Cenizas de amor

Capítulo 38

Estoy descansando bien, en verdad me siento mucho mejor y creó que es hora de despertar.

Abrí los ojos lentamente y pestañe varias veces hasta que me acostumbre a la luz. Quite la máscara de oxígeno de mi rostro y me queje cuando intente moverme, pero sentí un pequeño dolor.

—¿Mara?

Guiándome del sonido de la voz, logre distinguir después de unos segundos la figura de mi suegra en una esquina. Ella se levantó del asiento asombrada y comenzó a llamar a un doctor.

—¿Cómo te sientes?

—Ten... Tengo sed.

De la jarra de agua sirvió un poco en un vaso y me lo entrego. Levante un poco la cabeza y un pequeño dolor me molesto.

—Ya has despertado, estoy tan feliz— la mire y en sus ojos se formaron las lágrimas.

—Ah— recordé poco a poco lo que sucedió y de inmediato pregunté por mi hija —¿Mi hija? — ella sonrió y contesto mi pregunta con calma.

—Ella está bien, es una preciosa bebé— suspiré de alivió y volví a dejar mi cabeza recostada en la almohada.

La puerta de la habitación se abrió y entro el doctor junto con un enfermero.

—Buenos días Mara— me saludo mientras se acercaba con una sonrisa —Has descansado muy bien y eso ayudo mucho a tu cuerpo.

—Si, aun no puedo creer que sobreviví.

—Para nosotros también fue una gran sorpresa. Tu cuerpo quedo en un estado supremamente delicado, no teníamos muchas esperanzas.

Yo lo sabía, pero escucharlo me hace sentir escalofríos.

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Fue un mes. — mis ojos se abrieron de sorpresa —Si, mucho tiempo, pero ahora el riesgo a disminuido bastante.

—¿Ha disminuido? Entonces aún sigue el riesgo.

El doctor dejo de checar los aparatos y miro a mi suegra y después a mí.

—Mara debido a todo lo que tu cuerpo vivió las cosas serán un poco más delicadas. Ya no tendrás la misma resistencia y tendrás que tomar ciertos medicamentos por un tiempo.

—Cuando habla de resistencia ¿Se refiere a?

—Me refiero a que tu cuerpo se ha vuelto débil. Puede que llegues a cansarte muy rápido, sentir mareos, enfermarte de manera muy rápida y sencilla e incluso sufrir desmayos.

Cerré los ojos y suspiré. Entonces me surgió una duda, pero antes de que pudiera formularla en mis labios, Will entro y corrió a mi lado.

—Mi amor— me abrazó y sollozó un poco —Por fin despiertas.

—Perdón por preocuparte— negó suavemente y se alejó para mirarme a los ojos.

—Lo importante ahora es que despertaste— Will miro al doctor.

—Ah, me está explicando mi estado. Por cierto, tengo una pregunta.

—Te escucho.

—¿Podre volver a embarazarme?

Sentí el cuerpo de Will tensarse y el doctor no respondió de inmediato. Presioné con la mirada por una respuesta y después de un suspiro respondió.

—Sobre eso, es mejor que durante los próximos 5 años no tengas un embarazo, pero eso no significa que después de ese tiempo no corras ningún riesgo. A lo que me refiero es qué tu cuerpo mejorar en resistencia dentro de 5 años, pero aún no será suficiente para soportar un embarazo el cual sería muy riesgoso.

Asentí lentamente al entender sus palabras, mordí mi labio y me sentí frustrada. Por culpa de una venganza, casi pierdo la vida y mi cuerpo ahora sufre las consecuencias.

—No lo necesito— hablo Will —Si las cosas serán así entonces no necesito más hijos, con Maeva y Davet es suficiente para mí.

Sonreí y extendí mis brazos esperando ser abrazada por él, lo cual fue cuestión de segundos.

—Gracias Will, te amo.

—También te amo.

Por el momento concuerdo con Will, pero dentro de 5 o 10 años tal vez cambie de opinión. No lo sé, pero hasta que sienta lo contrario, seguiré las instrucciones de los doctores.

Las personas no tardaron en llegar al enterarse de que despertar, incluso la noticia se filtró a los medios y de nuevo fuimos tendencia en redes sociales y televisión.

Agradecí a quienes venían a saludar, pero yo solo estaba entusiasta por recibir a mis dos hijos.

—¿Cuándo vendrá Davet?

—Jim lo traerá dentro de poco.

—¿Y a mi pequeña Maeva?

—Ya le pregunté a Bianca y también me dijo que dentro de unas horas podrás tenerla unos minutos.

Miré el techo esperando a que esa hora llegara, pero volví a distraerme cuando Will se sentó a mi lado y comenzó a acariciarme.

—Gracias por luchar Mara, si te hubieras dado por vencido...

—Pero no lo hice, eso es lo importante— sonreí y él se acercó para besar mi frente.

—Te admiro, eres mi hermosa mujer maravilla.

—Jaja ¿Mujer maravilla?

—No te burles, soportaste tanto dolor por nuestra hija y lo único que yo pude hacer fue rezarle a quien quiera para que te salvará. A eso me refiero cuando hablo de una mujer maravilla.

—Bueno, me halagas— me abrazo y beso mi sien.

—Mara, ¿Por qué no me hablaste de Mark? — preguntó después de unos segundos en silencio.

—Sinceramente solo tu estabas en mi mente que en algún momento olvide a ese hombre. Pero no quita el hecho que debí hablarte de él desde el principio, solo que no quería que lo supieras.

—¿Por qué no?

—Primero, podía adivinar cual sería tu reacción al saber que casi fui atacada sexualmente y estoy segura que me prometerías no hacer nada, pero en secreto mandarías a asesinar a ese hombre.

No contesto y miro a otro lado.

—Si, lo sabía.

—Claro que no me quedaría con los brazos cruzados.

—Y yo te dije que no quiero que el padre de mi hija este tras las rejas.

—Bueno, ¿Cuál es la otra razón? — mire un momento hacia abajo y conteste sintiendo una bola en mi garganta que me impidió hablar con claridad.

—Por vergüenza. — dije con voz temblorosa.

Las lagrimas salieron y Will me abrazo. Me consoló unos minutos y tuve que tranquilizarme cuando recibió un mensaje de Jim diciendo que ya llegaron al hospital.



#3067 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, mama

Editado: 18.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.