POV's William
Un dolor horrible en el pecho me estaba matando por dentro. Una parte de mi lo sabía, Mara se estaba despidiendo.
Miré al techo esperando que mis suplicas fueran escuchadas, hace años yo era un inmaduro jugador, pero Mara me encontré y me salvó.
Si ella se va, no poder seguir adelante. Si ella me deja yo moriré de tristeza.
—Hermano— levante la cabeza, frente a mi esta mi hermosa Ela con su cara llorosa. —Hermano.... —me abrazó con fuerza y lloró.
—¿Cómo? — salió de mi boca esa pregunta al recordar que no le e avisado a nadie.
—Está en todas partes Will. Televisión y redes sociales. Fuera del hospital está lleno de cámaras. Le di órdenes a los hombres para que no dejaran entrar a nadie sospechoso y están trabajando con la seguridad del hospital.
—Si... Gracias.
—Andrew también está ayudando, papá me llamo y me dijo que vendrá a hacerse cargo de la empresa por un tiempo y mamá esta por tomar un avión.
—Mara... Ella se despidió de mí y me pidió que cuidara de Davet y Maeva.
—Will... — la tome de los brazos y aprete con fuerza.
—¿Que hago Ela? Si Mara... Si ella muere... No podre... — solloce y Ela me cubrió con su cuerpo.
—Estoy aquí hermano, estaré contigo hasta el final.
Paso el tiempo, pero ya sean segundos o minutos para mí fue una eternidad. Llego Alice, Axel, Alan, Paulette y Zoé. Tuve que llamar a los padres de Mara y me avisaron que ya están por tomar el avión y entendían por qué no les llame antes.
—Will, hermano, ve al baño y límpiate un poco. — Ela me tiro de la mano para que me levantara —No se puede hacer nada con tu ropa, pero limpia la sangre de tus manos y cara.
Me sentía totalmente distraído y fue Alan junto con Axel quien me llevaron al baño y me ayudaron un poco.
Era como si fuera un cuerpo sin alma, y así sería hasta saber cómo esta Mara y mi hija.
Regresamos y Ela vino a mi lado de inmediato. Esperamos unos minutos más y se acercó Bianca.
—William— al escuchar mi nombre salir de su boca la mire y me pare de un salto.
—¿Cómo esta Mara? ¿Y mi hija?
—La bebe está bien, Mara hizo un gran trabajo— suspire al saber que mi hija está bien. —Pero debido a que nació antes de tiempo, y la situación inesperada, la tendremos dentro de una incubadora y observación.
—Si, bien. ¿Y Mara cómo esta? — se quedó en silencio y comencé a pensar lo peor —Ella... Mara. —las lágrimas se acumularon, pero a pesar de lo doloroso que era preguntar, tenía que hacerlo —¿Mara murió?
Bianca siguió en silencio unos pocos segundos más y entonces me dio la respuesta de la pregunta más difícil de mi vida.
—Will ella tuvo un paro cardiaco, pero logramos reanimarla. Ahora mismo se encuentra en otra cirugía donde el doctor Jhon está extrayendo la bala de su espalda. Tenemos que esperar hasta que termine y vengan a informarte.
Cerré los ojos y las lágrimas resbalaron, de nuevo estoy a la deriva.
Ela me abrazo y también lloro. Nos sentamos y así permanecimos abrazados, Alice se sentó y me tomo de la mano transmitiendo que está conmigo.
Me tomo por sorpresa la llega de mi padre, cuando Ela me lo susurro en el oído levante la mirada y él me miraba como cuando era un niño y lloraba porque me caí y raspe la rodilla.
Fue como volver a esos tiempos.
Se acerco y me tendió la mano, la tome y con un jalón me levanto y me abrazo. No entendí del todo y no quiera entenderlo, solo sabía que me reconfortaba su gesto.
—Mara es parte de los Rosen, y como una Rosen sé que es fuerte. Ella lo lograra, estoy seguro.
—Papá...— clave mi cara en su hombro y lloré, el solo me dio palmadas en la espalda y no dijo nada más.
Una hora más paso y no podía seguir sentado, así que comencé a dar vueltas por la sala de espera y a la vez mordía las uñas de mis manos.
—Tío Jhon— al escuchar a Alice de inmediato me acerque al hombre de azul.
—¿Cómo está mi esposa? — pregunte apenas llegue a su lado.
—Sorpresivamente sobrevivió, pero su estado es demasiado delicado. Después del daño que sufrió su cuerpo internamente, las cosas para ella serán al principio difíciles.
Mara sobrevivió, el saber que su corazón sigue latiendo me ha quitado mucho de encima, pero ahora mismo las palabras de doctor me están poniendo de nuevo nervioso.
—En este momento su cuerpo es demasiado débil, y aún hay riesgo de que sufra otro paro cardiaco. Ella está en terapia intensiva y hasta que despierte no podremos asegurar su bienestar.
—¿Cuándo despertara?
—No lo sabemos, pero lo más seguro será dentro de días o incluso dentro de un mes.
Suspire y me tranquilice, si su corazón late puedo soportarlo. Mientras su corazón lata hay esperanza.
—Quiero verla— el doctor negó.
—Por ahora no será posible, lo siento.
—Tío, ¿Cuándo podremos verla? — lo pensó un rato, pero me miró fijamente.
—Mañana, solo le daré permiso a su esposo para que pueda estar a su lado un par de horas.
—Gracias doctor.
Me senté dejando salir un suspiro de cansancio, mi madre llego y me abrazó. Si fuera una situación normal esto sin duda sería extraño, pero ahora mismo en verdad necesito sentir el apoyo de mi familia.
Bianca volvió y se acercó a mí.
—¿Quieres conocer a tu hija?
—¿Puedo?
—Si, pero será a través del cristal. Cómo lo dije, la tenemos dentro de una incubadora y en observación.
—Si, está bien.
—Pueden venir todos, solo no hagan ruido.
Seguimos a Bianca hasta el área de bebes. Mire a muchos bebes dentro, pero solo unos cuantos en incubadora.
—Tu hija es la que está en esta esquina. — seguí el dedo de Bianca el cual apunta a un pequeño bebe que está profundamente dormido.
Lo mire un largo tiempo y a mis ojos era él bebe más hermoso de todo los que hay. Es tan pequeña, sus mejillas están llenitas y tiene un ligero sonrojo.