Capítulo 4: Un sueño hecho realidad

-¿Ves? Te dije que te dejaría muy linda –Amy la coloca frente a un espejo.

-¡Si! Gracias Amy –estaba muy emocionada y nerviosa, sus mejillas la delataban.

La joven coneja traía un vestido evase hasta las rodillas de color naranja, al igual que los holanes de las mangas. En la bastilla del vestir, estaba rodeada de algodón blanco, llevaba un listón en la cintura color celeste y sus orejas tenían moños del mismo color con encaje blanco.

-No es nada –Mira el reloj-. Bueno, no fue tanto tiempo, pero si no quieres hacerlo esperar toda la vida, debes de irte ya.

-¡Oh! Sí, cuídame a Chesse, prometo no tardar ¡Gracias! ¡Adiós! –abre la puerta y sale con prisa hacia el lugar de encuentro.

En ese momento, Sonic iba entrando, pero Cream ni lo saludo por irse rápidamente.

-¿Qué le pasa? ¿Y por qué estaba tan arreglada? –Pregunto totalmente confundido.

Amy al verlo así, soltó una risa pequeña.

-Es que Charmy le dijo que la quería ver en la pradera y pues estaba muy inquieta -Sonrío.

-¿Charmy? –Pregunto sorprendido

-Sí, el mismo –guarda las cosas en el estuche de antes

-Wow, me alegra que a Cream se le hiciera el milagro –se acerca a Amy.

-No seas tan malo, Mi vida –lo mira algo molesta.

-¿Qué? Es la verdad. Me sorprende que lo haga después de una relación tan próxima como la de Marine. Sin embargo, también es bueno que salga con más chicas –se sienta en la mesa.

-Mm... Pues ahora que lo pienso. Me preocupa un poco.

-Bueno, bueno. Ese no es nuestro tema, mejor dejémoslos a ellos hacer sus cosas. Después de todo, ya tienen 15 años, ya saben valerse solos –Dijo despreocupado.

-Sí, creo que tienes razón –respondió un poco más calmada.

-Siempre la tengo, mi amor –Se levanta, la abraza por la espalda y le besa la mejilla-. Mejor pensemos en nosotros ¿Quieres ir por un helado? –le acaricia los hombros.

-Me encantaría, Mi vida, pero tengo que cuidar de Chesse.

-No hay problema – La suelta y se pone a la altura de Chesse- ¿Quieres ir por un helado? –Le pregunta al pequeño Chao.

-¡Chao! ¡Chao! –Al oír la pregunta, reacciono con mucha felicidad.

-Eso es un sí. Así que vamos todos.

-Está bien, está bien. Vámonos – Amy dice resignada, pero deja salir una pequeña risa.

Toma su bolso y las llaves de su casa y salen de la misma.

Mientras tanto, Charmy se encontraba esperando a Cream en el lugar que le dijo mediante un mensaje de texto.

Estaba sentado en una banca, mirando al suelo, mientras recordaba lo que había hablado con Vector hace unos momentos.

“-No me puedes decir que no es bonita.”

“-Lose, lose... Creo... Creo que si le daré una oportunidad. “

Inmediatamente agita la cabeza, un leve color carmesí punto sus mejillas y deja soltar un largo suspiro.

-Bien, concéntrate, puedes hacerlo, no es algo del otro mundo –hablaba para sí mismo. Se levanta-. Solo no te pong–

No pudo terminar de hablar, ya que vio que delante de él, estaba Cream.

-Ho-Hola Charmy... –Cream se encontraba totalmente sonrojada y desviaba la mirada nerviosa.

Charmy al notar lo linda y arreglada que estaba no pudo hablar hasta unos segundos después.

–Ho-Hola Cream... Q-Que linda estás –se rasca la nuca.

-Gr-Gracias... L-Lo hice por la ocasión –dijo suavemente-. ¿D-De que querías hablarme? –se atrevió a preguntar mientras lo mira.

Charmy había olvidado las palabras que iba a decirle, se encontraba muy nervioso.

-¿Eh? ¡Ah! S-Sí... Amm... Cream... Yo –Trataba de encontrar las palabras correctas

-¿Paso algo malo? –pregunto angustiada.

-N-No... Al contrario... es algo... Bueno, supongo –dudo.

-¿Entonces? ¿Qué pasa? –Cream insistió inquieta.

Charmy estaba listo para decirlo, traga saliva y respira hondo.

-Cream The Rabbit –hablo firme.

Cream, al oír su nombre se sonroja nuevamente y se incorpora derecha, como un soldado.

-¿Q-Quieres…? ¿Q-Quieres ser mi novia?... –desvió la mirada unos segundos, pero regreso su vista hacia la joven coneja.

Cream al escuchar se tapó la cara con ambas manos.

-¿L-Lo dices en serio Charmy? –trataba de cerciorarse de lo que acababa de escuchar.

-N-No podría hablar más en serio.

-Sí... –Quita las manos de su cara-. Sí, sí, sí, sí. ¡Si! –emocionada, salta hacia él para abrazarlo-. Gracias por darme esta oportunidad –su voz se tornó más suave.

Charmy la abraza de la cintura-

-No es nada –su voz fue más tranquila.