Chatarra

91

Amanda permaneció de pie frente a la pantalla todo el tiempo que la extraña visitante demoró en bajar desde lo más alto de La Torre hasta el depósito de containers del hangar principal. Solo cuando Quinn la llamó desde el lugar e informó de la situación la mujer se dejó caer agotada sobre el sillón de mando.
—¡Capitán! —exclamó Rebecca al escuchar el ruido que hizo Amanda al desplomarse sobre la silla —¿Estás bien?
La Capitán Kyle no respondió y Rebecca se puso de pie, abandonando momentáneamente su puesto.
—Amanda… Estás… ¿Temblando?
La mujer cruzó los brazos sobre el pecho y suspiró aliviada. —Gracias… a Dios. —dijo cerrando los ojos.
Rebecca permaneció junto a la silla sin saber que hacer. Al cabo de unos momentos Kyle giró la cabeza y miró a su compañera con curiosidad.
—Ya deberías haber guardado eso. —dijo
La mujer morena bajó la mirada en dirección al arma que seguía empuñando en su mano derecha. 
—Oh! —exclamó.
Ambas mujeres se rieron y la tensión pareció bajar un poco en la torre de control.
Mientras Rebecca volvia a depositar el arma bajo la terminal de su puesto, Amanda se incorporó en el asiento y se acomodó la gorra. 
—¿Estás bien, Amanda? —preguntó regresando junto a su amiga. La Capitán Kyle asintió en silencio.
—¿Que tan malo fue… eso? —preguntó señalando la pantalla donde hacia unos instantes habían aparecido las imágenes del depósito.
—Podría haber sido peor. —respondió Amanda. —MUCHO pero… escucha Rebbie, no quiero hablar de esto ahora.
La mujer sacudió la cabeza. —Amanda… Somos compañeras… no, somos AMIGAS desde hace años. ¿No crees que ya es hora que confíes en mi de una vez por todas?
La Capitán kyle frunció el ceño. —Rebbie….
—Escucha Amanda, todos estos secretos, todas estas mentiras… no puedes continuar ignorandonos por mucho más tiempo…. somos parte de esto, todos nosotros. ¿Cuando se terminará todo este… encubrimiento? Amanda, sabemos que Unity no es una compañía hostil, no ha ayudado en el pasado y siempre ha respaldado a los Colonos, en las buenas y en las malas, sabemos cuales son nuestras obligaciones con la empresa y con agrado las aceptamos. ¿Es necesario que mantengas tu sola toda esta pantomima? ¿Después de tanto tiempo sigues sin confiar en nosotros... sin confiar en mi?
Amanda pareció hundirse más en el sillón mientras evadía la mirada de su subordinada.
—Rebecca… no es así, estás equivocada… yo confio en ti, confío en todos los colonos es solo que...
—Pruébalo. —dijo la mujer cruzándose de brazos. —Dinos qué está pasando con Unity y la Rainbow.. cuéntanos qué planes han trazado para nosotros los de la Fundación y la Directora.
—Yo… no puedo Rebbie, lo siento pero…
Rebecca suspiró y colocó la mano sobre el hombro de Amanda. —Como quieras. —dijo. —Se darme cuenta que cargas con una responsabilidad demasiado grande, siempre lo haz hecho, pero ahora el peso está comenzando a hundirte.
La Capitán Kyle levantó la vista hacia su amiga.
—Casi has perdido el control hace unos momentos. —dijo. —Eso nunca había pasado antes.
—No. —respondió Amanda. 
—Esa… Quinn. —dijo Rebecca retirando la mano. —Era una Amazona ¿verdad?
Amanda no contestó, pero era evidente que se había puesto nuevamente en guardia. El momento de debilidad había pasado.
—Lo vi, lo vi en sus ojos. —dijo la mujer mirando pensativamente hacia la puerta. —Ni siquiera me prestó atención, no me consideraba una amenaza a pesar del arma que le estaba apuntando al pecho. Era una Meltran micronizada, una verdadera guerrera, aquí, en la Rainbow.
Rebecca caminó hacia el enorme holograma que mostraba la zona de control de los radares de la Colonia. —Unity ha comenzado a enviar a su personal de seguridad a la Rainbow de forma encubierta ¿Porque? ¿Acaso teme algo..?
Amanda no respondió, seguía mirando a Rebecca a los ojos con seriedad.
—Pero hay algo más. —continuó la mujer morena con ademán pensativo. —Aun con los plazos de la finalización del contrato con la NUNS acercándose a su fin… no tiene sentido enviar a una sola guerrera para formar un cuerpo de seguridad o defensa o lo que sea….  por muy buena que sea, esa Amazona es solo un elemento aislado, no podría nunca ocuparse ella sola de defender a la Rainbow… su presencia es algo especial… e inusual…. además, las Amazonas siempre trabajan en parejas ¿No?
—Rebbie…
—Estoy cerca ¿Verdad?
Amanda suspiró. —Basta. —dijo. —Creeme que no quiero involucrarte en esto, no es seguro. Hay un plan si, lo sabes muy bien, asi como tambien sabes que es en beneficio de todos nosotros. Estamos en un lugar hostil, en tiempos hostiles, la NUNS… la NUNS no puede protegernos, nunca lo ha hecho realmente y yo…
