Céline.

Capítulo 2.

18 de septiembre día de mi cumpleaños, como lo había dicho todos mis parientes cercanos y lejanos reunidos para verme morir en vida; todos ayudando en los preparativos para la fiesta. También vendrán los amigos de mis padres con sus hijos y algunos de mis amigos.

—¡Céline!— Una voz chillona se escuchó; era mi linda, querida y adorada prima, Camile.

—Hola Camile, cómo has estado?.

—Hola Céline muy bien y tú?.

—Fatigada por tú presencia. (Murmuré).

—¿Cómo?.

—Nada, estoy feliz porque todos están reunidos en un día muy especial para mí.

—¡Camile!— (Salvada por mi tía).

—Ya voy madre.

 

¡Por fin! Que pesadilla.

Nunca me había sentido tan sola como hoy lo siento, aún teniendo tantas personas a mi alrededor me siento vacía y triste.

Cuánto deseo volver a mi niñez, cuando ignoraba todo y era feliz.

Faltan algunas horas para que inicié la fiesta, Joyce llegará dentro de poco de su viaje a París, Nicolle y mi madre están comprandome un estupido vestido y yo estoy caminando por toda la casa observando lo tonta que se ve la gente cuando se trata de una reunión social. Se preocupan por cosas tan superficiales que se les olvida que es lo que realmente importa, todos viven de apariencias y no se atreven a mirar más allá de la aparente "realidad", mueren creyendo que fueron felices en un mundo marginado y subyugado. Aquí las personas no se detienen a sentir por si mismas, dejan que otros sientan lo que ellos no sienten, son sometidas a vivir en una constante mentira.

 

—¡Céline!— (Joyce).

 

Mi querido hermano había llegado.

Me sentí feliz y corrí hacia él; hombre, pero diferente a los demás, sencible, amable, cariñoso, bondadoso, lleno de virtudes. 

Sabía muy bien cuál era mi posición con respecto a la muerte de 18 años que me estaban preparando.

 

—¡Joyce! 

—¡Hermanita!— Feliz cumpleaños, estoy muy feliz porque ya te convertirás en toda una mujer.

—Sabes que no me alegra cumplir 18.

—Lo sé, pero es inevitable; nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos es parte de la vida. Estás en la etapa de crecimiento y muy pronto serás una bella mujer.

—Tienes razón, pero prefiero saltarmelas hasta llegar a la muerte.

—No digas tonterías Céline, en algún momento todos entrarán en razón.

—Si, pero ¿Cuándo será ese momento?

—Cuando alguien como tú tenga la valentía de elegir ser diferente. ¿Cuántas chicas habrán pensado y sentido lo mismo que tú?, pero jamás se atrevieron a hacer algo; decidieron callar y aceptar el destino que otros eligieron para ellas.

—Una vez más tienes razón, si hemos llegado a esta dictadura social es porque lo hemos permitido.

—¡Si!.

—Voy a presentarme con papá y mamá, te veo luego. No intentes hacer una locura.

...

 

De alguna manera es reconfortante hablar con Joyce, es una persona muy centrada; compartimos pensamientos y opiniones, más allá de ser mí hermano es mí mejor amigo.

Ya se acerca la hora, Nicolle y mi madre no tardan mucho en llegar así que iré a mi cuarto a respirar profundo y pensar.

...

 

—¡Céline!— (Nicolle). Feliz cumpleaños, estoy muy feliz por ti.

Mamá y yo te trajimos un vestido hermoso.

Mira.

—Si, está hermosos, pero no lo usaré.

—Por qué?.

—Usaré algo que fabricare yo misma.

—¿En que estás pensando?. Sé que eres muy alocada.

—Lo verás cuando lo termine, ahora sal de mi cuarto por favor.

—Como digas.

...

 

7:00 PM ya empezó la fiesta; se escucha música de fondo. Camino unos pocos metros desde mi cuarto hasta el primer escalón de bajada de las escaleras; allí están todos riendo, charlando y disfrutando de la fiesta, me anuncian silencian la música y todos voltean hacía mí (se escuchan murmullos); empiezo a bajar las escaleras, mi madre deja caer una copa de vino y al terminar de bajar las escaleras me ocupa.

 

—¡Céline!. ¿Has perdido el juicio?.

—¡No!.

—Vas a hacer que me dé un infarto.

—No es para tanto mamá.

—Déjame disfrutar de la fiesta ¿Sí?, Adiós.

...

 

—Esta vez sí que te luciste hermanita (Joyce).

—Gracias Joyce.

—Es increíble jamás me lo imaginé ¡Pantalones¡. Luces bien.

—¡Si!. Ya sabes lo que dicen ~Sorprendelos~

—Tú nombre se va a escuchar mucho en las calles de ahora en adelante.

—Tal vez deba salir en pantalones a la calle.

—Mamá te mataría.



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En el texto hay: romances

Editado: 16.03.2018

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