¿Era la pregunta de la guerrera o la forma insolente en que la formuló lo que hizo que Breka-Nel sintiese por un instante un relámpago de ira? El gigante supo enseguida la respuesta pero no había tiempo para eso. Asuntos más importantes requerían su atención, como por ejemplo, su inminente destrucción.
—No lo se. —respondió mirando fijamente la pantalla donde la diminuto figura de Maya y su Archivista se proyectaban frente a su rostro. —El campo de batalla es un verdadero caos y el contacto se perdió hace más de diez minutos.
—¡Debura! —exclamó Maya golpeando los controles con su puño.
El rostro del gigante hizo una mueca que podría traducirse como desprecio. —¿Acaso importa ya el destino de esa guerrera? Hemos fracasado, seremos aniquilados en poco tiempo, ahora nuestra única prioridad es causar la mayor cantidad de daño al enemigo.
Aquella revelación cayó como un balde de agua fría en la cabeza de la joven guerrera.
—¿Que ha dicho? —exclamó con la boca abierta por la sorpresa.
—El combate se ha perdido. —repitió el Comandante. —Ahora deje de perder el tiempo y vuelva a la batalla… o quedese ahi y muera sin hacer nada.
Exedore sintió como los músculos del cuello de la Meltran se tensaban de pronto.
—¿Exelen… Maya….?
La guerrera había tenido suficiente. O insultaba a su superior con la palabra más ofensiva que encontrara (y por un momento pensó en que debería preguntarle al Archivista cual podría ser dicha palabra) o se ponía a buscar a Virya por sí misma.
Obviamente la segunda opción era la única elección posible.
—Archivista Exedore. —Maya desvió la mirada de la imagen del Comandante. —Deme la última posición conocida de Virya.
—Si Almirante..
Los apéndices del Archivista se movieron con rapidez sobre la interfaz de la cabina y una serie de vectores y zonas aparecieron resaltadas en el mapa.
—Es un registro de los últimos movimientos registrados pero…
—Suficiente, vamos allá.
No había terminado de decir aquello y las poderosas turbinas del Rau los lanzaron hacia delante, cruzando como un rayo entre los disparos enemigos.
La batalla continuaba entre las enormes rocas destrozadas y restos de naves capitales de uno y otro bando. La línea defensiva de los Zentradi se había replegado hasta casi el mismo centro del complejo de factorías que rodeaba el anillo de asteroides alrededor de la pequeña estrella. Las estructuras que se usaban para anclar los cruceros recién construidos estaban en ruinas, pero Breka-Nel les habia encontrado un ultimo uso ante la derrota inevitable; ahora eran una especie de trincheras y posiciones defensivas tras los cuales las últimas naves Zentradi se protegían de la artillería enemiga.
Las fuerzas del Ejército de Supervisión habían penetrado varios kilómetros entre las factorías y la abundante cantidad de escombros y rocas que flotaban en medio de aquel caos no permitían que los grandes destructores maniobrasen para apuntar sus grandes cañones. Solo las naves más pequeñas equipadas con artillería de punto pudieron avanzar entre las ruinas del complejo, listas para rematar a los sobrevivientes.
Maya observó la disposición del Campo de batalla pero no pudo sacar ninguna conclusión al respecto. Su mente ardía en deseos de batalla pero los símbolos y datos que aparecian en la interfaz de su cabina no le decían nada, simplemente no podía interpretar aquella información.
Pero Exedore si podía hacerlo.
—Los enemigos estan penetrando por tres zonas principales. —exclamó el Zentran mientras su tentáculo bailaba sobre las piernas de Maya. —Breka-Nel no tiene forma de bloquear esas brechas… y nosotros tampoco.
La Meltran apretó los dientes. y cargó sobre los enemigos que tenia mas cerca; un grupo de naves de asalto que intentaba flanquear uno de los astilleros destruidos para posicionarse mejor. Todo el frente de la primer nave y su arma principal quedó destrozado con las primeras ráfagas del cañón del Rau y el resto del escuadrón se abrió enseguida para ponerse a resguardo. Maya sabía que la primera nave estaba neutralizada así que la ignoró y se concentró en perseguir a las demás, tratando de maximizar la efectividad de sus armas con cada disparo y cada maniobra.
Exedore no quitaba la vista del mapa de la zona de combate. A diferencia de su compañera el sí comprendía los intrincados movimientos de cada uno de los puntos parpadeantes que aparecian o desaparecian según la intensidad de la interferencias enemigas. Donde Maya solo veía desorden, él en cambio distinguia patrones, vectores y zonas bien definidas, así como también las posibles rutas que los enemigos podían tomar para sorprenderlos.
—¡Debura! —exclamó de pronto al observar el registro de batalla.
—¿Qué sucede ahora? —preguntó la guerrera mientras destruía una armadura con un certero disparo a la cabina del desgraciado soldado.
—Estoy analizando los registros de la batalla en busca de las últimas posiciones de Virya. —respondió el Zentran.
—¿La has encontrado?
El Archivista negó con la cabeza. —No pero… estoy viendo algo sorprendente… ¡Virya reagrupó nuevos escuadrones en medio del combate!
Maya no comprendía de lo que estaba hablando el Zentran, pero aquello parecía importante. —¿A que se refiere…?
—No lo se. —reconoció Exedore. —Es algo que solo podría haber hecho Kreegan o el propio Dortrad-Jen… no comprendo como esa Meltran…
—Es Virya. —dijo Maya sin dejar de disparar. —A estas alturas nada de esto debería sorprendernos.
Exedore asintió pensativo. —Si… en eso tiene razón Almirante…. me pregunto si podremos hacer lo mismo
—Hágalo. —La orden salió sin pensarlo. —Todo lo que pueda hacer para ganar tiempo…
El Archivista se puso manos a la obra de inmediato. A diferencia de lo que había hecho Virya con anterioridad, la interfaz biológica de Exedore estaba mejor adaptada para manipular datos en forma tridimensional. En pocos segundos reagrupó todos los contactos que estaban en el rango de sus sensores y asignó nuevos vectores a los recién formados escuadrones.
—Voy a crear grupos de choque para detener las rutas de penetración enemigas.—dijo mientras las listas de unidades cruzaban a velocidades altísimas en las pantallas frente a su rostro. —Eso nos dará algo de tiempo.