Celestial (luz de medianoche 2)

Comitiva

Capítulo 3:

Comitiva

 

     

Dimas

 

Han pasado las horas. Es mitad de la tarde. Mi brazo en un cabestrillo, inmovilizado. La ropa se me ha secado puesta. Un desastre total. Aunque mi cuerpo exige un descanso, no me he movido del pasillo de la enfermería.

Karla ha recuperado la movilidad, ha vuelto a su forma humana y esta tirada en medio del pasillo a un metro de la puerta de la habitación donde todavía Dess sigue, muerta. Ella sigue en su viaje y se nos acaba el tiempo.

Romina no ha insistido con ir en su búsqueda, pero si cae la noche y ella no vuelve por sus propios medios, voy a tener que considerar ir por ella… Leonardo se ha ido a la biblioteca en busca de información. La idea no es de su agrado, así que espera encontrar alguna alternativa que no implique poner nuestras almas en riesgo. Lo que sí es seguro es que no podemos permitir que Dess permanezca en el infierno. Necesitamos cerrar los sellos, y tomar las riendas de nuestro destino y equilibrar la balanza.

Recuperamos a Gabriel, una pequeña victoria que ha desatado el escarmiento de la academia sobre él. Todavía no me explico cómo se supo que él es un demonio, esa información la sabíamos unos pocos y a ninguno nos convenía que se supiera por el momento.

El pasado, los orígenes de Gabriel son un misterio para sí mismo. En sus venas lleva la sangre de un demonio, pero no sabemos quién es y por qué lo quiere reclamar el infierno después de tantos años de ausencia. El regreso de los celestiales ha sido el detonante para que el infierno quiera reclamarlo, él tiene que ser alguien importante en esta guerra.

Ronald y Anastasia, uno al lado del otro, sentados en el suelo del otro lado de la puerta. Ante la arbitraria decisión de Geraldine sobre trasladar a Dess, o su cuerpo siendo el caso en este momento, estamos custodiando su habitación. Los arcanos enviaron una pequeña comitiva de cuatro argeles de la casa del arcángel Miguel, pero con la intención de que los acompañemos a la otra academia. Eso nos involucra a Leonardo y a mí.

Santiago permanece dentro, ha sido imposible que abandone a Dess, ni siquiera Geraldine pudo hacerlo salir. No ha dicho mucho desde que regresamos, ninguno ha hecho comentario alguno en realidad. Pero sé que cada uno de ellos se pregunta ¿por qué? Porque Dessire arriesgo tanto cuando ella es una luz contra toda la oscuridad que se ha desatado en la tierra. Yo sí puedo entenderla, y si hubiera estado en su lugar mis decisiones serian iguales a la que ella tomó. Si yo hubiera tenido la oportunidad de dar mi vida a cambio de la de mi hermana ni siquiera lo hubiera pensado.

Solo espero que desde el cielo, reciba ayuda para regresar.

—No deberías permitir que tu chupa sangre ande por ahí a rienda suelta —dice Karla con los ojos cerrados reclinada contra la pared.

Aunque las cosas entre ella y Romina se han suavizado un poco, los insultos nunca desaparecerán.

Es cierto, Romina tiene casi media hora fuera. Salió para asegurarse de que Gabriel estuviera en su habitación, sin ser molestado o linchado por la multitud. Pero se ha demorado demasiado, no quiero pensar que ha ido a buscar a Daniel y cumplir su amenaza de temprano.

—Dejémosla que le dé una lección a Daniel, para que el idiota recapacite —interviene Anastasia.

Ronald por su parte no opina, juega con uno de los rizos de su novia.

—Ronald apóyame y ve a buscar a Romina —digo.

Con el brazo inmovilizado ir en su búsqueda solo me acarreará problemas, Paula dejo muy en claro que no debo hacer desarreglos o estaré atado a una camilla hasta que me recupere por completo.

—Tú, te quedas aquí conmigo —replica Anastasia cruzándose de brazos.

—Sometido —murmura Karla en medio de una risita chocante.

—Le tienes miedo —asevero.

—No es miedo, que quede claro, tampoco estoy sometido —explica Ronald desviando la mirada hacia la loba, ella entreabre los ojos y le muestra una dentadura caníbal—, se trata de respeto hacia sus habilidades.

—Respeto. Claro, claro, ahora se le dice respeto —dice Karla en medio de carcajadas.

La puerta de la habitación es entre abierta y Santiago se asoma.

—La comitiva viene —dice y cierra la puerta.

Ronald se levanta de un salto y Anastasia deja salir sus marcas, una piel tatuada con diminutas serpientes doradas. Los cambiantes tienen la particularidad de moldear sus cuerpos a cualquier ser vivo, pero de todos lo que se encuentran en la academia Anastasia es la que causa más temor, es su aura tan impregnada de una magia primitiva que acompaña los símbolos de su piel, las serpientes.

Karla permanece en el suelo, pero esta alerta. Sus ojos son los de un lobo en un rostro humano. Por mi parte decido que con la sola basta presencia de la cambiante es suficiente para mantener a una distancia prudencial de la puerta a los argeles de Miguel.

—¿Quién les permite estar aquí? —pregunta con autoridad el líder de la comitiva. Él, es rubio con intensos ojos azules. Sus dos acompañantes se quedan atrás, observando con recelo a la cambiante.




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