Charlotte

Capítulo 15

quívuelvoahacermibiografía.Pararemontarmea contarleselmomentomástristedemivida.Elmomentoenqueperdípordías,inclusopormeses,toda lafortalezaquehabíaobtenido.Elmomentoenquevolvía serlamismacriaturadébilyfrágilqueeraantesdeconocer lasvicisitudesdelavida.Lamismacriaturainexpertaque leyó en una pancarta que su padre y sus hermanos estaban muertos.Fueunmomentoenmivida,quetodavía,alrecordarlo,meduele.Ynopuedohablardeél,sinderramartorpes lágrimassobremisfaldas.Peroestefueelmomentodecisivo, en que aprendí a crear mi propio camino y a hacerme una mujerdeverdad. Todo comenzó un día que me encontraba sentada con Hollyensucama.Lachiquillasehabíaolvidadodesupasión porMayer,aunquellevabalacadenaconsuinicial,ysehabía apasionadodeunmuchachodelaciudadqueleenviabapoemas.Yohabíacomenzadoallevarlaconmigoparacomprar cosasparaelbebédeSammyyasídistraernos.Estábamos leyendolospoemasdedicadosaHolly.Habíaunoprecioso que hablaba sobre sus ojos azules, grandes como lunas. Ambas nos reíamos de las ocurrencias del galán. En ese
precisoinstante,seescuchóungritoprovenientedelcuarto deWilsonySammy.Lasdoscorrimoshastaallá. Mihermanaestabasentadaenunabutacayteníalasmanos sobre su abultado vientre, que ya se encontraba en el últimomes.Respirabadeunamaneraagitadayentrecortada. MemiróydespuéslohizoaHolly,comopidiendoauxilio.El abuelollegótrasnosotrasysealarmómucho.Wilsonestaba trabajandoynosotrasnosquedamosazoradas.Hastaqueel abuelonospidióqueloayudáramosallevarlaalacama,para queestuvieramáscómoda.Enmividahabíavistounparto. ElúnicoembarazodemimamáquerecordabaeraeldeHolly. Para mí fue en verdad extraño. Ya que me mandaron a la cama y mi mamá aún tenía el vientre grande.Ala mañana siguiente,despertéymellegaronconlanoticiadequetenía unahermana. Estabaaterradayloúnicoquepodíahacereraapretarla manodeSammy,comosiesopudieraayudarlaenalgo.El abuelotomóelmandodelasituaciónyenvióaHollyabuscar al médico que vivía a trece casas de la nuestra. Holly corrióescalerasabajoycerrólapuertadelacasadeunportazo.Comoyahabíapasadolahoradelalmuerzo,Wilsonno regresaría hasta las seis de la tarde para la cena.Así que el abuelo fue a buscarlo a la granja del señor Jackson.Yo seguíamuyalteradayloúnicoquehacíaeraponercompresas en la frente de mi hermana. Cuando dejó de respirar entrecortadamente,memiró. —Charlotte,vaanacermihijo.Vaanacermibebé. —¿Ya? —Tienesqueayudarme,hermana.Debesayudarme. —¿Cómo? —Vaanacerya.Tienequenacerya.Ayúdalo. —No sé nada de eso. —Túpuedes.
