Cenizas de amor

Capítulo 23

Fue un día productivo, después de comer seguí con mis pacientes y cuando por fin termino el trabajo recogí mis cosas.

—Vamos a casa Joel.

El hombre asintió y mientras cerraba con candado el consultorio, él fue por el auto como de costumbre.

Tal vez Will tiene la intención de llevarme siempre de regreso al departamento, pero hay veces en el que el trabajo nos quiere comer vivos y hoy es un día de esos.

No sé qué está pasando, pero ha estado muy ocupado por unos días hasta el punto de apenas enviarme un mensaje por día.

Espere esté comiendo y descansando bien por lo menos.

Un destello me saco de mis pensamientos, pensando que se trataba del auto me gire, pero fue muy mala idea.

—¿Qué es?

Otro destello me hizo cerrar unos segundos los ojos.

—Mara...

Escuché la voz de Joel y como me jalaban a algún lado.

—¿Qué relación tiene con William Rosen?

—¿Es verdad que están saliendo?

Ah, es eso.

No respondí nada y subí al auto cuando Joel abrió la puerta.

Por suerte solo se trataba de pocas personas, pero aun así eran insistentes.

Suspire y mientras me relajaba me quede pensando en la situación.

Esto seguirá unos días o un par de semanas, lo sé porque fui testigo de cómo Alice fue acosada por el triple de los periodistas que hoy me acosaron.

No tengo miedo, pero al pensar en la situación que vivió Alice, mi piel se estremeció.

De verdad que fue aterrador, solo salimos a correr y terminamos corriendo por nuestras vidas.

Sacudí la cabeza para dejar esos pensamientos atrás y me centré en lo que hare con esta situación.

No quiero que se involucre a Davet

—Señ... Mara...

Mire al frente al llamado de Joel quien me miraba desde el pequeño espejo.

—La llaman.

Tomé el celular de Joel y le di las gracias.

—Hola...

< ¡Mara! ¿Estás bien? ¿Por qué no contestas?  >

<Perdón, estoy perdida en mis pensamientos...>

—Perdón... Agh... Pensé que lograría pararlos...>

< ¿Ya lo sabias? >

Will suspiro.

<Soy el dueño de una empresa de publicidad, claro que sabría como actuaría la competencia.>

Me quede en silencio mientras me mordía la uña del dedo medio.

< ¿Como estas? >

<Estoy bien, no es como si no me lo esperaba. Creo incluso ya se habían tardado.>

<Jaja, pensé que estarías asustada y nerviosa.>

<Para nada, bueno eran pocos y eso me alivia. Pero cuando estaba con Alice y la atacaban, era horrible.>

<Bueno, logre llegar a un acuerdo con varias empresas tanto de publicidad como televisión.>

Suspiro de nuevo.

<Aun así hay algunas que no aceptaron y estarán sobre nosotros un tiempo.>

<Como dicen, mejor tarde que nunca. Gracias por avisar.>

Mi tono era sarcástico, no es que estuviera molesta, pero hubiera sido mejor saberlo mucho antes.

<Lo siento...>

<Por otra parte, no quiero que Davet se vea afectado. Hablare con Jim, tal vez pueda tenerlo en su casa algunos días.>

<Oh, eso... Yo pensaba... Bueno...>

< ¿Qué es? >

<Pensé eso... Y creo lo más seguro para ambos.... Que vengan a mi casa…>

Nos quedamos en silencio, ninguno hablo. Admito que me tomo por sorpresa, eso no lo esperaba.

Ir a vivir con Will...

< ¡Ah! Claro, sería solo unos días... ¿Qué piensas? >

Hice una mueca y lo pensé, tiene razón al decir que sería lo más seguro, pero...

<Eso, no creo sea la mejor opción.>

<... Veo.>

Solo alimentaríamos más a la prensa y se malinterpretaría demasiada.

La antigua Mara abrí aceptado de inmediato, tal vez incluso iría con la idea de nunca salir de esa casa, pero ahora, es diferente.

Davet es un niño, si esto se sale de control podría afectarle demasiado psicológicamente y eso no me lo perdonaría jamás.

<Hablare con Jim, y ya pensare en mí más tarde.>

<Mara, al menos déjame protegerte. Mis hombres son de confianza, ellos te protegerán bien.>

Me mordí los labios y suspiré.

<Está bien, pero hablemos de eso en persona.>

<Bien, mañana pasare por ti.>

<Si.>

Colgué cuando terminamos y le regresé el celular a Joel.

—Gracias.

El asintió y siguió manejando. Yo mantuve la mirada hacia abajo y volví a perderme en mis pensamientos.

Cuando llegamos frente al edificio, me alivió que todo esté tranquilo. Baje del auto, pero a diferencia de lo normal, Joel bajo y me acompaño hasta llegar frente a mi puerta.

—Muchas gracias Joel, descansa.

—Igualmente Mara.

Entre al departamento y suspiré. Me sentía demasiado cansada, pero aún tenía algo que resolver.

—Davet se quedó dormido.

Jim me dio la bienvenida con un vaso de chocolate y con una sonrisa me acerque para tomarlo.

—Gracias.

Nos quedamos en silencio algunos segundos, hasta que el hablo.

—¿Tienes algo que decirme?

Como lo pensé.

—¿Paso algo?

Jim se sentó en el sofá e hice lo mismo.

—Cuando recogí a Davet, había un hombre con una cámara. De algún modo tenía una corazonada y de inmediato me lo lleve. ¿Estaba en lo correcto?

Cerré los ojos y me entraron unas ganas tremendas de llorar.

—Ey, ¿Qué pasa?

Negue con la cabeza.

—Estoy tan molesta. Es solo un niño, pero solo piensan en ganar dinero. Está bien si quieren venir por mí, pero a mi hijo no...

Jim no hablo por unos minutos hasta que logré calmarme, entonces le comenté lo que pasaba.

—Era de esperarse.

—Por esa razón quiero pedirte que te lleves a Davet unos días, hablare a la escuela para justificar su ausencia. ¿Puedes hacerlo?



#3494 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, mama

Editado: 18.09.2021

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