comer para hablar, conocer a su madre era algo que deseaba. Cuando llegué al restaurant me esperaba sentado con un vaso de agua hasta la mitad, se veía tan lindo... y noté cómo todo en mi se volvía calma, una calma familiar, sonreí, me senté a su lado apoyando mi cabeza en su hombro.

-¿Como estás?- preguntó.

-Bien, ¿y tu? ¿Tu madre?- pregunté acomodándome, el mesero llegó a tomar nuestra orden, pedimos algo liviano, conversamos lo necesario, bebimos vino y agua, entonces tocó el tema de su madre, le miré atenta, sin embargo, se levantó de la mesa y me dejó allí bastante impactada, pagué la cuenta para salir de ese lugar, entendía su ira pero él sabe las reglas de mi trabajo... maldito seas James.

Llegué a casa de Martinson, patudamente, me abrió Maggie, la abracé. Esa tarde después de almorzar con Billie regresé a su casa, Maggie limpiaba y quise ayudar, <<¿Necesitas una mano?>> pregunté, ella asintió, estaba algo distraída, necesitaba sacarle información. <<Con el debido respeto, la noto algo nerviosa, ¿está todo bien?>> me atreví a preguntar, ella sonrió <<Es solo... una bobería>> sonrió, la descubrí, esa mujer era tan transparente. <<¿Es un hombre?>> ella se sonrojó, reí. <<Oh vamos Maggie, ¿tienes una cita?>> ella negó <<No, no, es solo que Robert me invitó a salir pero... ya sabes, no puedo dejar a mi niño, se muere de hambre>> dijo mientras barría. << ¿Es una broma? Maggie, ¿hace cuánto no sales? Te has dedicado toda tu vida a él, mereces hacer tu vida, además ahora estoy yo, le atenderé como rey>> le animé. ¿Por qué se amarraba tanto a él? Ella negó. Dios... ya sé, la llevaría de compras. Tomé mi bolso y su mano y a rastras la llevé al mall. Al principio estaba reacia a comprarse algo o si quiera pensar en salir, pero la convencí, escogimos conjuntos preciosos, ella realmente no salía hace mucho tiempo. Cuando íbamos de regreso a casa, frente a uno de los semáforos me habló delicadamente. <<Estoy muy feliz de que Billie te haya encontrado>> dijo, oh oh esas palabras, justo donde duelen. <<Él ha sufrido mucho para ser quién es... yo... estoy feliz de que seas tu quién ocupe su corazón>>

<<¿Estás segura Maggie? Digo, no soy el mejor partido pero sirvo>> dije riendo, ambas lo hicimos, estacioné el auto y le ayudé con las bolsas. <<No salgo a una cita desde que Bill tenía doce>> confesó. <<Todo saldrá bien, será tu noche y ni pienses en volver>> dije sentándome en el sofá. <<Maggie... ¿Billie es tu hijo?>> fui directa al grano, ella se colocó nerviosa, lo que confirmó mi sospecha. <<Qué cosas dices Emily, Billie es como mi hijo porque lo crié de pequeño>> explicó, pero sus ojos denotaban otra cosa, cosas que solo una madre sabe, quería decírselo pero no revelaría mi vida secreta. Al llegar a casa nos servimos un té, ella se sentó a mi lado para tomar mis manos. << Hay cosas que solo tu puedes ver, que no puedo revelar y sé que tu tampoco porque tienes los mismos ojos tristes que yo a tu edad, por eso sé que eres la indicada y que mi Billie reparará tu corazón>> esas palabras penetraron en mi, demasiado profundo, dios, ninguna víctima anterior me había dicho cosas así, siempre era la indicada, la bonita, pero nadie vio a través de mis ojos, nadie tomó de mis manos, nadie... ese día le hice probarse toda la ropa que habíamos comprado, quería que tuviese una noche inolvidable, y espero lo haya sido, con el corte de luz y todo eso.

-Estás muy pensativa mi niña

-Es un amigo... quiere visitar a su madre en New Orleans pero habrá tormenta...quería ir con el pero... no sé- ella iba a darme un consejo cuando la puerta se abre, Martinson se aproxima con el semblante enojado.

-Hola guapo.- dije sonriendo acercándome para abrazarlo, pero él se corrió, ¿okey? ¿Qué estaba pasando?




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