Hace unos cuantos siglos...
Eirnath era uno de los reinos más conocidos, por su gran abundancia y posesión de dichas gemas que proporcionaban poderes. Pero su egoísmo fue su sentencia de guerra.
Al no querer compartir sus riquezas, los demás reinos se volvieron contra ellos. Khaelyra, Aelysra, Eryndhal y Myrvael, los cuatro firmaron una alianza para conseguir los tesoros a como dé lugar.
Eirnath, al verse en esa situación, buscó formas de salir, huir a donde fuera, pero no había manera.
Así también, en esos tiempos fue descubierta la salvación. Las gemas, las mismas que intentaron esconder, contenían el poder suficiente para protegerlos. Se fundieron las más poderosas que había: las de protección, creando una piedra más grande que cualquier otra. Y, junto con su tamaño, también aumentaron las capacidades.
Esa fue la manera en la que se salvaron.
Aunque siempre tiene que haber un error.
Las protecciones que levantó Eirnath fueron de un tamaño descomunal, que ni ellos pudieron controlar hasta qué punto estaban las barreras.
Khaelyra sufrió las consecuencias: el reino fue dividido y una gran parte de la población quedó dentro de los límites, conviviendo con Eirnath.
Ahora, con los terrenos divididos y enemigos obligados a vivir bajo el mismo cielo, comienza esta historia.