Charlie ©

Capítulo 9

-Algunos recuerdos son borrosos - dije con mis ojos cerrados mientras intento concentrarme.

-Está bien, sólo dime lo primero que se te venga a la mente, el resto aparecerá solo - dijo Lori con un tono de voz calmado.

Suspiré profundo - recuerdo que era de noche, yo estaba en la cocina.

-¿Dónde estaban tus padres Charlie? ¿Madeline?

-Ellos estaban en sus habitaciones, por las noches solía entrar sin hacer ruido. Algunas veces porque tenía hambre, y otras veces porque me hacía mucho frío - arrugué mi frente recordando aquellos momentos - era muy cuidadoso, no quería que me oyeran, temía que me pegaran.

Con mis ojos cerrados, puedo percibir la incomodidad de Lori.
Debo admitir que hablar de aquello me genera cierto remordimiento, nunca pensé en decirlo, pero aquí estoy hablando de mi pasado con una persona en frente.
Es la primera vez que rompo el silencio.

-¿Qué pasó luego?

-Vi un cuadro en la pared que antes no estaba - apreté mis puños - era una foto de mis padres con Madeline, y de la nada, todos los recuerdos comenzaron a golpearme una y otra vez - apreté mi mandíbula sintiendo la ira de aquel momento.

-¿Recuerdos? A que cosa te refieres.

-Cuando mi hermana nació, mis padres me decían todo el tiempo que siguiera el ejemplo de Madeline. Ella de bebé no lloraba, y yo si. Ella es hermosa y una bendición de Dios, yo no. Ella es cariñosa y muy respetuosa para su edad, ella es perfecta, tienes que intentar ser como ella, ella, ella, ella - apreté mis dientes y fruncí mis cejas - nunca sentí envidia, ¿sabe? Pero esa noche algo en mí cambió.

-¿Qué pasó luego Charlie? ¿Qué cosa cambió?

Negué lentamente - por primera vez fui capaz de pensar en mí y encontrar una solución a mi vida - tomé mi frente mientras comienzo a recordar más detalles de esa noche - recuerdo que subí a la habitación de ella. Su puerta era rosada y con un pequeño cartel que decía Madeline - fruncí mis labios - cuando entré, vi juguetes, mucha ropa, zapatos, fotos - apreté mis ojos frustrado - y al fondo pude divisar la cuna.

La doctora no musitó ni una palabra, por lo que decidí seguí hablando.

-Me arrimé y allí la vi, dormida, en paz, y con ese rostro tan angelical y bello que tenía - sentí una lágrima rodar por mi mejilla - pero en cuanto recordé todo lo demás, comencé a verla como otra cosa. No sólo veía a una bebé, comencé a ver el reflejo de cómo tendría que ser yo. Pude ver mis torturas en ella - sonreí de costado mientras mi mentón comienza a temblar - y pensé, tal vez mis padres trajeron a Madeline como una cosa más para hacerme sentir peor de lo que ya estaba.

-Tómate tu tiempo Charlie, tranquilo. Puedes confiar en mí, quiero ayudarte. Por favor, continúa cuando te sientas cómodo - sentí que dijo la doctora. Al parecer pudo notar mi alteración; debe de ser porque me ha visto llorar, de seguro fue por eso.

-Recuerdo que tomé una almohada, y la llevé a su rostro somnoliento - arrugué mi frente - ella era apenas una beba de ocho meses, y aún así intentó pelear - abrí mis ojos lentamente y los fije en los de Lori - sus pequeñas manos comenzaron a moverse de un lado a otro, al igual que su cabecita. No lloró, fueron más bien quejas en ahogos desesperantes. Al final sus pies comenzaron a patear la cuna, pero eso duró pocos minutos, ya que comenzaron a cesar una vez que la asfixia hizo efecto en su cuerpo. Madeline se apagó lentamente, dejó de respirar, dejó de vivir, dejó de existir, dejó de ser.

La doctora está tiesa y eso me deja un poco curioso, ya que daría lo que fuera por leer sus pensamientos en éstos momentos.

-¿Qué hiciste luego Charlie?

Elevé la mirada hacia el techo repensando su pregunta - fui por primera vez a la habitación de mis padres - reí un poco por lo tonto que suena - y prendí la luz de su habitación. Ellos me miraron sin comprender nada, y yo señalé la habitación de Madeline mientras les decía "ahora puedo ser como Charlie" - suspiré profundamente - recuerdo que se levantaron bruscamente de la cama, y corrieron hacia la habitación de mi hermana. Lo último que pude oír, fueron los gritos de mi madre; gritos de dolor, se parecían a los de un animal herido - dirigí la mirada perdida hacia Lori - al día siguiente fui trasladado a un psiquiátrico para niños, y fui diagnosticado con principios de psicopatía. Ahora dígame doctora - me acomodé en mi asiento - ¿qué es lo que ve usted? Porque yo sólo veo a un niño con acúmulos de traumas, tanto físicos como psicológicos, que se desataron con aquel acto de homicidio.

-Siento mucho que hayas tenido que vivir todo eso Charlie. Genera impotencia que no obtuvieras ayuda a tiempo. 
Si me lo permites, me pondré a investigar el caso de vuelta, no me importa lo que me diga el doctor Hole, yo quiero ayudarte. Y si es necesario, lo haré a escondidas. Pero ésto no se quedará así, te lo prometo - dijo acomodando su blusa y fijándose sus ojos verdosos en mí.

-Le tomo la palabra - dije apretando mis puños en cuanto oí que mencionó a Hole, al parecer tenía razón, él sí sospechaba algo de mí aquel día de la grabadora. Me pregunto si aún sigue teniendo contactos con mis padres, no me sorprendería. 
En cuanto a la Doctora, puedo decir que me he ganado su confianza, y no sólo eso, está dispuesta a jugar su título por mi caso.

Creo que todo va a ser mejor de lo que pensaba.

Me llamó un poco la atención que antes de terminar la sesión, comenzó a anotar cosas en el cuadernillo ¿por qué? Creo que no es necesario que me estudie, no si me considera en cierto punto inocente en mi caso. 
No puedo evitar seguir sintiendo curiosidad por sus anotaciones, pero en algún momento las veré Lori, en algún momento en donde no me veas. 
Si pude tomar tu billetera llena con tus datos, ¿por qué no tu estúpido cuadernillo lleno de mis datos? 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.