-Al menos murió rápido.
Los dos potentes luces se refractaban en el visor del casco roto creando una lluvia de fragmentos de luz. Ralph se elevó un poco para poder iluminar el gran agujero en el casco, pero el agujero continuaba a través del cráneo y no se veía tanto.
Decidió extraer el cadáver para ver si el proyectil había atravesado la parte trasera de la cabina. Cuando alcanzó los hombros de la piloto y tiró hacia arriba, el torso se partió a la mitad a la altura del abdomen y lo hizo caer de espaldas en medio de una lluvia de partículas.
-Oops! -Exclamó. Pero sus botas estaban bien adheridas al fuselaje del Queadlunn.
No arrojó el cadáver. A pesar de haberlo hecho cientos de veces, sentía respeto por las guerreras Meltrandi. Dejó pues los restos flotando a un lado y volvió a examinar la cabina. El proyectil era de energía cinética y no había explotado en el interior del mecha. Eso si, había atravesado longitudinalmente a la piloto, pero el panel trasero estaba intacto y probablemente el orificio de salida estaba en algún lugar por debajo de las las piernas. Eso era bueno.
Se aferró al borde de la cabina y soltó las ligaduras magnéticas de sus botas, esto le permitió introducir medio cuerpo en la cabina y alcanzar cierto punto del panel trasero.
Solo le llevó unos segundos; conocía a la perfección los Queadlunn y podía hacerlo con los ojos cerrados, la visión de un trozo de espina dorsal asomando entre los restos del traje no lo distrajeron ni un solo momento.
Tenia que rodear la palanca con sus dos manos, que si bien no era difícil, cuando había medio piloto en la cabina reducía bastante su capacidad de maniobra. Cuando pudo hacerlo, la giró en sentido horario y escuchó el chasquido característico.
Ahora solo faltaba la parte pesada del trabajo. Se impulsó hacia atrás lentamente pero esta vez se sujetó de la parte superior de la cabina, acto seguido puso sus pies en el borde inferior y comenzó a ejercer presión con sus piernas. La mitad inferior del Queadlunn se separó y flotó lentamente hacia abajo. Ralph esperó unos momentos a que la pieza se alejara varios metros antes de empezar a trabajar con lo que quedaba: Una unidad parecida a una mochila de donde salían los brazos y la "cara" del mecha.
Ralph no sabia mucho sobre la ingeniería Zentradi, pero le gustaba imaginar que este método de separación de los Queadlunn era una forma de rescatar a las pilotos. ¿Entonces porqué en los años que llevaba trabajando en esto nunca había encontrado un mecha Meltrandi vacío? Los mechas "masculinos" no tenían este mecanismo, por consiguiente había que cortar el fuselaje con un láser de plasma y en general, llevaba el triple de trabajo que en los Queadlunns... pero por otro lado, no se veían los restos del piloto. Los mechas Meltrandi eran mas fáciles, solo había que tener algo de estómago para lidiar con las desafortunadas chicas que los pilotaban. Algo en lo que Ralph era un experto.
-Si hasta podría aprobar un examen para la escuela forense. -Solía decir
Solo una vez sus nervios cedieron: cuando durante un trabajo de rutina vio señales de que la piloto había sobrevivido un tiempo antes de morir ¿Cuanto tiempo? En la pantalla quebrada que tenia frente había visto 3 rayas y el cadáver tenia un trozo de metal puntiagudo todavía en su mano ¿Había agonizado 3 días? ¿O 3 semanas? los Zentradis son duros, pueden sobrevivir en ambientes donde los humanos no vivirían segundos. El estómago se le revolvió al recordarlo.
Aferrándose a los cañones del mecha, se arrastró hacia la parte posterior. Este era un Queadlunn Nona, por lo que tenia un solo reactor. Eran los más comunes en el campo, había miles de ellos, aunque casi nunca intactos. Ralph trabajó rápido, la gran joroba que albergaba los misiles estaba cerrada; la desafortunada chica murió antes de poder lanzar un solo misil, pero los misiles no importan, hay millones de ellos, "vivos" y "muertos" flotando a lo largo del antiguo campo de batalla. Esto podía considerarse un peligro para la navegación, los misiles podían activarse con un impacto o por alguna perturbación electromagnética, es por eso que quienes trabajaban en la zona tenían sus equipos protegidos con emisores de señales IFF (1) recuperados de los mechas de la zona, tanto Zentradi como Meltrandi. Ralph sabia que dependía de ellos en caso de una emergencia, pero salvo los juegos de Will, nunca supo de armamento activo en la zona que pusiera en riesgo su vida.
Lo que importaba era el reactor, así que se deslizó hacia la parte inferior de la joroba donde dos toberas se desprendían de la mochila que contenía el reactor.
Los mechas Zentradis no tenían tornillos o tuercas, no estaban hechos para mantenimiento. Se usaban y cuando se dañaban se los destruía. Las piezas estaban soldadas o encastradas unas con otras con membranas flexibles. El reactor del Nona estaba entre las toberas y el contenedor de misiles, había que remover una cubierta de blindaje para dejarlo al descubierto, pero como esta cubierta descansaba sobre un material aislante de calor, era cuestión de quitar ese material para liberar todo el bloque protector. Ralph extrajo de un compartimiento en su cintura dos gruesos cables con grandes diodos en sus extremos, puso un diodo sobre cada extremo de la junta aislante y accionó el dispositivo de carga. Al cabo de unos minutos, el material se resquebrajaba y pequeñas nubes de polvo se dispersaban por ambos lados de la coraza. Un golpe con el puño y la junta aislante se desintegraba, dejando la pesada pieza blindada flotando a la deriva.
Ralph apartó la pieza y se puso a trabajar en el reactor.
Diez minutos mas tarde, extraía un objeto negruzco. Era el combustible del reactor transformado en carbón o algo parecido a eso tras el paso de cientos de años en el espacio. ¿Como sabia Ralph eso? Le pareció recordar que el profesor había hablado sobre que si el material estaba cristalizado, era que mas de mil años habían pasado desde que se agotara, algo que ver con la alta presión de la cámara del reactor y al decaimiento de la materia... o algo así, el caso es que en este sector del campo, todos los reactores tenían lo que él llamaba "carbón" dentro, nunca había visto un reactor cristalizado.