—Mepidesalgodeloquenosoycapaz. —Túpuedes,túpuedes.Ayúdalo.Tenecesitamos. —Bien. Condificultad,fuiporunospañosalarmarioylospusea lospiesdemihermana.Eldurotrabajodetenerunbebé,fue problemáticotantoparamihermanacomoparamí.Mihermanagritabayyosollozaba.Estabatemblandoperoellame volvióaanimar.Entonces,enelúltimomomento,nosdimos lasmanosy,alospocossegundos,escuchamoselllantode unbebé.Deesemomento,norecuerdonadamás.Loúltimo querecuerdofuequeexclaméqueeraunaniña,unaniñita preciosa. Para cuando llegaron Holly y el doctor, Sammy estaba tapada y con la bebita en sus brazos envuelta en un paño ensangrentado.Yomeencontrabaalladodeellaconlamano sobrelacabecitademisobrinita,mientrassumadrelabesabaenlamejillayponíasudedosobrelanarizdelapequeña. Estábamosmuyconmocionadasporloqueeldoctorcomenzóarevisarnosalastres.Amímediounjarabeyleentregó la niña a su enfermera para que la lavara. Se quedó largo tiempoexaminandoamihermana.Mientras,Hollymeacariciabalafrenteymebesaba,comosiestuvieraorgullosade mí.Laenfermeratrajoalaniñayseladevolvióasumamá. —¿Cómosevaallamarestáencantadora,bebita? —¿Cómosellama,madrina? —Susan. —¿NoeraElizabeth? —Susaneselnombrefavoritodesumamá. —Susan.Esunbellonombre—dijoeldoctor. —Esbellísimo—dijoHollyysesentóenlacamajuntoa lamadreylaniñaparaacariciarlas. —¡Samantha!—seescuchóungritodesdelasala. Wilsonllegóagitadoyabrazóamihermanaysebesaron mientrasacariciabanalaniña.Hollyyelabuelosesentaronjunto
a mí en el sofá del cuarto. Pero en ese preciso momento, el doctormehizoseñas.Meacerqueaélinteresadaporsuactitud. —SeñoritaGardiner,laseñoraPatersonestámuydébil. Erademasiadojovenparatenerestebebé.Puede… puede haber complicaciones de ahora en adelante —medijo. —¿Estámal? —Déjemeexplicarle.Notodaslasmujeresjóvenesque salenembarazadassufrendeesto.Sonpocaslasqueconozco. Pero he de decirle que su hermana está en un estado críticoaunqueellanoloparezca.Quizásdentrodeunmes, una semana, unos días, unas horas, su estado cambie para peor.Alomejornoesasíysereponerápido.Perotemopor ella,susistemainclusoyaestátrabajandomal. —¿Esalgopasajero? —Vamosaversimeentiende.Puedeestarmaldurante meses.Peroquizásnoypaselopeor. —¿Lo peor? —¿Conoceaalguienhuérfanodemadredesdemuypequeño? —Nuestrovecino,JohnDwen. —Eseesuncaso.¿Sabequéedadteníalaantiguaseñora Dwencuandomurió? —No. —Yoatendíelpartodelamuchacha.Teníadieciséisaños, ¿comprendeusted? —Entonces…cuando…cuandoustedserefierealopeor, ¿esqueellapuedemor…? —¿Morir?Asíes. —No. —Señorita Gardiner, necesito que se calme y que esto queleestoydiciendonoseatanobvioparaellos. —¿Quépuedehacerusted,doctor? —Porahoranada.Mequedaréunratoparaobservarsu evolución.
Laspalabrasdeldoctormepincharonenlamente.Yjusto cuandomevolteéhaciamihermana,estabapálidaysudorosaylosojosselecerraban.Wilsonletocólafrenteyafirmó queteníafiebrealta.Eldoctoryyomiramosamihermana porunosminutosyluegointercambiamosunamiradadecomplicidadypreocupación.Toméladecisióndesacaralabuelo,aHollyyaWilsondelcuarto.Losinvitéatomarchocolate, con la excusa de que ellas debían descansar. Le dirigí una últimamiradaaSammyqueclavósusojosenlosmíos. Losllevéabajo.Preparéchocolateparatodosylosmantuveconversando.Unamediahoramástarde,eldoctoraparecióconcaradedesesperación.Dioalosdemáslamisma noticiaquemehabíadadoamí.Hollysepusoblancacomo unpapel,elabueloasestóunpuñetazoenlamesayWilson abrió la boca como si fuera a protestar. Yo, por mi parte, preguntéaldoctorsipodíairaveramihermanayquedarme con ella.Así lo hice. Me senté en la silla en que se sentaba mamáavelarelsueñodeÁgatayTracycuandoestabanenfermas.Laniña,aligualquesumamá,sehabíaquedadodormida en su cuna. Sammy estaba más pálida que antes. La enfermeranosmirabadesdeunrincón.Luegodeunratose fue.Comodejólapuertaentreabierta,pudeoírcomoHolly sollozaba en el pasillo, los pasos fuertes de Wilson, los parámetrosdeldoctorylasprotestasdeabuelo.Unamano cerróbienlapuertayyomedediquéacontemplaramihermana. Yotambiénmequedédormida,ysolodespertécuandoel relojmarcólascincodelatarde.Sammytambiénlohizo.Me miróconojosentornadosysonrióalegremente.Penséque todo había pasado, que lo peor no le tocaría a ella. Pero seguíateniendoelrostrosudorosoycuandotoquésufrente, aúnteníafiebre. —Déjamecargaramihija.
