Cenizas del amanecer

Capítulo 28

Narrado por Erik — Ruinas de Arkoa

El cuerpo negro se está armando delante de mí.
No debería tener forma.
No debería tener textura.
No debería existir.

Pero existe.

La figura recién nacida del Eco se incorpora como si estuviera aprendiendo a usar un cuerpo prestado.
La sombra se desliza, se estira, se contrae.
El aire vibra.
El suelo tiembla.
Las plantas mutadas se inclinan hacia atrás.

Y Nova…

Nova está perdiendo la luz.

No lo permito.
No lo voy a permitir.

—¡NOVA! —grito.

Ella tiembla como si el aire fuera demasiado pesado.

Kai la sostiene.
Susan intenta sacudirla.
Bella está paralizada, con Louis convulsionando en sus brazos.
Estela reza algo que no entiendo.
Stiven observa al monstruo como si fuera su dios.

Me adelanto.
No pienso.
No puedo pensar.

—Erik —dice Kai, con la voz quebrada—.
No te acerques a eso.

—¿Ah no? —suelto—.
Mirá.

Camino hacia la criatura.

Sus ojos… no existen.
Pero algo dentro de ella se mueve como si me mirara igual.

Le hablo sin gritar.

—Dejala.

La sombra inclina la cabeza.
Como si analizara el sonido.
Como si saboreara mi voz.

—No la toques —repito.
Mi mano aprieta el arma.
Mi mandíbula duele de lo fuerte que la cierro.

La criatura se mueve un poco más.
Y entonces la escucho.

No con los oídos.

Con el fragmento en mi pecho.

—Vos… también sos mío.

Un dolor punzante me clava el pecho.
Me arrodillo.
Grito entre los dientes.

Kai se acerca.

—¡ERIK!

—NO TE ACERQUES —rujo.

No quiero que nadie más sienta esto.

El Eco no habla.
No piensa.
No razona.

Invade.

Intenta arrancar algo de mí.
Mi fragmento.
Mi fuerza.
Mi memoria.
No sé qué.

Pero sabe mi nombre.
Sabe quién soy.

—Vos… —jadeo—
no vas a tocar a mi gente.

La criatura da un paso.
Cada pisada deja marcas negras en el suelo.
Cicatrices que se mueven como gusanos.

Stiven sonríe.
Como si estuviera viendo una obra de arte.

—Nació incompleto —dice—.
Necesita la raíz para terminarse.

Nova grita.
Un grito corto.
Después cae de rodillas, como si el mundo le hubiera fallado.

Kai la sostiene, desesperado.

—¡NOVA, RESPIRÁ!
¡¡RESPIRÁ!!

Susan se agacha rápido y toca el suelo.

—No es un cuerpo físico —dice—.
Es un contenedor temporal.
Un interfaz.
Está buscando un “núcleo” para fijarse.

Bella aprieta más fuerte a Louis.

—Ese núcleo es Nova, ¿no?

Susan no responde.
Ese silencio es un sí.

Me levanto.
No sé cómo.
No sé con qué fuerza.

Solo sé que no voy a dejar que Nova sea absorbida.

No hoy.

No nunca.

---

El Eco extiende un brazo.
Negro.
Líquido.
Blando y afilado al mismo tiempo.

Apunta directo a Nova.

Mi corazón estalla.

—¡¡NO!! —salgo corriendo.

El mundo desaparece.

Solo veo a Nova.

Y a esa cosa acercándose.

Me pongo entre ella y el Eco.
Como siempre.
Como tengo que hacerlo.
Como DEBO hacerlo.

La sombra me toca el pecho.

Me muero.

Eso siento.

Un dolor frío, como agujas entrando entre mis costillas.
Mi respiración se corta.
El mundo parpadea.

Kai grita mi nombre.
No lo escucho.
O sí.
Lejos.
Como si el sonido viniera de otro plano.

Mi fragmento intenta defenderse.
Lo sé.
Lo siento.

Un calor interno.
Una vibración.

Pero el Eco es más fuerte.
Se mete en mi cabeza.
En mis recuerdos.
En mis cicatrices.

Y susurra:

—Vos… sos el estabilizador.
Vos me abrís el camino.

—Andate… —suelto con la boca llena de sangre—.
Andate… de mi cabeza…

La criatura me levanta del suelo como si fuera un muñeco roto.

El brazo negro atraviesa mi pecho sin romper carne.
Sin sangre.
Sin huesos partidos.

Pero siento que me roba algo.
Que me toma algo del alma.

Kai salta para ayudarme.

—¡¡Erik, lo mato!! ¡LO MATO!

Stiven se pone delante de él.

—No podés tocarlo.
Todavía no tiene forma completa.

—Apartate o te juro que—

Pero Stiven no retrocede.

—No me provoques, Kai.

La criatura me tira hacia atrás.
Suelto un grito ronco.

Y entonces…

Nova se levanta.

Temblando.
Llorando.
Desesperada.

Pero se levanta.

—¡PARÁ!
¡¡PARÁ, ECO!!

Su luz explota de nuevo.

Pero no es como antes.
No es un destello limpio.

Es una luz rota.
Fracturada.
Dolorosa.

La sombra que me tiene se agrieta.

El Eco suelta un rugido extraño.
Como si le hubieran clavado una estaca.

Me cae de golpe al piso.

Nova camina hacia él.
Con la luz temblando alrededor.

—No me vas a controlar —dice—.
Nunca.

La criatura se abalanza hacia ella.

Yo me levanto a pesar del dolor.

—¡¡NOVA!! ¡¡NO!!

Pero ella extiende la mano.

La luz la envuelve.

Y dice algo que me deja sin aire:

—Si querés nacer… vas a tener que pasar por mí.

La sombra se frena.

Un segundo.

Dos.

Y estalla contra ella.

Kai grita.

Bella grita.

Susan grita.

Yo corro.

Pero lo que veo me deja helado:

El choque entre Nova y el Eco
NO LA MATA…

…pero tampoco lo repele.

Los dos quedan conectados.
Como dos llamas tocándose.
Como dos sistemas intentando fusionarse.

Stiven sonríe.

—Ya empezó…

Louis grita desde el suelo:

—¡SAQUENLA!
¡¡SAQUENLA YA!!
¡O SE PIERDE!

Yo llego a ella.

Tomo su brazo.

—Nova…
Mírame.
¡MÍRAME!

Su luz parpadea.

Sus ojos están blancos.



#220 en Ciencia ficción

En el texto hay: postapocaliptica

Editado: 10.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.