CHARLES-HENRI- Uf... Creo que... ahora estamos a salvo.
MC- Haah, haah... Pfft. Jejeje...
CHARLES-HENRI- Je... ¡Ajá!
MC- Muchas gracias por ayudarme. Por cierto, soy MC. ¿Cuál es tu nombre?
(¿Mi nombre? Me llamo Charles-Henri Sanson. MC... ¿Me querrás?)
Aquella noche, mucho después de oscurecer, estaba hablando con le Docteur en el confesionario de la iglesia, como hacía siempre. Le conté la historia de mi encuentro casual con MC, sin escatimar detalles. Cuando terminé, salimos a la nave.
CHARLES-HENRI- Eh, Docteur... Creo que quiero ser amigo de MC. Realmente siento que debería... Creo que podría terminar siendo útil para Lord Vlad.
FAUST- ¿Cómo es eso?
Recordé cómo había visto al emperador Napoleón cuando dejé a MC en la mansión donde vivía.
CHARLES-HENRI- Lord Vlad necesita peones más poderosos para lograr sus ambiciones. Quiere a los hombres que viven en la mansión, ¿no? Si me acerco a MC, nos será más fácil reclutarlos. Entonces Lord Vlad me querrá aún más.
Por alguna razón, le Docteur no parecía tan entusiasmado como yo con mi plan de acercarme a MC.
(Llegaré a conocer a la adorable MC. Y haré algo útil por Lord Vlad. Ganar-ganar con una cereza encima, no importa cómo lo mires)
CHARLES-HENRI- Sabes, me encanta mi nueva vida. Me alegro de haber renacido en esta época. Le Voivode es tan amable conmigo. Es mi amigo, en vez de odiarme...
Tenía charlas como ésta, tenía gente para la que cocinar... Y había gente dispuesta a tocarme. Cada día en este mundo era como un milagro.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
CHARLES-HENRI- Y... Su gente está sonriendo, Sire. ¿Esto satisface su última petición? Extraño... Tu cabeza está justo delante de mí... Pero tu cara sola está demasiado borrosa para distinguirla...
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
(Sire...)
CHARLES-HENRI- En esta época, no tengo que matar a nadie...
(No quiero quitar otra vida. Nunca más)
Había caído el telón de mi primera vida. Entonces, ¿por qué persistía el temor de que, en cualquier momento, pudiera ser arrastrado de nuevo a ese ciclo interminable de sangre y muerte? Me obligué a bajar esos temores y a subir las comisuras de los labios.
CHARLES-HENRI- No quiero que esto termine nunca. No hay nada que no haría para aferrarme a esta vida, o para ayudar a Lord Blad.
(No importa lo que me pidan, lo haré. Absolutamente cualquier cosa)
Al fin y al cabo, todo era por un bien mayor. Trabajábamos por un mundo feliz y pacífico.
CHARLES-HENRI- Eso va para usted también, Docteur. Si quieres un poco de alivio del estrés, o una rata de laboratorio útil, estoy aquí para ti. Sólo párteme después, si juegas rudo.
FAUST- ......
Había aprendido algunas cosas desde que volví a la vida.
(Te ganas el amor de la gente amándola. Si quieres que te quieran, tienes que estar dispuesto a dar mucho, mucho de ti mismo. Tienes que esforzarte al máximo).
CHARLES-HENRI- Haré todo lo posible para hacerme indispensable para ti también. Si me necesitas, entonces me amarás y nunca me dejarás... ¿verdad?
FAUST- ...Charles.
(¿Verdad, Docteur?)
Varios días después de conocer a MC, paseaba solo por la ciudad. Hacía buen tiempo, y la gente que bullía a mi alrededor parecía tan brillante y alegre como el cielo azul sin nubes. Y...
(Puedo pasear libremente por la ciudad y nadie me evita ni me mira mal. Nadie me llama el Dios de la Muerte. Es como un sueño hecho realidad)
O debería haberlo sido.
(¿Por qué no lo parece?)
¿Por qué el mundo me parecía tan oscuro? Parecía que los colores eran más brillantes para los demás. Y sentía como si se me hubiera abierto un enorme agujero en el pecho. Cuando flirteaba y tonteaba, llenaba el vacío durante un tiempo... Pero antes de darme cuenta, el agujero volvía a abrirse. Y se hacía más y más grande a medida que pasaba el tiempo.
CHARLES-HENRI- Ya tengo tanto amor para satisfacerme, y aun así...
Mi voz sonaba seca y áspera... impropia de este mundo brillante y hermoso. Vi mi reflejo en el escaparate de una tienda, con un aspecto sombrío.
(Ah... Jaja, vaya, tienes un aspecto horrible. Nadie te querrá si vas por ahí pareciendo el Dios de la Muerte)
Mi reflejo imitó mi sonrisa amarga. Nos miramos fijamente hasta que cada uno lució una sonrisa más respetable.
(Apuesto a que sé la razón por la que a veces me cuesta sonreír. Y por qué el mundo me parece tan oscuro la misma razón por la que ese agujero en mi pecho no se cierra. Aún no he recibido suficiente amor. Necesito más. Más, más, más. Por favor, ámame. Ámame más. Más... Así que. MC, ¡estoy aquí para verte!)
CHARLES-HENRI- Ma belle, ¿le gustaría acompañarme a...? ¡Un momento!
MC se volvió lentamente hacia mí.
MC- ...Charles.
CHARLES-HENRI- ¡MC, eres tú! Jeje, ¡te he echado tanto, tanto de menos!