—¿Podrás? —Cuandoseasmadre,Charlotte,comprenderásqueuna madrelopuedetodo—toméalaniñadormidadelacunay selapuseenlosbrazos. —Espreciosa—lecomentéamihermana. —Esbellísima—dijoSammyycomenzóallorar. —No,nollores,amor. —Debollorar,Charlotte.Lloroporqueeslaúltimahora quetengoparaverla. —No digas eso. No te va a pasar nada. —Losabes,losabesCharlotte.Tambiéncomoyo.Está esmiúltimahoraconSusan,contigo,conWil,conelmundo. —No,Sammy. —Hesidomuyfelizenestosdiecinueveañosquehecompartidoconustedes.Todoelamorquemediomifamiliaestá guardado en mí. Los abrazos de mamá, los besos de papá, que Richard me cargara sobre sus hombros, que Lisa me enseñaraatejer,queMichaelmehalaraelcabello,queÁgata mepidieraquelecontaracuentos,queJanequisieraquele hicieratrenzas,queTracydijeraqueyoeralaDaVincidela familia,queHollymeriñeracuandohacíaalgoquelamolestaba,losconsejosdelabuelo.Jugarenlapraderaconustedestres,John,Wilytú.LosextrañarémuchoatiyaJohn.El mejor año de mi vida ha sido este, en que me convertí en mujerymeamaroncomoyoamé. —Sammy—dijeylaabracé. —Eres mi mejor amiga, Charlotte. Eres la persona que másmehacomprendidodesdequeeraniña.Teamomucho, hermana. —Yotambiénteamo. —Prométeme que cuidarás de Susan toda tu vida. Que serás su consejera y amiga. Que más que tu ahijada, se conviertaentuhija. —Teloprometo.
—Las estaré cuidando a las dos. Porque son los seres quemásheamado,pequeñita—dijohablandoconsubebé—, a ti, a tu tía y a tupadre. —Estará bien. Te prometo que la cuidaré lo mejor que pueda. —Charlotte,quisiera,hablarconWilasolas. —Claro. Melevantédesuladoyabrílapuerta.Porelmovimiento desuslabiospercibíun:«Tequiero,hermanita».Nosmiramosalosojos.Loscerréconfuerzaylaslágrimascorrieron pormirostro.Lemandéunbesoconlamanoyellaunoamí. Salí,allíestabaWilson.Élentendió,entróalcuartoycerróla puerta. Holly, que tenía los ojos rojos y una lágrima en la mejilla,corrióaabrazarme.Elabuelo,quetambiénestaba llorando,mehizouncentenardepreguntassobresuestado. Norespondíninguna,estabamuyocupadatratandodesentir calorconlosabrazosdeHolly.Mihermanameacurrucóen suhombroenelsofádelpasillo.Elmédicoylaenfermerano parabandehablarconmiabuelo.Yonoslosoía,sololloraba ylloraba.Estabaperdiendoalserquemásamaba. Alcabodeunahora,seescuchóungritoyunllantopotente.Esomehizosalirdemiensueñoycorrí.Wilsonlloraba, arrodilladoenelsueloconlacabezaentrelassábanasysu manoestabaaferradaaladeSammy.Laniñallorabasobre unodelosbrazosdesumadrequeyanolasujetaban.Corrí hastalaniñaylatoméenbrazos.Luegodepositéunbesoen lafríamejillademihermana.Estabamuerta.Enelmismo lechoenquenació,habíadejadodeacompañarnos.Hollyy elabueloentraron,amboslloraban.YocargabaaSusantratandodecalmarlaycantándolecortasnanas.Wilsonseguía arrodilladoyllorando.Hollyseparóamiladoymebesóen lamejilla.Laabracé,lasabracémuyfuerteamihermanitaya misobrina.Recordéquehabíahechounapromesaylaniña
era,enparte,miencargo.Laacostéenlacunaycuandome volteé,Wilsonyanoestaba. Corrítrasélylosujetéantesdesalirporlapuerta. —¿Adóndevas? —Amorirme. —¡Wilson! —PrometíanteDios,eldíademiboda,quenilamuerte mesepararíadeSamantha. —Wilson,tencalma.Daunavueltayvuelvecuandolo hayaspensado. —Loúnicoquetengoquepensaresenunmododematarme. —¡Nopuedocreerquetengaselcorazóntandurocomo paradejaratuhijahuérfana!—meabrazóysentílágrimas caerenmihombro. —Tetieneati.Cuídala,Charlotte—abriólapuertadela calleysaliócorriendodelacasa. —¡Wilson!