El sonido de la puerta al abrirse detuvo el discurso de Amanda.
—Tass.
La joven entró tímidamente a la torre de control. El silencio los envolvió como un pesado manto de inquietud mientras ambas mujeres se escrutaban detenidamente.
—Amanda… tu..
—Will… —La Capitán se levantó de la silla y miró a la joven directamente a los ojos. —Escapó en la Rio Grande dentro de un contenedor. ¿Verdad?
Tass asintió en silencio.
—Tu lo ayudaste. Fue toda tu idea desde el principio.
Rebecca se llevó la mano a la boca. —¡Oh Tass! —exclamó.
—Si, fue mi idea. —reconoció la joven. —Me hago por completo responsable de mis actos.
La Capitán Kyle suspiró y miró a su compañera. —¿Todavia tienes a mano tu pistola, Rebbie? —preguntó.
La mujer morena miró con desaprobación el gesto de su Capitán. —Amanda….
—¿Ves como no soy la única que guarda secretos aquí?¿Y encima quieres que confie en todos ustedes? —dijo mientras daba vuelta al puesto de control y se acercaba a la insegura Tass. —No, no voy a dispararte Tass, aunque ganas no me faltan.
Las dos mujeres permanecieron en silencio una frente a la otra, solo Rebecca parecía estar libre de moverse en ese pesado ambiente. Suspirando se acercó y puso su mano sobre el hombro de su Capitana. —¿Y bien? —preguntó. —¿Como vamos a resolver esto?
—No podemos hacer nada. —contestó Amanda liberándose de la mano de su amiga. —El contenedor está fuera de nuestro alcance en medio de un FOLD de larga distancia hacia Nueva Caledonia. Incluso si las comunicaciones vuelven y enviamos un mensaje, Gray no lo recibirá hasta que llegue al sistema de destino… —Mientras decía esto comenzó a caminar por el puente de mando pareciendo hablar consigo misma en voz alta. —Y aun así no puede volver a saltar enseguida. Debe atracar en Nueva Caledonia y reingresar el contenedor al circuito comercial de la Rainbow, eso demandará papeleo y tiempo.—dijo deteniéndose mientras miraba a Rebecca. —Si queremos recuperar esa cosa tenemos que ponernos primero en contacto con Unity. Es la prioridad número uno.
—¿Amanda? —preguntó Tass con timidez. —¿Porque estas hablando del contenedor y… no de Will?
—Porque lo que me interesa es lo que había dentro de ese contenedor, no el estúpido de tu amigo Will. —contestó la mujer con evidente mal humor. La respuesta desconcertó a la joven.
—¿Eh?
Rebecca se adelantó y se cruzó de brazos frente a Tass. —No te preocupes chica, Amanda arreglará todo, pero no esperes que te cuente nada, hoy está más misteriosa que de costumbre…. ah y por cierto, déjame darte un consejo.
Amanda gruño y concentró su atención en la esfera del radar mientras Rebecca se inclinaba sobre Tass y decía unas palabras al oído de la joven.
—Si te cruzas con una mujer desconocida de anteojos y pelo corto… te sugiero que te alejes lo antes posible sin dirigirle la palabra. Lo digo por tu….. seguridad.
La joven abrió los ojos sorprendida pero no llegó a contestar. Una alarma sonó en en la Torre de Control.
—¿Que rayos..? —comenzó a preguntar Rebecca pero Amanda ya había reconocido los datos que se proyectaban en la esfera del radar. El enorme holograma siempre mostraba el espacio monitoreado pasivamente como una esfera azul. Ahora la esfera se había tornado verde, lo que indicaba que ahora estaban viendo una representación del espacio subdimensional que rodeaba a la Rainbow.
—Reacción de DEFOLD. —dijo Amanda señalando la perturbación de las líneas brillantes que formaron una especie de onda expansiva en unos de los extremos exteriores de la esfera, como si alguien hubiera arrojado una piedra a un estanque de esmeraldas. —No muy cerca, pero…. es en nuestra vecindad.
Sin decir una palabra Tass y Rebecca se arrojaron en sus puestos. Ambas mujeres olvidaron sus problemas y se concentraron en su trabajo.
—Analizando la firma de energía. —dijo Tass desplegando una versión más pequeña del radar dimensional frente a la pantalla de su terminal.
—No hay ninguna comunicación anterior o posterior al DEFOLD, Capitán. —informó Rebecca. —Las comunicaciones siguen cortadas.
—Tengo un muy mal presentimiento. —sentenció la mujer quitándose la gorra. 
Tass hizo que sus manos volaran por sobre el panel de la terminal, los datos pasaban frente a sus ojos con velocidad deslumbrante. —Tengo la firma… patrón expansivo irregular, parece... ¡Oh no!
Rebecca y Amanda giraron las cabezas en dirección a la joven.
