Celestial (luz de medianoche 2)

Conflicto

Capítulo 2:

Conflicto

 

Dimas

 

—Voy a golpear su cabezota para que en… —Me cuesta agarrar a Romina por la pierna para que no vaya detrás de Daniel y cumpla su amenaza inconclusa.

Ella estaba demasiado cerca cuando Daniel culpaba a Dess por todo. Él no está bien. Acaba de enterarse de la existencia de dos hermanas, una de ellas devorada por los lobos frente a él y la otra se fue a dar una vuelta por el infierno para salvarlo.

Además, la muerte de Victoria lo desestabilizo mucho más, a él le importa la chica y no había nada que pudiera hacer para salvarla. No puedo culparlo por pensar así, necesita tiempo. Lo bueno es que no me reclamó por no poder hacer nada, es muy difícil tener el don de curar y no poder hacer en algunas ocasiones.

—No preciosa, no vas a golpear a nadie —ella no hace ningún intento por zafarse de mi agarre. Lo agradezco, porque fácilmente puede salir corriendo detrás de Daniel y teniendo a Victoria aun sobre mis piernas me sería imposible ir tras ella para detenerla.

El cielo llora a cántaros. La piel de Victoria está mucho más helada. Ella era la única amiga de Dessire entre los argeles en las clases de combate y se ha ido.

—Bien, no lo haré precisamente ahora. Pero lo golpearé cuando tenga oportunidad —la suelto. Ella se arrodilla a mi lado. Empapada. Tiene un raspón en la mejilla que levantó un poco su piel. Parece que cuidar de Dess tuvo sus contratiempos—. Vamos a llevarla a la enfermería.

Pasa sus brazos por debajo de Victoria y la levanta sin problemas. Recojo mi espada y esta vuelve a ser parte de mi piel. Sigo a Romina. Mis heridas duelen ahora que la adrenalina de la pelea se diluyó en mis venas.

—¿Dessire no ha despertado?

—No, parece un cadáver. Geraldine dice que hay que esperar un poco. ¿Tienes alguna idea de por qué?

Mejor decírselo ahora que tiene las manos ocupadas. Romina es muy explosiva, y no vaya a ser que regrese para darle una paliza a Daniel. Sé que él puede resistir contra la vampira, pero una pelea entre ellos no solucionara nada.

—Ella regresó al infierno para salvar a Daniel.

Mi vampira tiembla de la ira, tiene la mirada clavada en la delgada chica que lleva en los brazos. Parece replantearse mejor y continúa caminando.

—Entonces es cierto. Daniel es su hermano menor y esa sin alma...

—Era la hermana mayor.

—Pues debió haber dejado que se llevaran a Daniel, no es como si agradeciera seguir vivo —replica Romina enfurecida.

Mejor que Daniel no se le atraviese en el camino en las próximas horas.

—Ella no haría algo así.

Si yo hubiera tenido la oportunidad de salvar a mi hermana tampoco lo hubiera pensado. Lo que daría porque ella estuviera aquí, así como Daniel.

—Ya lo sé. ¿Cómo la traemos de regreso?

—Creo que tenemos que esperar a que ella consiga la forma de volver.

Las puertas de la enfermería se encuentran abiertas.

—Geraldine está considerando de nuevo, enviar a los celestiales a la academia de los arcanos, especialmente a Dessire. Piensa que lo mejor es protegerla, resguardarla, no lo sé —comenta Romina.

Irnos a otro lugar no hará la diferencia. El infierno quiere acabar con nosotros antes de que todos no reunamos y podamos cerrar los sellos. Donde nos encontremos nos alcanzará el peligro, la única opción es enfrentarlo, luchar por alcanzar el destino que elegimos. Abandonar Luz de medianoche seria como huir, y ninguno lucho para renacer para luego huir.

—No hay de qué preocuparse. Dess va a despertar, y no iremos a ninguna parte.

Tienes que encontrar un camino de regreso Dessire, no puedes permitir que el príncipe de las tinieblas gane después de tantos sacrificios.

—¿Cuánto tiempo se puede esperar?

Algo me dice que no me va a gustar la dirección que tome esta pregunta.

—No estoy seguro.

—Pues ve pensando en un tiempo límite, porque si Dess no consigue como regresar tenemos que ir a buscarla —dice sin titubeos—. Ir al infierno no puede ser tan difícil o, ¿se necesita invitación?

—Es una pésima idea Romina Calcurian.

Se encoge de hombros.

—Gabriel tiene que conocer alguna entrada, es su hogar después de todo.

—Claro, como abrir una puerta y cruzar el umbral y, hacer lo mismo de regreso —el sarcasmo lleva su mirada a un nivel de depredador. Es bueno que tenga las manos ocupadas. —Gabriel nació en este mundo, nunca ha pisado el infierno ¿qué te hace pensar que sabe cómo ir?

—Su familia paterna está justo donde se encuentra Dess, ¿cierto? —asiento no muy seguro. Más te vale que regreses por tus propios medios Dessire o no habrá nada en el mundo que me ayude a sacarle estas ideas a Romina de la cabeza—. Los sabuesos del infierno intentaron llevarse a Gabriel en una oportunidad, algo así como una reunión familiar…




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