capitulo 3

Apenas despierto llamo a Angie por teléfono, alcance a ver la hora, me desperté mas tarde de lo que me gustaría para ser un día miércoles.

Debe estar durmiendo aun, no iría al colegio, pero aun así quiero saber cómo esta ella, así que llamo a su padre, el cual me responde diciéndome que esta bien dormida que llame más tarde.

Y así fue como mi llamada duro menos de un minuto.

Pobre Angie, esto es mi culpa.

Se supone que debo Aser reposo, pero si yo no le paso uno que otro apunte ¿Quién lo ara?

Deja de escusar que quieres ir al colegio igual.

Cállate mente, acá la que piensa soy yo. ssshhh.

-no, si te paras te abofeteo y no en la cara. - dice mi hermana entrando a mi habitación cuando me estaba intentando parar.

No puede ser

Este es un milagro, ya está vestida y bañada. Solo puedo verla con asombro y aplaudir.

-no exageres, ahora tengo que ser yo la responsable por las dos.

-se supone que eres la mayor, esa debería ser tu rutina.

-lo que digas, aun así, envés de decirte que tienes que ir al colegio te diré que no vallas.

-que aburrida.

-mucha gente diría que soy la mejor hermana.

bufo

-hasta que te tienen de hermana.

-te traeré el desayuno. - concluye y va a la cocina.

No debería ser ninguna de las dos responsables. Esa debería ser mamá o papá.

Mamá trabaja mucho, no es su culpa, y papá es papá. Y, por último, pero no menos importante, mi hermana es ella.

Me recuesto en mi cama sin intención de dormir, pero el viene a mi mente.

Erick.

Se merece mas que un gracias. Talvez tiene complejo de héroe y se la pasa salvando gente.

Gran teoría, pero pésima comprobación. ¿El tendrá la misma suerte de que alguien lo ayude de esa forma? Solo espero que no le allá pasado un camión encima, y ​​si eso pasa no lo sabría. Eso es lo peor.

¿Qué se sentirá saber que cambiaste toda la vida de alguien? Tener el poder de cambiarlo todo.

Creo que todos podemos, pero esa no ha sido mi suerte. No puede ayudar a Angie, como no podría ayudarlo a el si se le acerca un camión. 

Podría culpar a mi torpeza, pero el día esta muy bonito como para amargarme, una que otra nube se cruza por la ventana que esta cerca de mi cama.

Me quedo viendo por ella un rato más.

Y si solo es una segunda oportunidad, y si es así no puedo malgastarla quedándome en cama, no se me caerá el pie si camino un poco mucho.

-te traje el desayuna.

Ser productiva o desayunar en cama.

Que difícil

-gracias- le digo escogiendo desayunar en cama.

-se me quemo un poco el pan, pero creo que esta comestible.

-mientras no me envenene.

-creo que voy tarde a clase.

-vete entonces.

No lo digo por ayudarla, le digo para no tener que comerme este pan que ya no parece pan, sino que carbón.

-disfruta el carbón- me respondió alejándose.

Y después dice que no piensa como yo. al menos ella no es tan torpe.

¿Se deberá a la edad?

Porque si es así, no quiero llegar a su edad.

Escucho el timbre y como buena hermana me paro a abrirle.se le debió quedar algo.

-maldición, ¿me acosas? - digo al ver que es Erick quien está en la puerta.

-si.

¿What?

Intento cerrar la puerta.

-solo ten, es algo para la mala suerte, estaba pasando por acá como lo hago a diario, y me acorde de ti. - dice pasándome una tapa de botella. para luego pasar esa misma mano por el cabello.

- ¿es una broma?

-no. -la deja en el suelo y se da la vuelta- adiós.

Se fue, como si nada.

No pienso tocar esa tapa. talvez me mate.

Y así se me fueron todas mis ganas por decirle gracias. Ya me está asustando, esto ya es otro limite.

Escucho otro golpe en la puerta, pero antes de open voy por un chuchillo.

¿Por qué nunca afilamos los cuchillos?

En este momento me serviría bastante no tener un cuchillo que apenas corta el pan.

Abro la puerta, pero no veo a nadie afuera, pero ahora la tapa esta dada vuelta para el otro lado.

Si el puede jugarme este tipo de bromas, yo igual puedo.

Empujo la tapa con el pie a donde hay una planta y intento salir para alcanzarlo, ignorando el dolor de mi pie. Lo alcanzo y lo tomo por desprevenido.

- ¿Qué quieres?

-darte un regalo. - me mira con una ceja alzada y se acerca.

-dámelo.

Como que ya ni veneno le daría.

-levanta la mano. - le pido y lo hace.

- ¿una flor? - dice viendo su mano donde e dejado una flor casi muerta.

Y la más fea, a que sí. No le daré una flor viva que pueda matar.

No le respondo y me adentro a la caza y cierro la puerta con pestillo y con todo lo que pueda. 

No creo ser exagerada si pongo una silla como en las películas.

Voy directo a mi habitación para leer, y como buena pobre en el teléfono, así que voy a donde deje el teléfono de mi hermana

Ya no está, está la tapa.

No sé si preocuparme más por en donde está el teléfono o de como llego la tapa acá.

y si

Así fue como me pase toda la tarde buscando el teléfono de mi hermana.