La profusión de luces dio lugar a una repentina oscuridad en la cabina del carguero en el momento de emerger de la aureola fold. Inmediatamente se encendieron las luces de navegación y los diferentes sistemas cobraron vida al unísono iluminando varias pantallas frente al piloto y copiloto.
Ambos llevaban sus trajes espaciales puestos y tan pronto como sus asientos se inclinaron hacia delante comenzaron a operar los teclados de la consola frente a ellos. No perdieron mucho tiempo comprobando su posición porque se encontraban frente a su destino. A través de los vidrios de la cabina podía verse una estructura de dimensiones gigantescas. A primera vista uno pensaría que se trataba de un espejismo; las grandiosas formas se entrecruzan y desaparecen en la negrura espacial como si fueran transparentes o poseyeran una propiedad que las hacia invisibles de un momento a otro, pero al acercarse un poco el observador pronto comprendía que los segmentos de la gigantesca forma eran grandes plataformas hexagonales cubiertas por cientos y cientos de paneles reflectantes que devolvian al espectador la imagen del campo de estrellas que los rodeaba ocultando por completo la verdadera forma del complejo, más similar a una enorme flor que a una estación militar de Espacio Profundo.
Ambos pilotos continuaron sus procedimientos de rutina mientras la nave se acercaba lentamente a las primeras plataformas que se abrían en forma escalonada en todas direcciones. El interior del complejo era un verdadero laberinto de soportes estructurales que ofrecían el marco oculto de la gigantesca estación.
El sistema SILS (1) del carguero maniobraba siguiendo una ruta segura cada vez más cerca del centro de la superestructura que, sin embargo, no era donde el centro de control se encontraban. Vieron una enorme columna de metal conformada por grandes segmentos cilíndricos que daban forma al tallo de donde emergen cada uno de los soportes de las plataformas. Cada segmento estaba dividido por vigas laterales en forma de cruz, lo que generaba 4 vías de paso a lo largo de la columna central, pero tres de esos espacios estaban repletos de contenedores y materiales de construcción por lo que la única forma de “bajar” a través del eje central era siguiendo la ruta libre que, convenientemente, se encontraba iluminada.
El carguero entró en la única vía despejada y descendió lentamente a lo largo de un entramado de soportes y tuberías que se hacian más densas a medida que toda la estructura convergia en la base. Las luces del centro de mando se hicieron visibles al recorrer los últimos metros del túnel. La nave penetró entonces en una especie de espacio circular vacío de varios cientos de metros de diámetro, cuyas paredes estaban formadas por la parte posterior de las plataformas que albergaban los paneles reflectantes, pero que desde el interior solo mostraban soportes, cables y cañerías. La superestructura a la que se dirigian eran simplemente varios modulos interconectados que sobresalian del soporte central, diferenciándose claramente del resto por presentar ventanas iluminadas. La base del eje central estaba coronado por una estructura circular y achatada, similar a una torre de control, con ventanas rectangulares que se abrían hacia los 360 grados, de las cuales solo un par estaban iluminadas.
Justo por debajo del centro de mando, varias plataformas más pequeñas se abrían como las hojas de un trébol de tres hojas, aunque de forma pentagonal. Dos de ellas eran modulos habitacionales, fácilmente reconocibles por su forma de vaina y las pequeñas ventanas circulares iluminadas (Aunque se veian mas ventanas oscuras que iluminadas en la veintena de módulos que componian el complejo) La plataforma restante era la zona de atraque, compuesta por un esqueleto de vigas que sostenían varios contenedores de la misma clase que los tres que el carguero remolcaba mientras se acercaba a la plataforma.
Uno de los ganchos de atraque se iluminó de pronto y una serie de pequeños puntos luminosos comenzó a encenderse progresivamente de a pares desde la estructura, formando una senda de luces parpadeantes que se extendía hacia el centro del espacio vacio.
Una voz sonó a través de los parlantes de la cabina del carguero.
-¿Dos containers para la Rainbow? -La voz se interrumpió un momento y luego agregó: -¿Zapatos nuevos para Ralph?
