Charlie ©

Capítulo 5

Suspiré profundamente, como si estuviera disfrutando de aquel frezco aire libre y puro.

-Ahora si podemos hablar mejor - dije fijando mi vista en la doctora, quien me mira algo molesta, a lo que yo le di mi más sincera sonrisa mostrando todos mis dientes - ¿cómo se encuentra el día de hoy Lori?

-De maravilla, ¿tú? - dijo tirando un mechón de su cabello detrás de la oreja.

-Menos observado - alcé mis cejas - ¿me va a contar sus problemas?

Ésta me ignoró y sacó su típico cuadernillo, mientras se prepara para anotar - ¿tenías amigos Charlie?

Siempre ignorando mis preguntas, sinceramente, Lori sería una terrible paciente.

-Según Internet, una amistad  contiene valores fundamentales como la lealtad, el amor, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso - fruncí mi frente repensando la pregunta - a mis "amistades" siempre le faltaron algo de eso - dije pronunciando las comillas con mis dedos - así que yo no los llamaría amigos. Más bien conocidos para pasar el tiempo.

La doctora comenzó anotar algunas que otras palabras - y esos conocidos ¿eran del barrio?

Retube una carcajada - ¿cree que a mis seis años tenía conocidos con los cuales hablar? Vivía encerrado en mi casa, más bien en el jardín trasero, le dije que ni me llevaban al colegio.

-Entonces ¿quienes son éstos conocisos? - dijo Lori sonriendo.

-Peter, Ámbar y Jake - dije enumerando con mis dedos - Peter es esquizofrenico, ya no se si me habla de cosas reales - alcé una ceja al recordar la vez que me habló de los aliens que habían en su habitación - Ámbar tiene desorden de personalidades múltiples, nunca se con quien hablo - rasqué mi frente y sonreí de costado - y Jake es un hombre de cuarenta años, y cree que tiene siete. Aunque de los tres es con el que más me divierto, es gracioso verlo jugar con autos de juguetes.

-Ya veo - dijo Lori apretando sus labios - ¿y que me dices del personal? Suelen ser gente muy amable.

Me encogí de hombros - si, son buena gente. Pero no me gusta acercarme tanto a ellos, es agotador - bufé levemente.

-¿Agotador? - dijo algo confuza.

La miré serio y sin expresión alguna - es agotador fingir ser amigable con ellos todo el tiempo, ¿sabe lo difícil que es lograr una falsedad reconfortante para los demás? - suspiré profundo - tener que ver que cosas les gustan, sus vicios, sus muletillas, y luego tener que adaptarse a su ideal de persona para poder charlar. Eso es agotador Lori - dije apretando mi mandíbula - pretender ser una persona diferente, mejor vista, ideal, perfecta. Yo creo que usted también me entiende.

La doctora se quedó sumergida en un total silencio, al parecer mis palabras la hicieron pensar y tal vez, darse cuenta de algunas cosas. 
¿Qué es lo que piénsas Lori? Me gustaría saber.

-No finjas, sólo se tu mismo Charlie - dijo Lori rascando su nariz algo nerviosa mientras escribe cosas en su cuadernillo.

-No puedo no finjir, está en mi naturaleza. Me es innato, al igual que analizar o estudiar a los demás - miré mis dedos tratando de ordenar mis pensamientos.

-¿Tú alguna vez fingiste conmigo? ¿O lo estás haciendo? - dijo suspirando profundamente.

Alcé mi mirada hacia la suya y me quedé un rato en contacto visual, hasta que claro, ella lo rompió - con mis doctores nunca fingí, sino les hablaba era porque no quería y no me sentía cómodos con ellos, con usted fue distinto - dije sin romper mi contacto visual, quería ver si algo en rostro cambiaba al decirle eso.

Vamos Lori, deme alguna señal de que me entiende; y lo comprobé cuando frunció sus labios y tragó saliva sutilmente. 
Si tan sólo fuera capaz de ver las cosas como yo, se daría cuenta que no somos tan distintos después de todo.

-¿Suele vender varios de sus cuadros? - dije intentando cambiar de tema.

Ella alzó su mirada aturdida por mi pregunta - más o menos, ¿cómo es que...

Sonreí y señalé la pared a mis espaldas - ese cuadro no estaba en la sesión de los otros días, y le acabo de notar una pequeña mancha azul en su muñeca - me encogí de hombros - ese cuadro fue tan sólo algo que confirmó lo que pensaba, se notaba a kilómetros que usted es toda una artista - relamí mis labios antes de seguir hablando - una vez leí que si sostienes el lápiz entre el dedo índice y el dedo mayor, eres considerada una persona creativa y muy buena en las ramas del arte. Fue algo de las primeras cosas que me llamó la atención doctora.

Lori asintió impresionada por mi observación - ¿algo más que te haya llamado la atención Charlie?

Asentí vagamente - si, pero es algo que no voy a decirle, porque quiero que se de cuenta sola y me lo diga usted misma - dije pensando en como podrían pasar las cosas en el futuro, y en como cambiaría todo por completo.

La doctora bajó la mirada y acomodó su blusa ocultando la piel más de lo que ya estaba.

-No se de que cosa hablas Charlie - sonrió sin dar importancia a lo que dije - estamos aquí para hablar de ti, no de mí.

Me encogí de hombros - usted preguntó y yo respondí - elevé mi mano marcando la obviedad.

-¿Podemos hablar de tu hermana?

Dejé de sonreír y la miré de reojo - hoy no quiero.

-Ella tenía meses de vida Charlie, ¿tus padres te obligaron?

-Dije que no quería hablar - apreté mis dientes algo furioso por su insistencia.

-Madeline, así se llamaba. Una pequeña de rizos rubios, como tú - alzó sus cejas sacando una foto - la verdad que era muy parecida a ti - dijo dando vuelta la foto mostrando el rostro sonriente de una beba de ocho meses.

Sentí un fuerte ardor en mi cuello acumulándose todo en mi nuca. 
Un sudor frío recorrió toda mi columna vertebral y me puse de pie con una ira que cegaba mi conciencia. 
Arranqué la foto de sus manos, y la rompí en miles de trozos.

-¡Usted no sabe nada! ¡Nada! - tomé mi cabeza en total alteración y me tiré sobre su escritorio derrumbando todo al suelo.




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