El tiempo paso de una manera rápida y pacífica.
Navidad, año nuevo y san Valentín. Ya estamos en marzo y el calor ahora es más notable.
—Mami ¿Hoy vendrá Will?
—Si, cuando termine su trabajo.
Mi pequeño ya es un poco más grande y más apuesto. No sé qué hare cuando sea más grande y traiga a chicas a casa.
¿Qué tipo de suegra seré? Sinceramente me lo he imaginado, pero claro cuando llegue el momento será totalmente diferente.
—¿Qué es esto?
Gire la cabeza a un lado y mire a Jim quien tenía su mano sobre su pecho.
—¿Qué pasa?
—Hum, sentí un dolor cuando mi hijo pregunto con entusiasmo por otro hombre.
Trate de no reírme, pero me fue imposible.
—Eso son celos, jaja.
—¡Papa es el mejor! ¡Lo amo mucho!
Al parecer Davet escucho las palabras de su padre y se lanzó sobre el mientras le decía cuanto lo ama y es el mejor.
—¿Que les parece si tienen una noche padre e hijo?
Davet me miro interesado y Jim levanto una ceja.
—Bueno eso...
Jim miro al techo por unos segundos y termino asintiendo.
—Hum, tendré el fin de semana libre. ¿Qué te parece si lo pasamos juntos Davet?
—¡Si quiero!
—Si, iremos al zoológico, museo, tal vez al cine o al parque de diversiones.
—¡Si!
Davet comenzó a dar brincos emocionado.
—¡Ah! Mamá, solo me iré dos días, no te sientas sola. Te prometo llamarte en las noches para desearte dulces sueños.
Le sonreí a mi pequeño y asentí.
—Es una promesa entonces.
Una vez terminamos de hablar de los detalles, Jim se marchó y Davet fue a su habitación por un juguete de dinosaurio.
Cuando tocaron a la puerta, con una sonrisa la abrí y abracé a mi invitado.
—¿Como fue tu día de trabajo?
Me dio un suspiró como respuesta.
—Papeles, papeles y más papeles.
Me reí y como manera de animarlo lo besé.
—¿Ya estas mejor?
—Hmmm, no lo sé. Tal vez con una docena más mi ánimo mejorara.
Volví a reír y lo abrace de nuevo, Will beso mi cuello y chupo un poco.
—¡Will!
Los dos nos sobresaltados y separamos de inmediato, al oír la voz de Davet quien corrió a las piernas de Will.
—Hola Davet.
—¡Will! ¡Voy a tener un fin de semana completo con mi papá! ¡Me llevara al zoológico, al cine y parque de diversiones!
—¡Wo! Se escucha divertido.
Davet salto y Will me miro para confirmar lo que dice a lo cual asentí.
—Ven, acompáñame a elegir los juguetes que llevare a casa de mi papá.
Davet tomo la mano de Will y lo arrastro hasta su habitación.
Yo me quede viendo una película interesante y una hora después regresaron.
—¡Mama!
Davet corrió a mi lado con una gran sonrisa y coloco sus manos sobre mis piernas.
—Will me ayudo a escoger no solo mis juguetes, también mi ropa y también me ayudo a guardarla en mi maleta.
—Oh, maravilloso. Mamá tiene menos trabajo.
En ese momento llego Will con su saco en mano y un poco cansado. Se acerco mientras desabrochaba los dos primeros botones de su camisa y se sentó a mi lado.
—Los niños tienen mucha energía.
Dijo al ver como Davet seguía moviéndose feliz por todo el departamento.
—No, tú eres el anciano.
Will me miro de mala manera y yo me reí.
—Entonces, ¿Te quedas en mi casa el fin de semana?
Lo mire con una ceja levantada y el desvío la mirada. Termine suspirando y cruzando los brazos.
—No lo sé, creó que me gustaría pasarla tranquila aquí en mi pequeño hogar.
—¿Eh?
Me reí.
—Bueno, ¿Puedo quedarme el fin de semana?
—Ja, nunca te rindes.
Mire a Davet y luego a Will.
—Si, puedes.
Me encogí en mi asiento, y me mordí el labio.
Es más que obvio lo que haremos si estamos solos. Bueno no es que sea algo malo ya que somos pareja, pero Will tiene mucha resistencia...
Lo mire de reojo y el ladeo la cabeza esperando a que hablara.
—Tú tienes que controlarte, no soy una muñeca sexual.
Susurre a lo que el abrió mucho los ojos y luego llevo una mano a su boca para ocultar su risa.
—Ah, no te burles.
Me queje avergonzada y lleve mis manos a mi cara. Will se acercó y me abrazó.
—Hare un esfuerzo.
—Tienes que hacerlo, además las paredes son delgadas.
—Eso me excita.
Lo miré mal y le di un leve golpe en el brazo.
—No saques tu personalidad de fuckboy ahora.
Volví a reír y Davet al vernos abrazados corrió y se unió al abrazo.
El día termino y Will se despidió. Davet seguía corriendo de un lado a otro y yo me estire al sentir dolor en mi espalda.
—Estoy envejeciendo.
—¿Que? ¡No! ¡Mama es joven y bella!
Grita Davet y fingí llorar agradeciendo sus palabras.
El día siguiente llego y Davet se fue feliz a la escuela tomando la mano de su padre.
Termine de revisar su pequeña maleta donde esta lo que se llevara a casa de su padre y en secreto saque algunos juguetes que van de más. Claro que solo deje sus favoritos.
—Humm.
Suspiré y me senté al borde de la cama pensando en la abuela paterna de Davet.
Nunca me ha gustado que este cerca de mi hijo, pero es su abuela y tiene todo su derecho, aunque no tengamos una buena relación.
Esa señora siempre incita a Davet a irse a vivir con su padre prometiéndole dulces y muchos juguetes.
Mi hijo no es tonto y sabe lo que hay detrás de esas palabras. Davet siempre me elige ya que no es un secreto que nuestro vínculo es más fuerte que el de su padre y él.
Pero, aun así, esa señora me preocupa. Jim sabe de mis preocupaciones hacía su madre y lo entiende. Aun no puedo perdonarla por querer quitarme a mi hijo hace 5 años.
—Nunca se lo perdonare.
Y ahora que mi relación con Will ya no es secreta, mis nervios están al límite cuando sé que mi pequeño va a esa casa.