Charles-Henri Sanson

CAPITULO 8

En un mundo yermo de lógica o justicia, sólo la lluvia caía sobre todos con perfecta imparcialidad. Eso era cierto incluso para un hombre llamado dios, o un renacido dios de la muerte. Charles-Henri estaba en la habitación de Vlad, en el piso más alto del viejo castillo, ordenando los libros esparcidos por todas partes.

CHARLES-HENRI- Macbeth va aquí. Crimen y castigo... ¿probablemente aquí? Y Don Quijote lo pondré aquí. Ojalá dejara de llover. La ropa nunca se secará a este ritmo. Y... y se suponía que vería a MC... ¡Supongo que es algo bueno para usted, Lord Vlad! ¡No necesita regar sus flores!

VLAD- ...Charles, deja el orden por ahora y ven aquí. Hay algo que quiero discutir contigo.

CHARLES-HENRI- ¿Conmigo?

Con los ojos brillantes como un niño al que se le ha encomendado una tarea especial, Charles-Henri se apresuró hacia donde Vlad estaba sentado en su cama.

CHARLES-HENRI- Me siento muy halagado, Lord Vlad. No sueles discutir nada conmigo. Haré cualquier cosa por usted... sólo tiene que decirlo.

Cualquier cosa. La mujer que vive en esa mansión... MC, ¿no? La has estado viendo mucho, ¿no?

CHARLES-HENRI- Sí, así es. Hemos tenido muchas citas, así que nos hemos acercado mucho. Dijimos que tendríamos otra cita cuando dejara de llover...

VLAD- Una vez que el tiempo se despeje, ¿la traerías aquí, a mí?

CHARLES-HENRI- ...¿Traer a MC aquí?

VLAD- La necesito para confirmar algo, para que me ayude a conseguir mi sueño.

CHARLES-HENRI- ......

La duda entró en el azul imperturbable de los ojos de Charles-Henri. Algo que Fausto había dicho volvió a él.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

FAUST- Por el momento, da igual que te acerques a ella por Lord Vlad o que estés encaprichado de ella. De cualquier forma, tu implicación con ella significa que puede acabar siendo herida para conseguir los fines de Lord Vlad.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

CHARLES-HENRI- Lord... Lord Vlad, escuche... MC es una persona maravillosa. Es amable conmigo, me sonríe, aunque yo... Es tan amable que a veces no sé cómo manejarlo...

VLAD- Charles.

Su nombre, formado por aquellos hermosos labios, atravesó las palabras de Charles-Henri. La mano de Vlad se deslizó alrededor de su garganta como un collar.

VLAD- No creerás que le haría algo cruel a MC, ¿verdad?

CHARLES-HENRI- ...YO...

Vlad observó la evidente confusión de Charles-Henri con el desapego de un dios que observa a la humanidad desde las alturas.

VLAD- Charles. Tenías dos deseos, ¿verdad? El primero era compartir todo el amor posible con los humanos. El segundo era un mundo hermoso y pacífico. Uno donde nunca tuvieras que volver a matar. ¿No es cierto?

CHARLES-HENRI- ......

VLAD- Pensé que queríamos lo mismo, Charles. ¿Estaba equivocado?

CHARLES-HENRI- ...Lord Vlad.

Mientras la cruel y hermosa mano de su amo se deslizaba lejos de su garganta, Charles Henri alargó la mano hacia ella. Alcanzó un hilo de gasa colgado de las nubes por un dios caprichoso, como si pudiera ser lo bastante sólido para trepar hasta un lugar seguro.

CHARLES-HENRI- Si logramos la paz en la tierra, nunca tendré que volver a matar. Eso sería algo realmente bueno, ¿no? Y... sé que sólo intentas hacer lo mejor para todos. ¿Verdad, Lord Vlad?

VLAD- ......

La confusión, la ansiedad y el miedo desaparecieron del rostro de Charles-Henri, dejando a su paso un lienzo en blanco. Sobre ese lienzo en blanco, pintó una sonrisa deslumbrante. Pero algo del vacío anterior permanecía en sus ojos.

CHARLES-HENRI- ¡Lo sé! Traeré a MC aquí y podremos divertirnos todos juntos. Entonces todos seremos felices, ¿no?

Llovió durante días después de mi último encuentro con Charles-Henri. Luego se despejaron las nubes y tuvimos varios días de cielo despejado. Las sábanas del tendedero brillaban blancas bajo el cielo azul, agitadas por una brisa seca.

MC- Es mucho mejor poder tender la ropa fuera para que se seque.

SEBASTIAN- Sí, los últimos días han sido un gran alivio. El maestro Leonardo me asegura que el buen tiempo continuará.

MC- Jaja, se ha convertido en nuestro hombre del tiempo.

SEBASTIAN- Un meteorólogo como él en nuestra época daría lugar a un canal del tiempo asombrosamente popular.

Mientras charlaba con Sebastian sobre el Japón actual, donde ambos nacimos, otro asunto me rondaba por la cabeza.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

CHARLES-HENRI- ¿Por qué no quedamos cuando deje de llover? Te esperaré, tarde lo que tarde.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Eso me había dicho Charles-Henri cuando nos separamos. Había dejado de llover, pero yo seguía sin atreverme a ir a verle.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

SHAKESPEARE- Digo esto sólo por tu bien, MC. Lo más sabio sería evitarlo. A menos que desees traer dolor a los más cercanos a ti.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

(Si Shakespeare decía la verdad, sería mejor que me olvidara de esa promesa, y de Charles)

Tenía mis dudas sobre los motivos de Shakespeare. Pero odiaba la idea de causar problemas a cualquiera que viviera en la mansión. Si no volvía a ver a Charles-Henri, con el tiempo su recuerdo se desvanecería de mi mente, y el mío se desvanecería del suyo.

(Eso es lo mejor. Lógicamente, lo sé, pero...)

Mi cabeza y mi corazón no conseguían ponerse de acuerdo.

SEBASTIAN- Si lo que te preocupa es algo que sientes que puedes compartir, airearlo podría ayudar.

MC- ¿Eh?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.