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Capitulo 2

-hoy no es tu día de suerte Emma- dice Angie alejándose de mi lentamente.

-no alegues y ayúdame- la regaño agarrándome con fuerza el pie.

Estábamos las dos muy tranquilas paseando a su perro hasta que me tropiezo y suena mi pie, no creo que sea algo bueno esa parte.

-no sé cómo acomodar huesos.

Que esperanzador.

-gracias por la ayuda amiga.

-perdón, llamare a tu hermana.

- aunque fuera lo último que hagas, solo no hagas eso.

- ¿entonces que quieres que haga? - dice caminando de un lado a otro.

-calmarte, debería ser yo la histérica.

-si, llamare a tu hermana y no hay nada que puedas hacer para impedirlo- intento pararme al ver que está hablando enserio, pero no puedo.

Mi pie me pide a gritos que no lo mueva y soy una chica muy obediente.

Ojalá el camión si me hubiera pasado en sima.

Okey no, eso no.

- ¿Angie? -Pregunto al no verla. Ya se fue dejándome acá. Bueno

¿Y ahora que hago?

Buena pregunta.

- ¿esta vez si te paso un auto por encima o qué? - me pregunta un chico aguantándose las ganas de reírse.

-no es bueno hablar con extraños, talvez soy una loca que tiene como objetivo matarte.

Si logro que me deje sola, mi hermana estará muy orgullosa de que un loco no me mato.

-no creo que me puedas matar cuando ni siquiera te puedes parar.

Mas encima se le ocurre rimar.

-JAJA. - digo con sarcasmo-¿tú me ayudaste esta mañana cierto? - digo al notar el parecido.

El solo asiente.

-gracias por eso.

Aunque me gustaría ahora tirarte a un camión para que me dejes tranquila.

-parece que mi ayuda no sirvió de mucho ya que- dice mirándome como lo Asia mi mama antes de salir, primero arriba y luego abajo-igual terminaste rompiéndote algo.

-Vuelve a mencionar que mi pie pueda estar roto y te juro que te rompo tu pie.

-calma fiera- dice sacando su teléfono del bolsillo-llamare un Uber o alguna de esas mierdas para que nos lleve al hospital.

-no gracias, mi amiga se supone que fue a llamar a alguien.

-yo no veo a nadie por acá, y muy tarde desafortunada, ya pedí uno.

Hoy muero.

-gracias.

Se sienta a mi lado y me ve fijamente.

Este seria un buen momento para salir corriendo

Tienes el pie en el momento de inmovilidad, no puedes correr.

Casi.

Si no me deja de ver la daré un puñetazo si es que eso sirve de algo.

- ¿tengo algo en la cara?

-Widzę tylko śmierć.

-me encantaría que me digieras que idioma es ese. - digo con ironía.

Niega con la cabeza y se para para luego ofrecerme las manos.

-intenta pararte.

Lo intento, el dolor en el pie es fuerte, pero soportable.

A quien engaño solo me sostengo en el y me paro de un pie. Me arde.

-Súbete.

Dice mientras me ayuda a subirme al auto que acaba de llegar y este empieza a andar.

Llegó rápido.

-maldición no le dije a Angie.

-te presto mi teléfono para que la llames.

- ¿tienes el número de Angie?

-ni siquiera se quien es, puedes marcar el número. - dice aun ofreciéndome su teléfono.

- ¿acaso crees que vengo de los 70? No me se  el número de nadie.

- no te vendría mal aprenderlos, aunque sea el tuyo- me responde cuando guarda su teléfono.

Que tonta, pude haber llamado a la policía.

- ¿y porque me llamaría a mí misma?

-esta conversación no la ganare, si quieres cambiamos tema, o mejor no digamos nada.

-si quieres lo cambio al hecho de que ¿acaso no tienes nada que hacer como para ayudarme?

-¿Porque no mejor no decimos nada en todo el camino?

Por mas que me guste esa idea, no la tomo.

-me quiero bajar.

Este podría ser su plan para matarme, ¿quién ayuda tanto a una extraña, como para hasta acompañarla?

-No.

-si me quieres matar podrías decirlo, no tengo mucha oportunidad de escapar en este estado.

-si quisiera que murieras ya lo habrías hecho.

-se especificó por favor, ya me asuste.

- en la mañana, si no hubiera estado hay el camión no hubiera llegado a frenar, y adiós vida.

-bueno, no puedo ganarle a eso.

- exacto.

- llegamos. - dice el conductor.

Me bajar lo mejor que puedo, y sorprendentemente lo logro, intento entrar al hospital dando sacadas en un pie, me duele, pero lo hago.

-déjame ayudarte, solo esta vez.

-si me dices tu nombre.

-No.

- ¿Por qué?

No me responde así que avanzó dando zancadas Asia dentro del hospital.

-Erick.

- ¿solo me ayudaras esta vez Erick?

-solo esta, si veo que esta apunto de pasarte un camión no are nada para interferir.

Luego de eso dejo que me ayude hasta que me atienden.

Y gracias a dios solo es un esguince leve.

Entonces o soy una exagerada o una fractura te deja medio muerto.

Cuando salgo me doy cuenta de que Erick ya no está.

Y mi suerte empeora, tendré que caminar para llegar a mi casa justo después de que me digieran que necesite reposo.

Aplausos para mí.

...

Llego a mi casa y por desgracia

Si.

Mi suerte empeora, no tengo llave y puede que mi hermana no esté.

Golpeo la puerta unas 5 veces y mi hermana me abre.

-ya era hora. - digo y me arrepiento al ver que tiene los ojos rojos e hinchados- ¿Qué paso?

Me abraza un poco muy fuere que digamos.

-estaba triste y asustada estúpida, no aparecías por ningún lado, más lo de Angie.

- ¿le paso algo a Angie?

-la asaltaron, está en el hospital. - dice tapándose la boca para ahogar un sollozo.

sophia  conoció a Angie antes que, a mí, ella nos presentó. conocemos a Angie desde ase años. Ella debe estar bien.

- ¿Todo bien?

-en lo que cabe si, mañana le dan el alta, pero tendrá que hacer reposo.



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En el texto hay: romance, amistad, misterio.

Editado: 09.12.2021

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