Estoy agotada.
Mire a Will quien limpiaba su escritorio, de tan solo recordar lo que acabamos de hacer me lleno de vergüenza.
—Eres un lujurioso...
Susurre con una voz muy baja, la cual no logro escuchar.
Cuando termino, se acercó al sillón donde estoy recostada y me levante un momento para que se sentará y dejo mi cabeza en su regazo.
—Una fantasía cumplida.
Lo mire mal y él sonrió feliz.
—No puedo creerlo, estas tan despreocupado mientras que yo muero de vergüenza cada vez que miro tu escritorio.
—Bueno, yo solo pienso en ti .... Y en lo que hicimos.
Gruñí y cerró los ojos.
Tal vez se debió a nuestro pequeño deslice, pero en verdad me sentía tan cansada que termine quedándome dormida, y cuando volví a abrir mis ojos, seguí en el mismo lugar, pero ahora de noche.
Me levante con un poco de dolor de espalda y no mire a nadie en la oficina. Solo el ordenar está prendido, pero no hay nadie más que yo.
—¿Me dejaron?
Bostece.
Camine y me pare frente al cristal que deja ver una increíble vista, el cielo estrellado es tan hermoso y ver la ciudad desde esta altura es algo maravilloso.
Me quede mirando las estrellas un largo rato, son tan hermosas.
—Estrellas...
Entonces se me ocurrió una gran idea. Di unos saltos al imaginarme el cómo sería la revelación de sexo.
—Algo hermoso e inolvidable. ¡Si, eso es!
Por fin, por fin se cómo se los hare saber. Estoy tan emocionada que no puedo dejar de reír.
—Ya despertaste.
Gire y mire a Will quien entro junto con Davet en sus brazos.
—¿Esta dormido?
—Si, lo lleve al área de niños de la empresa.
—¿Área de niños?
—Si, ordene que lo construyeran después de que te fuiste.
Sonreí y Will dejo a Davet en el sillón donde antes estaba yo dormida.
—Tus palabras sobre como las mujeres con hijos la tienen difícil el conseguí un trabajo y el verte a ti en esa situación, me hicieron reflexionar mucho. Y ahora en todos los edificios Rosen, hay un área de cuidado de niños para mis empleados.
—Ese es mi chico.
Salte y lo abrace.
—Estas muy feliz ¿Ocurre algo?
—Bueno...
Me alejé con una gran sonrisa y abrí mis brazos a los lados teniendo el cielo estrellado de fondo.
—¡Ya se me ocurrió una idea para la revelación de sexo!
Will sonrió.
—Aja, entonces ¿Como será?
Le comencé a contar mi plan, él escucho atentamente y al final levanto las cejas sorprendió.
—Eso es fantástico.
—Verdad.
Tenía mi postura firme y una sonrisa orgullosa en mi rostro. Will se río y estrujó mi nariz.
—Auch, no hagas eso...
—¿Sabes que eres la mujer más tierna y hermosa del planeta?
Levanté una ceja y sonreí.
—Aja.
—Es en serio.
—Aja.
Ambos nos reímos y Will me abrazo desde atrás.
—Te amo Mara.
—Y yo a ti.
***
Y por fin llego el día, estaba en una esquina muriendo de los nervios mientras Alice y Andrew saludaban a los invitados.
—Mamá ahí esta Eytan ¿Puedo ir a jugar con él?
—Ve con cuidado.
Seguí con la mirada a Davet quien al llegar con Eythan, lo abrazó y comenzaron a jugar en una pequeña esquina donde hay juegos para niños y una persona cuidándolos.
—¿Por qué estas escondida?
Salte al escuchar una voz detrás de mí y cuando gire me encontré con Zoe.
—¡No me asustes así!
—Perdón, no era mi intención.
Suspire y rasque mi brazo.
—No es que me esté escondiendo, solo estoy lidiando con mis nervios.
Mordí mi labio inferior y escuché una risilla salir de su boca.
—No... No te burles.
—No lo hago.
Lo mire mal y él sonrió.
—A veces regresa la Mara de hace 5 años.
Desvíe la mirada avergonzada y Zoe acarició mi cabeza.
—No te agites por nada, siendo tú, estoy seguro todo saldrá bien.
Me morid la lengua.
—Bueno iré con los chicos.
El paso por mi lado, pero gire para llamarlo.
—Zoe, ¿Has estado viendo a Elaina?
El levanto una ceja y no dijo nada por unos segundos.
—Bueno, he estado en contacto con ella y la visito cuando pueda. Siendo sincero solo la he visto 2 veces en todo este tiempo, pero fue divertido.
—Eso, ¿Qué piensas de ella?
De nuevo se quedó en silencio y miro hacia arriba.
—Sobre eso, aún tengo sentimientos por ti Mara. No es fácil terminar con estos sentimientos cuando me aferre a ellos durante 5 años, por lo que no pienso mucho en Elaina.
No me salían las palabras así que solo lo mire con una mirada deprimente. Pero él sonrió.
—Aun así, Elaina y yo apenas nos estamos conociendo, ella dice que le gusto, pero yo no puedo corresponder esos sentimientos. Además, su hermano y yo no terminamos por sentirnos cómodos con el otro.
Una punzada más atravesó mi corazón, sentía como si un ladrillo me cayó sobre la cabeza.
—Jaja, no hagas esa expresión, no es tu culpa. Siempre ha sido así y aunque no estuvieras involucrada, no creo que William y yo tengamos una buena relación algún día.
—Lo sé, pero la realidad es que si estoy involucrada.
Zoe suspiró y se acercó unos pasos.
—Siempre te lo digo, deja de poner peso innecesario sobre tu espalda.
Me dio un leve golpe en la frente y sonrió.
—Aun te sigo queriendo Mara, pero si Elaina puede hacer que eso cambie, entonces lo intentaré.
Me quede unos segundos sin hacer nada, pero termine sonriendo.
—Si.
Zoe se giró y yo miré su espalda alejarse. En ese momento unos brazos atraparon mi cuerpo y un gruñido me hizo reír.
—No me hagas sentir tan molesto por favor.
Acaricie su cabeza.
—¿De qué hablas? Solo charlaba con mi amigo.
—Aja, y en esa charla volvió a salir el tema de lo que siente por ti. Tch, se lo diré a Ela.