¡Wilson! No lo volví a ver esa tarde. Holly y yo preparamos a Sammy.Ladejamosarregladaconayudadelaenfermera,en laalmohadaquehabíasidosuya.Lacunadelbebéfuellevadaamicuartoyelabuelosequedóconella.Elmédicoyla enfermerasemarcharondespuésdeayudarnosunpoco.Ningunodelostresteníahambre,peroalabebitatuvimosque darleunbiberón.Teníalosojoscafédesumadreyelcabello alborotadodesupadre.Sequedódormidaylaacostéensu cuna. Después puse a Holly a dormir con ella en el cuarto. MesentéenlasalaaesperarlallegadadeWilson,elabuelo meacompañó.Mequedédormida,recostadaenelsofá.El abuelo no parecía tener sueño y lo último que vi de él fue cuandosacósupipa. Me desperté sobresaltada por unos duros golpes en la puerta.Ya eren casi las cuatro de la mañana. Holly estaba
dormidaenelsofáfrentealfuegoyelabueloteníaaSusanen losbrazos.Parecíaquelaniñahabíadadomalanocheynadiehabíaqueridodespertarme.CorríalapuertaconlaesperanzadequefueraunWilsonqueestuvieramáscalmado.En efecto,eraWilson.Mojado,conelcabellosobrelacara;lo traían bocabajo seis hombres. Los mandé a ponerlo en el sofá.Cuandovisurostro,comprendíloquehabíapasado. —Llegóalatabernabuscandoproblemas.Unosviajeros lesiguieronlacorrienteylomolieronapalos.Estabainconscientecuandolemetieronlacabezaenunbarrilylodejaron tirado.Cuandollegamosarescatarlodijoalgo—afirmóuno deloshombres. —«Voyencamino,Sammy»,fueloquedijo—aseveró otro. —Seunióaella—dijoelabueloqueestabaparadoami lado,conSusandormidaenbrazos. —¿Pasóalgo?—preguntóelhombrequehabíahablado primero. —Mihermana,suesposa,murió. —Por eso estaba así. Lamentamos sus pérdidas, señor Gardiner,señorita—dijodenuevoelhombre. —Charlotte… —dijo Holly y se paró a mi lado. De repente,setapólamanoconlaboca. —Podríapedirlesunúltimofavor,señores.¿Puedenllevarloalúltimocuartoalfinaldelpasilloenelpisoalto? —Claro,señoritaGardiner. —Voyconellos,Charlotte—dijoabuelo. —Claro.Déjamealaniña—toméamisobrinaenbrazos. —Lamentomuchoporloqueestáspasando,Charlotte. Ellaeratumejoramiga—susurróHolly. —Ymihermana.Comotú. —MepasóigualcuandoTracy. —¿Quieresdecirmealgo,Holly?
—Asíes. —¿Qué es? —Yaquetútambiénperdisteatumejoramiga,¿puedes serlamía? —Claro,miamor.Tratésiempredeseramigadetodas. —Ylofuiste.PeroyoteníaaTracy. —YyoaSammy.Deacuerdo.Oficialmente,eresmimejoramiga. —Gracias,Charlotte—dijomihermanaymeabrazó. —CuidadoconSusan. —Claro.Estanlinda. —Comosumadre. —Ya,señoritas—dijoelprimerodeloshombresquehabía hablado. Dimoslasgraciasysemarcharon,dejándonosanosotros cuatroenelpisobajoydoscadáveresenelpisoalto.Escribí cartasalosDwen,aJane,aLisa,aÁgata,aFrankyaOwen. LadelosDwenyJanellegarondosmesesmástarde.Ágata mandómantillasnegrasyunacartallenadelágrimassecas. MientrasqueLisallegóatiempoparaelentierroyparaconocer a su sobrina. Se pasó unas semanas con nosotros y luegovolvióamarcharse.Enesetiempo,yoeraunacriatura débilyfrágil,comonuncamehubieraimaginado.Llorabaa cada hora, sobre todo cuando tenía a Susan en los brazos. MedolíamuchopensarenSammyyenWilsonquesoloevadía el tema. De cinco a siete de la tarde, la niña gustaba de dormirse, eso me permitía ver el atardecer. Entonces, comencé a comprender que debía de dejar de pensar en mí. TeníaprioridadescomoSusan,Hollyyelabuelo.Peronadie meimpidiódíatrasdía,iralacolinaaverelatardecer.



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En el texto hay: amor, guerra, soledad y muerte

Editado: 18.05.2020

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