Cenizas del amanecer

Capítulo 13

Perfecto, Avril 🔥
Sigo EXACTAMENTE donde terminó el Capítulo 12:

  • La cúpula del Núcleo comenzó a abrirse.
  • Nova y Estela están en activación.
  • El sistema las reconoce como "Unidad 7" y "Unidad 4".
  • Erik está desesperado.
  • Susan reveló que el Núcleo es el corazón de RESET.
  • El grupo está frente a la entrada.
  • Ahora narra

Narrado por Kai — Año 2450, Arkoa

Hay momentos en los que el mundo se detiene por completo.
Pero no porque esté en paz…
sino porque está por tragarnos vivos.

Y este es uno de ellos.

La cúpula del Núcleo se abre despacio, como una bestia gigante estirando las mandíbulas.
Luz blanca emerge de las grietas, cortando el aire en líneas rectas, como si alguien hubiera abierto un amanecer dentro de la tierra.

El sonido es antiguo.
Metálico.
Profundo.
Como huesos chocando entre sí en cámara lenta.

Erik sostiene a Nova.
Ella tiembla, y su respiración es un hilo roto.
Estela está en el suelo, con los ojos en blanco.
Susan analiza todo lo que puede, pero está tan pálida como Estela.
Bella aprieta el arma con tanta fuerza que sus dedos se ponen blancos.
Stiven mira hacia todos lados, como si esperara un ataque de cualquier dirección.

Y yo…
yo soy el único que da un paso adelante.

No porque no tenga miedo.
Lo tengo.
Pero estoy cansado de que este mundo decida por nosotros.

—Kai —dice Bella—. No te acerques.

—Alguien tiene que ver qué hay dentro.

—Ese “alguien” no sos vos —responde—. Nadie sabe qué hace el Núcleo cuando se activa.

—Precisamente por eso tengo que ver.

Erik me mira, tenso.

—No te acerques demasiado. Si algo se mueve, te saco a la fuerza.

—Va a ser tarde si esperamos a que “algo se mueva” —digo.

El aire delante de la cúpula ondea.
Como calor…
pero esto no es calor.
Es otra cosa.

Un campo.
Un pulso.
Un latido.

El Núcleo late.

Sí, literalmente late.

Cada segundo, una vibración empuja el aire hacia afuera, como si el mundo respirara a través de las grietas.

Doy otro paso.

El brillo blanco me refleja en los ojos.
Puedo ver sombras moviéndose dentro.
No figuras humanas.
No máquinas.
Algo intermedio.

—Kai… —dice Susan—. Hay radiación cognitiva. Mucha. Tu cabeza no va a aguantar.

Sonrío irónico.

—Mi cabeza aguanta más de lo que parece, Susan.

Ella mira a Nova y a Estela.

—No cuando ese lugar está diseñado para hablarles a ellas.

Eso me detiene un segundo.
En serio un segundo.

Porque la verdad es que tengo miedo de que tenga razón.

Pero entonces Estela levanta la mirada, apenas consciente.

—No… —susurra—. Él… sí puede entrar.

Susan se congela.

—¿Por qué él?

—No sé… —Estela respira entrecortado—. Pero las voces dicen que él… puede ver sin ser visto.

Erik me mira con furia contenida.

—¿Qué mierda significa eso?

—Significa —respondo antes de que Susan lo haga— que voy a entrar primero.

Bella da un paso hacia adelante, casi gritando.

—¡No seas idiota, Kai!

—¿Con qué otra opción te quedás? —le respondo, sin elevar la voz.

Ella abre la boca… pero no dice nada.

Porque tiene razón.
No hay otra opción.

Me acerco más a la cúpula.

La luz cambia.
Ya no es blanca.
Es azulada.
Pulsante.

Y por primera vez lo escucho claramente:

Una voz.

No humana.
No metálica.
Algo intermedio.

“Unidad 7 detectada. Unidad 4 en proceso de estabilización.”

La sangre me hierve.

—¿Por qué hablan así? —pregunto.

Susan responde, sin dejar de observar los pulsos.

—Porque RESET nunca trabajó con nombres.
Solo con números.
Y si Nova es la Unidad 7 y Estela la 4…

Bella completa la frase:

—Hay más.

Stiven frunce el ceño.

—¿Cuántos más?

Nadie sabe.

La voz del Núcleo continúa:

“Puerta 1: abierta.”

La cúpula termina de abrirse.

Y lo que vemos dentro…
es peor que cualquier cosa que imaginé.

Una sala circular.
Todo iluminado desde ninguna fuente visible.
Máquinas suspendidas en cables que parecen nervios.
Pantallas rotas con símbolos que no puedo reconocer.
Pilares de vidrio con líquido oscuro dentro.

Pero lo peor…
lo peor está en el centro.

Una plataforma metálica.
Con siete ranuras.

Siete.

Erik traga saliva.

—No… decime que no… por favor…

Susan lo confirma con una voz casi inaudible.

—Siete unidades.
Siete como Nova.

—No como yo —dice una voz débil.

Nova.
Abre los ojos por primera vez desde que entramos al norte.

Pero esos ojos…
no son de ella.
No del todo.

—Yo no soy una unidad —dice—.
Soy un error.
Un fallo.
Por eso… me desperté tarde.

Un escalofrío se me clava en la espalda.

—Nova, no digas eso —dice Erik—. No sos un fallo. Sos vos. Sos nuestra amiga.

Ella sonríe… pero no es su sonrisa.

—Vos no entendés…
Ninguno entiende.

Las luces de la sala parpadean.

Bella apunta su arma hacia un panel extraño.

—¿Qué está pasando?

El Núcleo responde:

“Unidad 7: sincronización iniciada.”

Erik gira hacia mí, desesperado.

—¡Kai, hacé algo! ¡Entrá ahí adentro! ¡Cortá lo que tengas que cortar! ¡No voy a dejar que se la lleven!**

Corro.

Entro a la sala.

El aire se vuelve frío.
Denso.
Como si estuviera respirando agua.

Mis oídos zumban.
Mis dedos se entumecen.
Mi visión se distorsiona.

Pero sigo caminando.

Porque si alguien tiene que avanzar primero… soy yo.

La plataforma se ilumina.
Una de las ranuras parpadea en azul.



#171 en Ciencia ficción

En el texto hay: postapocaliptica

Editado: 17.11.2025

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