—¡Es un colapso de burbuja! —exclamó la joven con un hilo de voz. 
—¡Maldición, Gray está en problemas! —gritó Amanda corriendo hacia la terminal de Tass.
Las mujeres contuvieron el aliento. Un colapso de burbuja era una de las peores cosas que podían pasarle a una nave espacial que viajara por el Espacio FOLD, las posibilidades de sobrevivir eran… muy escasas, la mayoría de las veces solo pedazos de metal y restos retorcidos era lo único que era expulsado al espacio tras esa clase de accidentes.
—Tenemos que enviar una nave. —dijo Amanda. —¿Distancia?
—Un poco más de un octavo de UA… Amanda ¿Estás segura que es La Río Grande…?
La mujer señaló la esfera holográfica. —La dirección coincide, tienen que ser ellos, no hay dudas.
—No tenemos nada que pueda llegar hasta allá en un tiempo razonable. —dijo Rebecca moviendo la cabeza. —Los recuperadores utilitarios tienen motores de uso local, tardarian dias en llegar hasta allí.
—Jim.
—Amanda y Rebecca miraron desconcertadas a Tass. —¿Qué has dicho?
—Jim puede llegar hasta la Río Grande rápidamente. —dijo Tass esperanzada. —¡Amanda tienes que pedirle a Jim que ayude a Gray, Mike y Will! 
La Capitán Kyle apartó la vista del monitor de Tass. —No… no creo que esa sea una buena idea..
—¡Pero tenemos que hacer algo! —Exclamó la joven mientras las lágrimas comenzaban a empañar los lentes dorados. —¡Pueden estar heridos!
La mujer golpeó con violencia el respaldo de la silla ¡Maldición! —exclamó con furia mientras se pasaba la mano por los cabellos. —Esto no puede estar pasando…
Sin decir nada más extendió uno de sus brazos y con un gesto abrió nuevamente la pantalla de video frente al enorme ventanal estrellado. 
—Hangar Principal, bahia número cuatro. —dijo y las cámaras enfocaron inmediatamente el lugar donde el VF-17S2 se encontraba aparcado dentro del enorme hangar. Se podia ver claramente al piloto dentro de la cabina mientras manipulaba la interfaz de la nave.
Amanda extrajo su Pad y seleccionó el contacto del piloto. Por la pantalla pudo verse como Jim apagaba las pantallas y extraía su propio pad.
—Capitán Kyle. —respondió el piloto al mismo tiempo que se incorporaba del asiento y miraba hacia el techo del hangar, como presintiendo que una cámara lo estaba enfocando en ese preciso instante.
—Teniente Glenn, tenemos una emergencia. necesitamos su ayuda.
El piloto descendió de la cabina de un salto y se colocó a un lado del tren de aterrizaje delantero. —¿Qué sucede?
—Acabamos de detectar un colapso de burbuja en nuestro radar dimensional, no hemos recibido ninguna señal de auxilio pero dado la dirección de donde provino la fluctuación de energía…
—La Rio Grande. —respondió Jim con preocupación en su voz. —¡Rayos!
—No tenemos forma de llegar hasta el lugar, nuestra única nave con motor de aceleración estelar está fuera de combate.
Jim comprendió rápidamente la situación. —Comprendo. —dijo. —Prepararé mi nave para despegar de inmediato. Preparen la ruta de vuelo más directa a esas coordenadas.
—Estamos en eso. —dijo Rebecca haciendo que sus dedos bailaran a una velocidad vertiginosa sobre el teclado. —Te estoy enviando el vehículo de asistencia..
—No hay tiempo. —dijo Jim mientras trepaba a la cabina. —Voy a arrancar con el procedimiento de emergencia, las baterías bastarán.
—De acuerdo. Prepárese para despegar y espere a nuestra señal para salir del hangar. Vamos a declarar la emergencia.
La mujer cortó la comunicación y cerró la ventana de video. —Declaren el Protocolo de Emergencia en Alerta Amarilla para toda la nave. Todo el personal de emergencia debe estar en su puesto en quince minutos. Que la población civil regrese a sus casas de inmediato.
Rebecca y Tass se pusieron manos a la obra. El entrenamiento del personal de la Rainbow era excelente y los simulacros eran muy habituales entre personal y colonos por igual. Todo el aparato de emergencia de la Colonia se activó en apenas unos minutos y en todas las pantallas de video a lo largo y ancho de la enorme Three Star Factory comenzaron a transmitir información y órdenes. Por todos los altavoces se escuchó lo mismo;
—Atención. Se ha declarado Alerta Amarilla en toda la Colonia. —La voz de Rebecca sonaba calma y profesional. —Esto no es un simulacro. Todo el personal de Seguridad a sus puestos. Repito; esto no es un simulacro…
Amanda apretó los dientes y miró hacia las estrellas.



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En el texto hay: drama, mechas, macross

Editado: 01.03.2021

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