Chatarra

30

Cinthya abrazaba al pequeño robot mientras miraba nerviosamente a cada lado de la cabina. No había vuelto a escuchar la misteriosa música, pero la empecinación de Jim por seguir adentrándose más en la tétrica nave estaba empezando a mellar sus nervios.
Habían continuado recorriendo el pasillo en donde habían encontrado el Drone. Cinthya carecía de los conocimientos de Jim en cuanto al tamaño y forma de esas naves, asi que ignoraba por completo en que parte se encontraban ni que tan cerca estarian de una escotilla que saliese al espacio.
Jim había mantenido su caza en forma robot y se detenía a intervalos regulares para examinar los diferentes pasillos que se desviaban de la vía principal.
Finalmente Cinthya no pudo aguantar más el silencio.
-¿Que estamos buscando exactamente, Jim? -Preguntó
-Ya te lo dije, un arma… o específicamente un Rifle.
-¿Y porqué simplemente no tomás uno de esos? -Dijo la joven señalando uno de las miles de armas que habían visto flotando alrededor de los cadáveres. Muchas de ellas todavia llevaban el puño de su antiguo dueño cerrado alrededor de su empuñadura.
Jim no respondió, pero Cinthya vió como en el cristal de la cabina un pequeño cuadrado apareció y enmarcó una de las armas que flotaban frente al caza, de pronto el robot extendió el brazo y tomó el arma, colocandose automáticamente en posición de disparo. Jim apretó el gatillo y Cinthya se tapó los oídos. (Y al golpearse el casco con las manos se sintió mas idiota todavía)
Nada sucedió, solo se escuchaba el chasquido del gatillo que presionaba repetidamente Jim.
-¿Ves? -Dijo. -Estas no sirven.
-Pero… -Dijo la joven -¿No me habías dicho que el armamento Zentradi podía usarse sin importar el tiempo que pasase?
-Los misiles son una cosa, las armas de energía son muy susceptibles de la radiación de Neutrones.
-¿Eh?
Jim suspiró e hizo que el robot dejase la inútil arma, que se alejó flotando por el pasillo por donde habían venido. -Las armas de la infanteria Zentradi son de energia. Usan una especie de batería como fuente de poder y munición.
-Entiendo.
-Esa bateria, como casi todos los aparatos electrónicos, pierden efectividad si son sujetas a un bombardeo de radiación de neutrones por tiempo prolongado. En realidad casi todos los materiales son susceptibles, hasta el metal se desintegra con el tiempo. Pero el efecto en los aparatos es mucho más acelerado.
Cinthya no necesitaba más explicaciones. Se había pasado toda la mañana y parte de la tarde registrando lecturas enormes de radiación de neutrinos provenientes del centro de la anomalía. Eran condiciones extremas donde las protecciones y blindajes de las naves y trajes espaciales apenas garantizaban una mínima barrera a las peligrosas radiaciones.
-¿Entonces? -Pregunto.
-Estoy buscando un rifle Zentradi, uno que usa la infantería contra las armaduras de combate. Es mucho más grande que los rifles tradicionales y usa alimentación externa.
-¿Alimentación externa? -Preguntó confundida la joven. -¿Osea que lo tenes que enchufar en algun lado?
Jim se rió con ganas. -Algo por el estilo. -Dijo poniendose serio nuevamente. -El problema es que debemos encontrar un depósito de armas en algún lugar profundo de esta nave, de modo que haya estado aislado lo más posible de las radiaciones del exterior.
-Comprendo. -Dijo la joven. -Conoces mucho sobre estas cosas Jim.
-Ni que lo digas. ¿Conoces el juego de las Escondidas?
-¿Eh? -La joven dudó un momento pensando en que clase de pregunta era esa. -¿Las Escondidas? Si claro que conozco ese juego. ¿Porque lo preguntas?

