Es cerca del año 4747. El juego ha cambiado. Nosotros hemos cambiado. El mundo ya no es como antes, todo se fue por la guerra y el egoísmo, el consumismo y capitalismo ganaron. Después de la treceava guerra mundial hace más de un milenio, la radiación y la exposición a las armas nucleares lo cambiaron todo. La luna en un acto de terrorismo contra de los que alguna vez la conquistaron, fue partida en dos. El planeta estaba cambiando, estaba en su límite crítico, como acto de supervivencia el planeta tierra libero sus demonios de las profundidades del océano. Ninguna arma creada por el hombre logró inmutarlas. El genocidio sería la única alternativa proclamada por el planeta tierra para deshacerse de la podrida cosecha de raíz. Estas bestias serian conocidas como los Siete pecados capitales de los tomados de la antigua religión muerta. El cristianismo. Los demonios fueron liberados para eliminar la maldad de este mundo roto, se llevaron nuestra carne, nuestra vida, nuestros padres, nuestros hijos…
Pero el humano no muere, el humano mata….
El humano sobrevive. Con un mismo enemigo en común se unieron por completo por primera vez en más de tres mil años de matarse los unos a los otros. Crearon llaves que almacenaran lo que los demonios anhelaban llevarse. La tecnología les había brindado el poder de un Dios, para destruir y crear a su antojo. Pero tardaron más de una década utilizando todo los recursos del planeta. Para ese momento los 7 pecados capitales habían reducido la población de la tierra en un noventa por ciento. Las ciudades de oro que habían creado eran ahora solo un recuerdo del pasado sepultado en escombros. El paraíso había sido denegado para los humanos entonces crearon su propio paraíso hasta que ese paraíso se convirtió en el infierno en la tierra. Las llaves eran la creación maestra de la creación maestra del primer creador muerto. Era lo único que les quedaba para poder sobrevivir a los pecados de carne y hueso. Que hicieron del cielo azul una oscura sombra de ceniza y fuego, el agua dulce y salada de los mares fue convertida en sangre carmesí. Era una exterminación total, la tierra había ejecutado el juicio final para la vida que había criado durante milenios.
Los Humanos crearon las 7 Llaves Redentoras o también las llaves de la reconquista. Donde les brindarían a las 7 bestias las pruebas de que podían vivir en armonía con la voluntad de la tierra. Pero para eso debían dejar de ser humanos, lo que les hacía espéciale seria borrado. Se le llamó a este acontecimiento el Rapto porque no fue decisión de todos e algunos se opusieron, no estaban dispuestos a renunciar a eso, era mejor una muerte siendo genuino hasta el final. Había algunos que le rezaban al antiguo Dios muerto por perdón, otros exigían que se debían arrodillar ante los pecados capitales y servirles como Dioses. Otros simplemente perdían la esperaban y esperaban pacientes el inminente final. Pero lo último que un humano pierde es la esperanza. Eso hacía que los demonios babearan del hambre. Estas bestias al gruñir se dice que se podía escuchar los gritos de todas las vidas que se habían llevado. Ellos solo querían lo que nos hacia el eslabón más fuerte de la cadena alimenticia. Las llaves eran básicamente un campo electromagnético a su vez un imán gigante. Como material principal se utilizó el Earthyum piedra que solo se encontraba en el centro de la tierra capaz de acceder a la verdadera naturaleza del ser humano. Al tocarla te mostraba lo que más deseabas, lo que más feliz te hacía, lo que más odiabas en todo el mundo, te mostraba a lo que más terror te ocasionaba, lo que te provocaba llorar tan fuerte que terminabas dormido sin darte cuenta, te mostraba lo que te hacia las sangre hervir en llamas. Las llaves fueron conectadas a la fuente de energía más poderosa del planeta. Un para rayos cósmicos. Que permitía almacenar la energía de los rayos que llegaban des el espacio exterior color violeta. Estos rayos fueron los causantes de la destrucción de un continente en el año 2888. Los rayos eran tan poderosos que luego de cada impacto movían las placas tectónicas de todo el planeta.
Las llaves fueron finalmente fueron cargadas. Muchos se opusieron e intentaron evitar el proyecto conocido como El rapto a toda costa. Las siete llaves cargadas de rayos cósmicos tenían tanto poder como 100 millones de veces la bomba que destruyó la mitad de la luna. El Earthyum conecto con todos los seres vivos que quedaban en el planeta. Todos los seres humanos vieron al ser que llevaban dentro. Brindándoles el momento más feliz de sus vidas, pudieron descubrirse así mismo en el último instante en el que seguían siendo alguien, el significado del porque vinieron al mundo les fue revelado, la razón de vivir y multiplicarse por un bien mayor, desde que nacen del vientre de su madre hasta que seáis abono para las nuevas generaciones, la vida ilumino los ojos de todos que necesitaban ser iluminados.
La llave que le arrebato al hombre la felicidad se tornó amarilla. La llave que se llevó del hombre el odio se oscureció quedando completamente negra. La llave que robo las lágrimas de los hombres se aclaró en un profundo azul. La llave que absorbió el infinito miedo se tornó morada. La llave que absorbió las llamas de la ira se carbonizó en el color rojo. La llave que arrebato el amor de los corazones del ser humano fue consumida por el color rosa. Y finalmente la esperanza fue desprendida de los hombres e iluminada por el color blanco
Así el genocidio e extinción inminente fue detenida por el proyecto del Rapto. Los humanos pasaron a ser conocidos como los Fríos quienes entregaron las 7 llaves del purgatorio a los siete pecados capitales. Los Fríos y los pecados llegaron a un acuerdo, dejarlos vivir y cumplir con su propósito y a cambio los pecados resguardaría las llaves que contenían la esencia de la vida. Los pecados lo sabían todo, estaban antes que nosotros, quizás antes que el mismo Dios muerto y muy probablemente después de que ya no existieran los Fríos. Ellos encontraron este trato justo para todos por lo que se detuvo la masacre. Las 7 bestias se marcharían sin antes de decir las palabras que serían el sello de este contrato maldito. Caos en sus tiempos, paz en los nuestros.