El primer copo de nieve de la temporada cae en la mano de Charles, el último tramo del camino a su casa es un bosque, el cual no recuerda que antes estuviera, duda por unos instantes, piensa si por alguna razón el camino que tomó en algún punto se desvió, sin embargo, al mirar sus pasos se da cuenta que cada uno es el correcto, por lo que decide continuar con la única mira de llegar a su hogar antes de la celebración de Navidad.
Tan solo dar el primer paso en el bosque, algo hace que se estremezca, un frío viento recorre su cuerpo, pero no le importa.
Entre más se adentra en el lugar, se da cuenta que no es para nada común, el camino siempre cambia y los árboles parecen moverse tapando lo ya recorrido, no puede retroceder, por lo que solo le queda ir de frente.
Con el tiempo, la desesperación invade la mente Charles, su visión de las cosas se nubla, tropieza varias veces con las raíces de los traicioneros árboles que le impiden continuar su camino, risas y voces que salen de las sombras se burlan de él, en un modo de defensa gira violentamente sus brazos mientras agacha la cabeza y cierra los ojos mientras corre sin importarle hacia dónde se dirige.
De pronto un silencio sepulcral rodea al extraviado, abre los ojos y levanta su rostro para darse cuenta que se encuentra en un pequeño claro el cual tiene al centro un espejo, se acerca al singular objeto, extrañado poco a poco lo rodea y se da cuenta que en apariencia el espejo es del todo común, su marco es sencillo, no hay adorno alguno o algo que lo haga distinto a cualquier otro que pudiera existir, sin embargo el hecho de que esté en ese lugar le provoca un raros sentimientos, en el momento en el que se pone frente a la parte que refleja su imagen una voz lo hace voltear.
Editado: 08.07.2022