Narrado por Erik — Año 2450, Arkoa
Odio cuando el mundo se detiene.
Porque justo antes de romperse…
siempre hace silencio.
Y ahora, en medio del Mercado de Sombras, con Nova temblando entre mis brazos y la mirada de todos clavada en nosotros, sé que ese silencio es la señal de que algo va a estallar.
El Intermediario sigue ahí, quieto, como si fuera una estatua cubierta de polvo. No se mueve, no respira fuerte, no tiembla.
Nadie debería estar tan tranquilo después de lo que pasó.
Nova parpadea.
Sus ojos todavía tienen ese brillo extraño.
Me duele verla así: rota, confundida, asustada.
Yo la tomo de la mano.
—Nova… respirá. Estoy acá.
Ella me mira.
En sus ojos no solo hay miedo.
Hay… reconocimiento.
Como si después del pulso me viera por primera vez.
Estela intenta incorporarse con la ayuda de Susan. Su piel está pálida, como si hubiera perdido algo más que energía.
Kai se acerca a nosotros.
—Erik… —susurra, con la voz más grave que de costumbre—. Algo se está moviendo en los túneles otra vez. No son comerciantes.
Mi cuerpo se tensa automáticamente.
—Vacíos.
—Y no pocos —agrega él.
Bella se lleva la mano al arma artesanal.
—El Mercado no va a aguantar otra estampida. Si vienen, esto se vuelve un baño de sangre.
El Intermediario ladea la cabeza, aún tranquilo.
—No vienen por ustedes —dice—.
Vienen por ella.
Yo siento que mi sangre se enfría.
Susan se adelanta un paso.
—¿Por Nova?
—No —corrige él, mirando hacia Estela.
—Por ambas.
Estela aprieta los labios, temblando.
—No… por favor no otra vez… —dice en un hilo de voz.
Bella la sostiene.
—No te van a tocar. Te juro que no.
Pero el Intermediario sigue hablando, como si conociera una historia que nosotros nunca oímos.
—El pulso de la niña —señala a Nova— activó rutas dormidas.
Y la otra —señala a Estela— escuchó más de lo que debería.
El Núcleo siente eso.
Las criaturas también.
Susan lo mira con ojos afilados.
—¿Qué sabés del Núcleo?
El Intermediario se queda en silencio un momento.
Y cuando por fin habla, lo hace con palabras que parecen cargadas de siglos.
—El Núcleo no es un lugar.
Es un eco.
Un latido.
Algo que RESET dejó en el mundo para que siguiera respirando, aun cuando la humanidad dejó de hacerlo.
Me acerco un paso, apretando el cuchillo.
—Decilo claro. ¿Qué quieren de Nova? ¿Qué quieren de Estela?
Su máscara refleja mi rostro deformado por la furia.
—Finalizar el ciclo.
Volver a empezar.
—¿Empezar qué? —gruñe Kai.
—La evolución.
Nova retrocede.
Su mano tiembla dentro de la mía.
—No… no quiero… —murmura, casi sin voz—. No quiero ser parte de eso.
Y yo…
yo no puedo verla así.
No puedo dejar que la arranquen de nosotros.
No puedo dejar que sea una herramienta más del pasado.
Pongo mi cuerpo delante de ella.
—No van a tocarla —digo—. Jamás.
El Intermediario no discute.
Solo dice:
—Entonces corran.
Susan mira a los lados.
—¿Dónde?
El suelo vibra.
Los puestos crujen.
La gente empieza a moverse desesperada.
Yo lo siento antes de escucharlo:
Pasos.
Muchos.
Rápidos.
Irregulares.
Vacíos.
Bella apunta hacia la entrada del pasadizo por donde vinimos.
—¡Son un montón! ¡Nos van a rodear!
Kai analiza el Mercado con rapidez.
—Hay otra salida hacia el norte, detrás del corredor de metal. Pero tendremos que pelear para abrir paso.
Stiven ya está en posición, lanza en mano.
—Digan la palabra.
Y entonces…
los vemos.
Sombras torcidas entrando al Mercado.
Doce.
Quince.
Más.
Sus cuerpos temblando como si fueran marionetas rotas.
Sus ojos blancos clavados en nosotros.
Sus bocas abiertas en un grito que no se escucha, pero se siente.
—¡Mierda! —Bella retrocede—. Están más alterados que antes.
Nova se aferra a mi brazo.
Estela cae de rodillas, cubriéndose la cabeza.
—Las voces… —susurra—. Están gritando…
La agarro del hombro.
—Estela, mirame —digo, serio—.
No escuches. No son tuyas. Son ecos.
Ella respira agitada.
—No… no son ecos…
Son órdenes.
Mi corazón se tensa.
Susan lo confirma después de solo un segundo de análisis.
—Los Vacíos están respondiendo a la señal del pulso.
A Nova.
Nova abre los ojos como si la hubieran apuñalado.
—No. No soy yo. No soy yo. ¡No soy yo!
Yo la abrazo con una mano mientras con la otra sostengo el cuchillo.
—No sos vos. Sos algo que te quiere romper. Y yo no lo voy a permitir.
Kai grita:
—¡Erik! ¡Vienen por la derecha también!
Miro.
Sí.
Dos Vacíos ya están escalando los puestos.
Stiven los enfrenta.
Bella dispara.
Susan calcula rutas de escape.
Kai protege el flanco izquierdo.
Y yo… tengo a Nova temblando en mis brazos.
Tengo que elegir.
Luchar.
O correr.
Los Helix podrían aparecer en cualquier momento.
Los Vacíos ya están encima.
El Mercado colapsa.
Entonces escucho al Intermediario.
—Si van a vivir…
vayan hacia el norte.
El Núcleo ya despertó.
Y ustedes están en su camino.
No me gusta obedecer a nadie.
Menos a alguien como él.
Pero no tengo elección.
—¡CORRAMOS! —grito.
Stiven abre camino con la lanza.
Bella dispara contra los que se acercan más rápido.
Kai empuja puestos para bloquear pasillos.
Susan ayuda a Estela a ponerse de pie.
Y yo cargo a Nova, porque ya no puede caminar sola.
El Mercado se vuelve caos.
Gritos.
Ruido.
Sombras moviéndose demasiado rápido.
Estructuras cayendo.
Voces que se mezclan con otras voces que no son humanas.