Tras colgar la llamada con Amy, Vainilla se dispuso a insistir nuevamente con Cream. Se acercó a la puerta y la golpea un par de veces.
-¿Cream? ¿Estas despierta?
Cream estaba despierta, envuelta en sabanas, con el vestir que había preservador para Charmy el día de ayer.
Vainilla, al no tener respuesta, suspira.
-Voy a salir a comprar unas cosas, volveré en unas horas –comento.
Chesse acaricio la cabeza de Cream, intentando animarla para que se levantara o se comunicara con su madre, pero no hubo reacción.
-Te dejo un poco de comida en la estufa, solo necesitas calentar... Te veré luego. Te amo pequeña –se despidió.
Baja las escaleras, recoge las cosas que necesita, cierra la puerta de su casa y se dirige hacia la casa de Vector.
Tras unos minutos de mirar el techo con una mirada vacía, Cream decide levantarse y salir de su habitación. Al hacerlo, se cerciora de que está sola y baja las escaleras lentamente.
Suelta un suspiro con ciertas respiraciones agitadas, hasta altas horas tempranas seguía llorando por lo ocurrido el día anterior.
Mira el comedor, mira la cocina y se acerca a la estufa, pues el apetito se estaba haciendo presente en ella. Pero el sonido de la puerta sonar, la saco de sus pensamientos.
Totalmente esperanzada, se apresura para abrirla, creyendo que se trataba de su novio. Sin embargo, al hacerlo, era alguien más el que se encontraba al otro lado, era Tails.
-Oh, Tails –dijo con el ánimo hasta los suelos.
-Parece ser que no era quien esperabas ver –comento algo serio.
-No, no, no. Es solo que... –suspira, rindiéndose en busca de excusas-. ¿A qué viniste?
-Oh, bueno –se rasca la nuca-. No estaba del todo seguro de que te avisaran sobre los planes de la bienvenida para Silver y Blaze, así que vine a avisarte –sonríe.
Cream le sonríe de una manera forzada, pero agradecida.
-Gracias, es muy lindo de tu parte.
-N-No es nada –dirige su mirada hacia dentro de la casa, y logra ver el sartén en la estufa-. ¿Estabas por comer? –pregunto curioso.
Cream mira en la misma dirección.
-Oh, no, no. No tengo hambre –mintió.
El sonido de su barriga rugir la delato, inmediatamente se apenó. Tails no pudo evitar reírse ante lo sucedido, pero la risa se convirtió en vergüenza cuando su estómago rugió de igual manera.
Tras esto, ambos rieron de la situación tan penosa.
-¿Quieres pasar a comer? –ofreció.
-¿Yo? Am... La verdad no quisiera molestar –dudo nervioso.
-Tu compañía... Me haría sentir mejor –confeso.
Tails entendió de inmediato su petición y accedió.
-Me sorprende que no hayas comido –comento Cream.
-Sí, es que... Fui a la casa de Amy y... –recordo lo sucedido con Sonic y rápidamente piensa una excusa-. Ella no estaba, al parecer salió antes de tiempo –mintió.
-Entiendo... Ibas a comer en su casa mientras acordaban todo para la fiesta –especulo.
-Así es –respondió velozmente.
Cream comenzó a calentar la comida, no tardo mucho para que estuviera a la temperatura correcta y la sirvió para ambos comer. Además de servirle a Chesse su comida.
-Tu madre siempre ha sido muy buena cocinera –alago.
-Sí, lose... –respondió desinteresada.
-¿Estás bien?
Cream cambia su actitud por una sonrisa falsa.
-¡Si! Es solo que estoy algo cansada, ayer que Salí con Charmy fue hasta tarde y no dormí las horas necesarias –mintió.
Tails sabía perfectamente que mentía, pero prefirió seguirle el juego.
-¿Así? ¿A dónde fueron?
-¿Eh? Pues... Fuimos... Fuimos... –su voz se iba apagando, mientras que sus ojos volvían a llorar.
Tails se levantó rápidamente de su asiento y la abrazo para consolarla. Ella sollozó en sus brazos.
-¡El no vino Tails! ¡Se olvidó de mí!
Tails no respondía, no quería hacerla sentir peor al afirmarle lo que él creía, pero tampoco quería ilusionarla. Solo la escucho, hasta que ella se sintiera mejor.
-N-No me dio, ninguna razón. Eso es todo lo que pido –lo miro a los ojos-. Una razón –suspira agitadamente.
-Está bien, todo estará bien –le acaricia su cabello.
Cream le sonríe dulcemente, necesitaba un apoyo emocional, no importaba cuanto lo negara.
-No quiero seguir viéndote triste, Cream ¿Hay algo que quieras hacer? –le pregunto amablemente.
Cream se calmó un poco antes de responder.
-Había comprado recientemente un nuevo juego de mesa. Quería probarlo con Amy el día de hoy cuando fuera a verla –comento un poco más animada.
-¿Quieres jugarlo ahora?
Cream asiente lentamente.
-Vamos, te haré compañía el resto del día.
-¿De verdad? ¿No tienes cosas que hacer? –le pregunta angustiada.
-Nada que no pueda esperar.
Lentamente, ambos se levantan y suben al cuarto de Cream, para distraerla de su horrible situación.