Ambos pilotos estallaron en carcajadas, quien ocupaba el asiento del copiloto activó el micrófono de su casco.
-No creo que sean tan grandes.. debe ser un nuevo Dildo para Amanda... -Ahora las risas se escucharon de ambos lados del intercomunicador. El Capitán del carguero tomó el habla.
-Base Barrow, aquí carguero Rio Grande solicitando permiso para atracar. Cambio.
-Entendido Rio, permiso concedido hace 20 minutos, deje las formalidades y meta sus latas en nuestra heladera.
El Río Grande no era un supercarguero, a los estándares de las flotas colonizadoras era apenas algo más que una nave de correo para enlazar asentamientos y estaciones del espacio periférico. Con su escaso tamaño, su capacidad de remolcar hasta 5 containers clase II los hacian mas que apto para el transporte de productos de primera necesidad y correo en zonas fronterizas.
El copiloto soltó los mandos y comenzó a desabrocharse el cinturón que lo anclaba al asiento. -¿Qué hacemos Cap? -Pregunto. -¿Tomamos el DPF(2) acá o en la Rainbow?
El hombre no respondió, estaba mirando a través del vidrio un punto elevado de la plataforma de atraque.
-Definitivamente en la Rainbow Mike. -Dijo al cabo de unos segundos. -No me gusta dormir en gravedad cero.
-A mi tampoco me gusta. -Dijo el hombre más joven mientras estiraba los brazos. -Además, al contrario que en esta lata gigante, en la Raimbow hay mujeres... ¿Capitan...? ¿Capitán Gray?
El Capitán Gray habia vuelto su mirada hacia la zona de habitáculos que se veía a través de los soportes metálicos. De pronto señalo uno de los módulos cuyas ventanas estaban iluminadas. -Ahi en el módulo 7, habia una morocha mirandonos.
-¿Una mujer? ¿Aqui? -Mike se impulsó desde su silla y pegó su cara al vidrio delantero. -¿Seguro Cap? No veo nada!!
Como única respuesta recibió un tirón en el cinturón de su traje que lo envió dando vueltas contra la parte posterior de la cabina.
-Hay un VF-19 con equipo FOLD atracado en la otro bahia. -Dijo Gray señalando al frente. El joven copiloto logró finalmente controlar sus giros y evito golpear de cabeza contra una mampara metalica. Apoyó sus piernas contra la misma y de un pequeño impulso volvió al frente de la cabina. -Esquema civil ¿No? -Dijo mientras extendía los brazos para frenar su impulso antes de chocar contra el cristal.
-Una compañía de seguridad privada parece. -Gray frunció el ceño.
-¿Una PMC?(3) -Mike había quedado pegado al techo y veía con incredulidad a la nave estacionada unos veinte metros por delante de ellos. -No me gusta Cap.
-Calla novato. Y siéntate.
La nave recorrió cada vez más lentamente los últimos 10 metros y se detuvo bajo una abrazadera magnética. Esta se pegó al casco justo por detrás de la cabina. Dos soportes adicionales se desplegaron a los lados del casco y anclaron firmemente a la nave a la plataforma.
-Asegurados. -Dijo Mike por radio. Inmediatamente recibieron la respuesta del control.
-Confirmado Rio, bienvenidos. Hoy les toca el bloque 4. ¿Van a pasar la noche aquí?
-No lo creo Leo. -Dijo Gray mientras desabrochaba su cinturón. -Quiero plantar los pies en suelo firme lo más pronto que pueda. ¿Quien es la visita?
Se produjo un breve silencio del otro lado de la radio. -Sobre eso Gray... te lo cuento café de por medio.
-De acuerdo. Te veo al terminar tu turno.
-En poco menos de dos horas. Puedes traer al novato si quieres.
Mike entornó los ojos y estaba a punto de contestar pero un gesto de su capitán lo disuadió.
-Copiado Control. Dejamos la nave lista para descargar.
-Enterado. Los veo adentro.