Capitulo. 30. La educación sexual para chicos mayores. Elvira.

Entré al apartamento de tan mal humor, que no quería ver a nadie. Pero pasando por el pasillo a mi cuarto, vi una luz en la habitación de Aleksey. Incapaz de resistir, empujé la puerta y se abrió. Por lo general, siempre la cerraba. Entré y vi a mi ahijado acostado en la cama, de cara a la pared y no sentado frente a la computadora. Eso era muy, muy raro en él. Algo le habría pasado.

Me senté en el borde de su cama, junto a él, puse mi mano en su hombro y le pregunté:- ¿Qué pasó?

-Nada, perdóname por haberte dejado, - dijo con voz quebrada.- Sí, si no me hubieras dejado, no habría hecho una estupidez y no me habría apresurado a besar al hombre que me rechazó, - suspiré. Le dije esto a Alex, no porque realmente quisiera compartir mi dolor con alguien, sino para que él también se abriera y me dijera lo que le sucedió. Porque presentía que era algo gordo. Se volvió y me miró con ojos incrédulos.

- ¿Cómo? ¿Quién puede negarte? - preguntó, y noté sus ojos rojos.- Bueno, también se me puede negar la intimidad, - sonreí amargamente, - ¿Qué te pasó? ¿También te rechazaron?

- No soy yo, - tartamudeó.- Alex, perdóname por preguntarte, pero necesito saber la verdad, para entender cómo ayudarte, - comencé acariciando su hombro. - ¿Eres virgen? ¿Has tenido sexo con una mujer?

-No lo sé, - me respondió, después de un breve silencio, preguntándose, parece, si era digna de su confianza.

- Una vez lo fui, pero estaba tan borracho, que no recuerdo nada. Y cuando por la mañana me desperté en una habitación de la residencia, sin ropa y con una chica desconocida. Me asusté y me escapé.- ¿También te escapaste ayer? - adiviné.

-Sí, - suspiró, - al principio todo fue genial. Ella me mostró su estudio y los cuadros. Luego nos besamos, todo fue tan maravilloso. Tenía muchas ganas de hacerlo, pero de repente me di cuenta, de que no podría y me fui. Probablemente ella también se ofendió, al igual que tú.- Por supuesto, ningún rechazo trae alegría, pero no es fatal, no va a morir por eso, - le aseguré.

Los hombres también pueden tener miedo al sexo, al igual que las mujeres, especialmente cuando es la primera vez o no tuvieron relaciones íntimas durante mucho tiempo. Ahora entendí la reacción de Dimitri.

-Mira, aunque los hombres, por un error común, deberían tener confianza y saber qué hacer, también están preocupados y no entienden qué hacer por primera vez. Quiero decir, que es para los chicos, y no para las chicas, que la primera experiencia sexual juega un papel psicológico importante. Cualquier fracaso o fiasco reduce la autoestima de los hombres, puede quebrar completamente al chico y cambiar su actitud hacia la intimidad en el futuro. - le expliqué tranquilamente a mi ahijado, entendiendo lo que le estaba pasando, y al mismo tiempo me tranquilicé.- No recuerdas nada de tu primer sexo, pero recuerdas la sensación de miedo y tu cerebro encontró una salida - huir.

-Me quieres decir ¿Qué siempre voy a huir ahora? - Preguntó con miedo.

- ¡Por ​​supuesto que no! - Sonreí, calmándolo. - No vale la pena dramatizar tanto. Según las estadísticas, aproximadamente el setenta por ciento de los hombres tienen recuerdos negativos de su primer sexo. Sin embargo, esto no es el fin del mundo. Cuando no sabes algo, siempre hay miedo. Bueno, por ejemplo, tienes miedo de terminar antes que la mujer, o no conseguir llevarla al estado deseado.

- ¿Qué hacer, cómo deshacerse de este miedo? - Preguntó Alex con impaciencia.

- Esto es lo primero que no se debe hacer - tener prisa, - le reprendí, - ¿Sabes cómo en los viejos tiempos educaban a los chicos nobles?

- No, - respondió con sinceridad. Lo miré y pensé: "¡Sí, eso es un campo sin arar! Aparentemente Olga no le habló para nada de ese tema. ¡Y ella es una maestra, increíble!"

- Desde el antiguo Egipto, los príncipes herederos, cuando entraban en la pubertad, se les entregaban a las mujeres con experiencia, bueno, en nuestra opinión, prostitutas. Por cierto, por lo tanto, esa es la primera profesión antigua. Le enseñaron toda la sabiduría del amor carnal, tratando de no dañar la psíquica inestable, porque la continuidad de la familia dependía de su educación sexual.

- ¿Eso significa que necesito conseguir una prostituta? - Preguntó, perplejo.

- De nuevo tienes prisa. Primero, averigüemos qué tu consideras sexo en toda regla: el proceso de coito con una mujer, que culmina en un orgasmo y eyaculación masculina, o la primera experiencia sexual en la que la pareja recibió satisfacción. Yo elegiría lo último, pero es poco probable, que los sexólogos estén de acuerdo conmigo. - Dije, recordando mi primer orgasmo con Kirill y su satisfacción de conseguirlo. 

- Yo también - respondió Aleksey.

- ¡Piensas correctamente! El sexo no se puede aprender de las películas porno. Esto te lo digo yo, como persona entendida. El cine no tiene nada que ver con un sentimiento real, más trucos de cámara, efectos de luz, bueno, qué te estoy diciendo, tú mismo lo sabes todo. Para ser un buen amante, primero debes aprender a amar.

- Yo amo, pero me temo, que ella no me amará a mí nunca, - suspiró Alex.

- Irina, es una buena chica. Hay una fuerza en ella, que te ayudará, es muy similar en carácter a su padre. Ella no se quedará satisfecha con pequeñas cosas de ti, lo necesitará todo lo que eres. ¿Listo para esto? - Le pregunté sonriendo.- ¿Entonces, la conoces? - preguntó el chico, pero no parecía muy sorprendido

- Sí, es hija de un amigo mío, - le respondí.

- ¿Crees que le puedo agradar? - Preguntó esperanzado mi ahijado.

- Por supuesto, tú eres un protector, no cada hombre tiene esa habilidad, eres honesto, estas cambiando para tener más seguridad en ti mismo, y sobre todo eres soñador, por eso nunca serás aburrido. ¡Le vas a gustar, cuando te conozca de verdad! - exclamé.- Pero primero, vayamos con tu educación sexual.- ¿Qué? ¿Contigo? - Alex se asustó.- Cálmate, no voy a tener sexo contigo, tendremos unas cuantas conversaciones, y tú mismo, luego, con quien tú quieras lo intentarás en la práctica, - le aseguré.- Y ahora duérmete. Mañana tienes una sesión de entrenamiento con Vladimir.