Año 1979 (Calendario Terrestre)
-Más rapido!
Era inútil gritarle a su armadura, pero la continua descarga de adrenalina intoxicaba su sentido común. Su cabello estaba chorreante de sudor y ni siquiera los sistemas de soporte vital de su traje podían evacuar la humedad tan rápido como para evitar que cada vez que moviese la cabeza de un lado a otro, pequeñas gotas volaran por el pequeño espacio entre su rostro y el cristal del casco. La cabina era un caos, de entre la cacofonía de alarmas y advertencias que la computadora de abordo trataba desenfrenadamente de hacerle oír a la piloto se entremezclaban los crujidos y rechineos por doquier.
Su presa estaba a menos de cien metros de distancia, pero esa brecha no disminuia nunca. Se acercaba al límite físico de lo que podía pedirle a su armadura (El límite de operación estándar hace rato que había sido sobrepasado) Pronto empezarian a fallar los sistemas y quedaría perdida en medio de no sabía que maldito campo de desechos.
-Más rapido maldita mierda!
Tenía que apresurarse; el tiempo se agotaba. Una rápida mirada a los indicadores de armamento y se decidió en menos de un cuarto de milésima de segundo. Una vibración recorrió toda la armadura y de pronto la última reserva de misiles salía disparada hacia el frente.
Cien metros por delante, el perseguido realizó una zambullida y entró en picado entre la capa de desechos más grandes.
Era lo que ella esperaba, viró por derecha y comenzó a trazar un semicírculo por la zona donde esperaba emboscar a su presa. Por un instante parecía que los misiles viajaban más lentamente de lo normal, pero al darse cuenta la tremenda velocidad que llevaba, una leve sonrisa se pintó en su rostro. El cañon principal rotó por encima del hombro de su armadura y se colocó en posición de disparo.
Las primeras detonaciones comenzaron a florecer entre los despojos. Su posición era ligeramente por encima de la trayectoria original, por lo que podía ver como las explosiones allá abajo seguían un patrón en espiral a medida que su objetivo evadía cada proyectil. La espiral subía hacia un punto y es allí donde apuntó su arma. El disparo rasgó el campo de estrellas e impactó contra la nube de desechos en el mismo momento que una poderosa onda de partículas y trozos de metal eran eruptadas en todas direcciones.
-Le di... mierda le di!!
No se equivocaba, de entre el caos de residuos, surge un bólido envuelto en humo blanco, tenazmente intentando escapar realizando un rizo que se evidenciaba claramente por la humareda que se formaba detras.
La persecución se reanuda, pero ya el destino ha echado sus cartas. La huida se vuelve un juego de gato y ratón donde ya no se trata de acortar distancias, ahora se trata de ver hasta cuando la víctima puede evitar los disparos del cazador. Las estelas que antes eran rectas perfectas se transforman en caprichosos nudos y espirales que rodean los trozos más grandes de antiguos cruceros de batalla.
La distancia se acorta y los giros se hacen más cerrados, perseguidor y perseguido se trenzan en una danza mortal. Las máquinas de combate estan al limite, la potencia de sus propulsores genera tales ondas de choque que las basura alrededor comienza a explotar en fragmentos a medida que el combate arrecia y se introducen cada vez más en lo profundo del antiguo campo de batalla. Las señales de alerta iluminan el rostro de la joven piloto Meltran pero ella no las oye por encima del ensordecedor rugido de su reactor.
Quince metros, apenas tiene tiempo para corregir sus giros para contrarrestar los de su oponente. Incluso a esa distancia sus disparos pueden fallar debido a lo frenético de sus vueltas, debe acercarse más, si pierde la oportunidad....
Lo que sucede a continuación fué tan rápido que no llega a comprenderlo hasta que ya es tarde para hacer algo. Una pared de residuos aparece frente a ellos y ninguno de los dos hace nada por evitarla. La tremenda colisión crea una onda de choque que se expande por toda la capa residual como las ondas en un estanque donde un niño ha arrojado una piedra.
Ambos contendientes quedan uno frente al otro y rodeados por todas partes de basura y restos metálicos, todavía con sus toberas al rojo vivo por la aceleración, pero ninguno de esos reactores volverá a encenderse jamás. En solo un segundo todo se resolverá.
Pasan varios minutos de silencio.
La jóven piloto comienza a reírse. No es la risa que a veces estalla espontáneamente durante el combate, esa demostración de placer que las Meltrandis experimentan en el fragor de la batalla. No se trata de eso y queda sorprendida. Comprende muy bien su situación; está muerta, lisa y llanamente muerta. No tiene forma de volver a su flota, no hay chances de que la rescaten. Nada. Frente a ella se yergue su objetivo pero no presiona el gatillo. ¿Que es esta sensación que recorre su cuerpo? Solo conoce dos estados donde su cuerpo reacciona de forma anómala; La excitación y el Agotamiento (Y este último suele ser el resultado del primero)
Deja caer sus brazos y su armadura imita el gesto. Frente a ella, el Rau hace lo mismo con un solo brazo dejando al descubierto el impacto de metralla a la altura de la cabina por donde gotas de sangre comienzan a flotar. El otro queda plegado sobre el pecho rodeando el pod robado de la nave madre.
-Se acabó. -una voz Meltrandi suena débil por la radio de la joven piloto.
-Se acabó. -Repite ella y su cañón principal se coloca en posición de disparo.
Entonces lo ve.
Hay un embrión Meltrandi en el Pod, un embrión que todavía no fué sometido al proceso de crecimiento acelerado para transformarla en guerrera adulta.
Su cabeza comienza a trabajar, tiene toda la concentración puesta en la armadura frente a ella, pero otra parte de su cerebro comienza a recordarle lo que sabe de la protogenesis de su raza. Cuando los embriones maduran nueve meses a partir de su fabricación y pasan a la etapa “Infante”, dejan la planta de incubación y pasan a las instalaciones de crecimiento. Ese embrion no fué robado de ninguna instalación de crecimiento, la seguridad es demasiado alta como para que cualquier maquina de combate se acerque a ellas. No, solo hay una instalación donde la extrema seguridad no es requerida... Si ese embrión dejó la seguridad de las líneas de protogenesis es porque fue deliberadamente expulsado del sistema y eso solo tiene una explicación... y no tenía sentido ¿Quien robaría un embrión defectuoso?