Donde todo empezo

Hola mi nombre es tory miller, tengo 18 años y es mi primer día de clases en la universidad, estudio derecho ya que es algo que me apasiona y por si se preguntan de donde lo saque, pues déjenme decirles que es por mis padres que son abogados muy exitosos en mi ciudad de cafri. 

Espero algún día, poder llegar aun más lejos que ellos y demostrarle a todos que es por mi propio esfuerzo y no por mis padres aunque gracias a ellos cuento con las posibilidades económicas que muchos no tienen. 

Hola mi nombre es Caleb scott, tengo 19 años y hoy es mi primer día de clases en la universidad, mi carrera es derecho ya que mi padre espera que me haga cargo de sus negocios algún día, por eso espero prepararme lo mejor posible para lograrlo. 

Caleb: Me encuentro caminando por los pasillos directo a mi salón, cuando de pronto siento un golpe en el pecho, al voltear hacia el suelo pude ver a una chica muy linda tirada a causa del golpe. Al parecer estaba distraída y apenas se dio cuenta de lo que pasó. 

Tory: Bueno como les decía, mis clases inician hoy y ya voy tarde, trato de encontrar mi salón pero la escuela es demacrado grande y ya me perdí, trato de encontrar algún alumno, pero es inútil no hay nadie al parecer todos ya están dentro de las aulas. 

Parece que me perdí en mis pensamientos pero seguí caminando, cuando de pronto me veo en el suelo y al mirar hacia arriba un chico me observa de manera burlesca. 

Tory: De verdad lo siento, estaba distraída. 

Caleb: Descuida chica linda, se que soy irresistible, pero si me querías abrazar no era necesario que te tiraras al suelo. 

Tory: ¿De qué hablas? ¿Al menos pusiste atención a lo que te dije o solo te perdiste en la parte del golpe? 

Caleb: creo que tu belleza ocaciono que no prestará atención.  Descuida te ayudaré a levantarte o ¿acaso piensas quedarte ahí? 

Tory: Claro que no señor musculitos, pero podrías decirme ¿dónde queda el aula 305? 

Caleb: wow parece que hoy es mi día de suerte, por que justo hacía ahí me dirigía, vamos yo te guió. 

Tory: mmm así que tendré que verte mas de lo pensado, pero esta bien vamos, espero que el profesor nos deje entrar. 

Las clases ya habían iniciado, cuando se encucha que tocan la puerta, ante esto todos guardan cilencio a la espera de que el maestro investigue quien interrumpió su clase. 

Sr. Emanuel: ¿Jóvenes en que les puedo ayudar? 

Caleb: Profesor lo siento tuvimos un pequeño contratiempo y por eso llegamos tarde, ¿podemos pasar? 

Sr. Emanuel: Bueno como primera lección chicos, a mi clase nadie entra después de cerrar la puerta así que lo siento pero no, los veré el día de mañana. 

Tory: Pero profesor nosotros te... 

Sr. Emanuel: Regla número dos, nadie me interrumpe cuando hablo señorita... 

Tory: Tory Miller. 

Sr. Emanuel: Así que Miller... bueno pues espero que a partir del día de hoy aprendan mis tres reglas de oro y ambos se esfuercen por aprobar, lo siento pero sin importar quienes sean sus padres mis reglas se respetan y por el día de hoy tendrán que regresar a casa. 

Tory: En mi mente lo único que pude pensar es ¡rallos, mi primer día y las cosas comienzan a ponerse cada vez peor! Al girar mi rostro veo que el señor musculitos esta demaciado tranquilo como si esto le pasara todo el tiempo, nada que ver a como me siento yo que siento que entraré en una crisis, enserio creo que nadie puede tener peor suerte que la mia, mira que de todos los días, justo hoy tuve que llegar tarde, tropezar con un chico y por último tener que escuchar el discurso del profesor solo por mi apellido. 

Caleb: Profesor de verdad lo sentimos por interrumpir su clase pero...

Sr. Emanuel: Lo siento pero no hay excepciones para nadie señor... 

Caleb: Caleb scott, profesor. 

Sr. Emanuel: Bueno como les decía las reglas aplican para todos ya que si los dejo pasar, tendría que hacer la excepción con sus demás compañeros. Por cierto, la regla número tres es que únicamente se revisaran los trabajos de las personas que acudieron a las clases en que explique y deje la tarea, así es que como verán perdieron su primer trabajo, bueno pueden retirarse y mañana los espero puntuales.

El maestro cierra la puerta dejándolos pensativo y algo molestos. 

Tory: ¡No puede ser! Por mi culpa llegamos tarde y no podremos entregar los trabajos.

Caleb: No te preocupes, será mejor volver mañana más temprano, bueno adiós chica linda, te veré mañana en clases. 

Los dos salen de ahí y cada uno se va hacia su hogar, por diferente rumbo. 

Al día siguiente...