Céline.

Capítulo 6.

Cada día estoy más convencida de lo ciega que están las personas; sus vidas giran en torno a cosas materiales. Vidas sin sentido, sumergidas en la miseria, avaricia, codicia, egoísmo, ambición. 

Cuando vino el dinero, se fue el amor, la bondad, la humildad, la amabilidad... Cosas realmente importantes las dejaron a un lado y aparecieron: el odio, la rivalidad, vanidad, vanagloria. El dinero lo compra "todo"... pero ¿Que es todo?; ¿A caso puede comprar felicidad? ó ¿Amor?; el dinero compra todo lo necesario para armar un teatro perfecto, que sea creíble ante las miradas los espectadores.

Quien tiene dinero, tiene amor, amistad, poder... lo tiene todo; pero tan pronto quede sin el, no tiene nada. Los llamados "amigos" le dan la espalda, lo apuñalan, se van y lo dejan morir, el "amor de su vida" se va con quien tenga como darle lujos, el poder desaparece y el todo queda en nada. 

...

 

—Joyce tengo una pregunta.

—Adelante.

—Quiero abrir una tienda.

¿Me ayudarías?.

—¿Que vendrás?.

—Vestidos.

—¿Tú los harás?.

—Con ayuda.

—Esta bien. ¿Qué necesitas?.

—Ya hice una lista. 

Te pido por favor no dercirle a papá y mamá y mucho menos a Nicolle. 

—No diré nada, lo prometo.

...

 

Tal vez le dije una mentira piadosa a Joyce. En realidad en la tienda venderémos pantalones para mujeres; lo he estado planeando desde el día de mi cumpleaños.

No sabemos exactamente para que venimos al mundo, nos toca descubrir cuál es nuestro propósito. Y estoy segura de que el mío es este.

 

Entre terminar la tienda, comprar lo necesario para fabricar los pantalones y conseguir personal de ayuda tardamos 3 meses.

Joyce trajo una modista desde París, ella se encargará de hacer los diseños junto con ayudantes asignados por mí y yo me encargaré de promocionarlos y modelar algunas prendas. También le diré a dos de mis amigas (Colette y Dennise) más cercanas que modelen los pantalones.

 

—Hola Colette. ¿Cómo has estado?.

—Muy bien, ¿Y tú?.

—De maravilla. (Con un entusiasmo jamás visto en mi rostro).

—¿Y eso?, ¿Por qué tanto entusiasmo?.

—Acabo de abrir una tienda de ropa. Y quería saber si puedes ser una de mis modelos.

—¡Woow!. 

(No sé qué piensa, pero por su gesto facial parece que no está muy convencida).

—¿Qué sucede?.

—¿Vas a trabajar?.

—¡Si!, ¿Hay algo malo en eso?.

—¡Claro que sí!, Solo imagina lo que dirán.

—No, no me importa lo que digan.

—No cuentes conmigo amiga.

—No sé ¿Por qué?, Pero sabía que tú respuesta sería no, gracias.

 

Una vez más gana el que dirán.



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En el texto hay: romances

Editado: 16.03.2018

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