El pasillo se interrumpió delante de ellos, había colapsado sobre si mismo, probablemente aplastado por alguna otra sección de la nave durante el colosal choque. Jim retrocedió un poco y probó una de las compuertas laterales, varias estaban deformadas por el impacto, pero una de ellas parecía estar intacta. Jim usó la interfaz de rastreo de su casco y designó a la puerta como objetivo, dejando que la computadora colocase a la nave en la mejor posición para abrir la puerta. La base de datos del caza reconoció inmediatamente la puerta y el sistema manual para abrirla, por lo que se plantó firmemente en el piso del pasillo usando los anclajes magnéticos de las toberas, de modo que pudiera realizar el pesado esfuerzo en gravedad cero. El robot abrió la escotilla con facilidad y Jim recobró el control, entrando lentamente a la habitación.

-Hay una prueba que todo piloto de combate debe superar para poder ingresar a los cuerpos especiales. -Dijo Jim mientras hacía avanzar el robot por entre los diferentes obstáculos que flotaban en el camarote. lo que parecían ser camas, armarios o su equivalente Zentradi, tambien habia recipientes sellados y trajes, la mayoría muy degradados por la radiación. -En la jerga militar se la conoce como la prueba de la “Escondida”.
-Nunca escuche hablar de semejante cosa. -Dijo Cinthya.
-Es una prueba de supervivencia muy dura, solo unos pocos pasan la prueba cada año, incluso hay años donde nadie la pasa. Creo que el porcentaje de éxito ronda apenas el 6 o 7 por ciento. -Explicó el Teniente mientras agachaba el robot para pasar por debajo de unas vigas dobladas. Del otro lado observaron perplejos el lugar donde debería haber estado la pared del fondo del camarote. Un enorme espacio vacío se abría ante ellos, revelando más destrucción y restos de otra nave ingresando en el casco de la nave en la que se encontraban.

-Mierda. -Dijo Jim. -Esto no tiene ni pies ni cabeza, ya ni sé en qué nave estamos.
Descendieron lentamente por el agujero, pasando a través de diferentes cubiertas como si una parte de la nave hubiese sido cortada con un cuchillo caliente. Aterrizaron en un pasillo que había perdido parte del techo y continuaron en lo que Jim estimaba que era la dirección que los alejaba del hangar y los acercaría a la zona de infantería, donde almacenaban el equipo de asalto y armas especiales.
-Pero tu la pasaste. La prueba digo.
-Si, y era en algo parecido a esto, pero a menor escala.
-¿Parecido? -Preguntó Cinthya.
-La prueba consiste en un reconocimiento de un campo de batalla Zentradi abandonado. mucho mas pequeño que este claro. Lo que al principio parece una misión de rutina se vuelve muy pronto una pesadilla. -Dijo Jim mientras se detenia frente a un panel desgarrado de una de las paredes para echar un vistazo a lo que había del otro lado. -El director de la misión ha programado el armamento equipado en tu nave para que falle al entrar a la zona y de pronto te das cuenta que estas completamente indefenso.
Cinthya escuchaba con atención el relato del piloto y mantenía abrazado al pequeño Drone con fuerza.
-Entonces de pronto se corta toda comunicación con el mando de la misión y quedas solo en medio de los desechos.
-¿Y entonces?
-Entonces, de la nada, aparecen tres “Ghosts”
-¿Fantasmas? -Preguntó incrédula Cinthya traduciendo la palabra del Inglés.
-Los Ghosts son drones de combate, como el que estas abrazando ahora, pero más grandes y armados con lásers y misiles. Máquinas de combate autónomas. IA’s de guerra.
La nave de Jim siguió avanzando pero ahora el pasillo ascendia levemente y la cantidad de desperdicios y cadáveres había aumentado considerablemente. Prácticamente avanzaban entre los restos como un niño en uno de esas piscinas llenas de pelotas de colores, empujando y avanzando con dificultad, tratando de esquivar los escombros más grandes.
Cinthya esperó pacientemente a que el piloto continuara la historia. Jim piloteaba con total concentración y parecía haberse olvidado que estaba contandola.
-El asunto es que, en teoría, uno no está preparado para eso. -Dijo de pronto reanudando el relato. -Los Ghosts se despliegan por toda la zona y empiezan a “cazar” al cadete, sin advertencias, nada. En un instante te localizan y los tres atacan al unísono. Rapido y brutal.
-Algo me dice que no estabas desprevenido cuando llevastes a cabo esa misión ¿O me equivoco?



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En el texto hay: drama, mechas, macross

Editado: 01.03.2021

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