—¡Céline!. La chica rara, desconfiada, antisocial, rebelde,... Hermosa, bondadosa, amable, bonita, inteligente, maravillosa, linda, increible. (Entre suspiros).
—¿Estás enamorado hermanito?. (Annette).
—¡No!, ¿Pero qué dices hermanita?.
—Revisa tú lista, tiene más virtudes que defectos.
(Sonreí) —Sal de mi cuarto por favor.
—Esta bien chico enamorado.
...
Cuando platicas con una persona y llegas a sentirte a gusto es como si tú alma y su alma explotaran y se fucionaran, justo así me sentía hablando con Céline. Abrí mi corazón sin miedo y sin reservas; le conté partes de mí vida que jamás había contado, todo salió espontáneamente, me da confianza.
Y ¡Sí! Annette tiene razón estoy enamorado; hace mucho tiempo lo he estado, nunca quise aceptarlo.
Cuando era un niño (13 años más o menos) mis padres me llevaban a casa de los señores Allard; los hermanos de Céline, mi hermana y yo nos reuníamos mientras ella se iba a su cuarto con su nana.
Un día ella decidió quedarse e interactuó con nosotros, desde entonces me ha parecido una buena persona. No sé ¿Cómo?,¿Cuando? ó ¿Por qué?, me enamore de ella.
(Calvin).
...
No suelo hablar mucho tiempo con alguien, si ese alguien no es Joyce. Pero estuve prácticamente todo el día hablando a gusto con Calvin, espero que esto de la atracción no se convierta en algo más.
—¿Cómo sabes cuándo estás enamorado?
—No se sabe... Se siente, es diferente en todos los casos. Tú forma de amar no es igual a la mía, depende de lo que hayas vivido con esa persona, los recuerdos en común, gustos, etc. (Joyce)
—No he vivido nada con él, solo hablamos un rato, eso fue todo.
—A veces no te enamoras por lo que has vivido, sino por lo que te falta vivir.
—¿Me falta vivir?.
—¡Si!. Jamás te has enamorado.
—Pero aún no me quiero enamorar; significa sufrir.
—Eso es lo que dice tú conciencia... Pero, ¿Es lo que siente tú corazón?.
—No lo sé.
...
Estoy verdaderamente confundida; yo ¡Enamorada¡ de Calvin; no lo creo, pronto dejaré de pensar en tonterías.