—Ya casi… ¡Listo!
Ralph aflojó la presión y retiró la mano para contemplar el acabado de su trabajo. la enorme pieza de material compuesto quedó firmemente adherida al traje gracias al abundante pegamento que había esparcido por la superficie.
Aquellos eran apenas “parches” que no ofrecerían protección alguna contra las armas de una armadura de combate, pero detendrían a las municiones que los Piratas de a pie pudieran disparar contra el.
El traje blindado parecía uno de esos disfraces de payaso de un circo venido a menos, pero el gigante no estaba interesado en dejar una buena impresión ante esos hijos de puta que habían invadido la Colonia.
Oh no, definitivamente no se iban a reír al verlo.
«Mensaje de Tass» Informó Green mientras su ventana de texto se desplegaba a unos metros del ojo del gigante. Tass había instalado un pequeño holotransmisor que creaba una pantalla holográfica para que Ralph pudiera comunicarse con Green. La joven había dicho que era lo único que podían hacer en ese poco tiempo, ya que para crear una verdadera interfaz con voz sintetizada necesitaba acceder a sus archivos personales.
Las computadoras cuánticas del Ghost les habían permitido crear una pequeña red encriptada basada en las propiedades de incertidumbre de las partículas elementales. Era un tipo de comunicación lenta y complicada, solo con texto y mensajes pre-grabados de audio, pero era la única forma de estar seguros de Red y todo el poder de cómputo de la Rainbow, ahora enfocado a encontrarlos y destruirlos.
El mensaje se desplegó frente al obrero; «La Operación comenzará en dos horas, todos deben dirigirse a sus puestos asignados»
Así que al fin Amanda pasaría a la ofensiva.
Ralph suspiró y se levantó con cuidado para no derribar ninguno de los materiales que había a su alrededor. En aquel sector de la Colonia los espacios eran demasiado angostos, ninguno estaba preparado para albergar a un gigante como el.
Decidió colocarse el traje allí mismo, de otra forma tendría que ir por los estrechos pasillos llevando aquella cosa en los brazos.
Le tomó casi veinte minutos ajustar todos los cierres y protecciones. Con los agujeros de bala arreglados y el casco firmemente sujeto, el traje realizó una prueba de aislación y dictaminó que todo estaba en verde incluso para salir al espacio exterior.
Ralph no creía que fuera necesario llevar el combate hasta el exterior. Allí las armaduras de combate lo convertirían en picadillo en cuanto pusiera un pie afuera de la Rainbow. No, definitivamente tenían que elegir muy cuidadosamente que combates luchar y que enemigos enfrentar.
Una vez conforme con el traje, el gigante se quitó el casco y lo sujetó al soporte de la espalda. Luego tomó su rifle de asalto y comenzó el regreso hacia su jardín.
«Estas muy callado» Escribió Green en la pantalla, cosa que sorprendió al enorme obrero.
—¿Te parece, Green? —contestó Ralph mientras caminaba hacia el túnel más cercano.
«Desde que empezamos a trabajar en el plan de la Capitán Kyle, es la primera vez que observo una disminución de tu actividad comunicacional»
El gigante sonrió ante aquella observación. A veces parecía que Green tenía un pensamiento casi humano, pero otras veces su lógica de silicio se interponía hasta en las observaciones más mundanas.
—Puede ser. —reconoció Ralph. —A veces es necesario concentrarse en la tarea que uno está por realizar y… no hay tiempo para charlas. —dijo.
«Comprendo»
Ahora si que Ralph levantó una ceja sorprendido. —Jo… ¿Así que comprendes? —preguntó intrigado.
«Limitando tus Funciones Multitarea, puedes asignar toda tu capacidad de pensamiento a la concreción de la tarea prioritaria de la forma más eficiente posible»
El obrero se encogió de hombros. —No, me refiero a que… oh rayos, supongo que tienes razón Green. —dijo rindiéndose. —Aunque…. si me permites serte sincero con una cosa, a veces pensar demasiado en un plan no sirve de nada.
«¿La revisión repetida de una estrategia no resulta en beneficios o una ganancia medible?» Preguntó la IA
Mejor di que: “Hasta el mejor Plan puede irse al diablo en cualquier momento” —contestó el gigante entre carcajadas.
El pequeño cursor verde parpadeó unos segundos, lo que indicaba que Green había estado analizado aquellas palabras de forma más exhaustiva que de costumbre. «Las variables que pueden presentarse en una situación como la que el Plan de Kyle plantea son demasiadas para poder hacer un cálculo cuyos resultados puedan crear respuestas a todos los posibles resultados en el rango de... »
Ralph levantó la mano ante aquella cascada de texto. —Por eso te dije Green… a veces es mejor improvisar en el campo y no confiar plenamente en las cosas que se planifican cómodamente sentado en el retrete.
«La Capitán Kyle desarrolló esta estrategia en el Puente de Mando y no hay...»
El gigante volvió a suspirar —Tienes que dejar de tomar todo tan literal, Green. —dijo.
La pantalla se limpió de texto y una pregunta apareció resaltada. «¿Alguna vez has tenido que improvisar?» Preguntó.
Ralph asintió. —Sí— dijo deteniéndose al llegar a una bodega un poco más amplia. —déjame descansar un momento antes de seguir.
Ralph dejó el rifle apoyado en una de las paredes y se sentó cansado sobre una pila de placas de metal.—Estoy sudando a mares aquí dentro. —dijo señalando el cuello del traje.
«La temperatura ha aumentado a un promedio de dos grados por dia desde que llegamos a este sector de la nave» Respondió Green.
El gigante asintió. —Esos hijos de puta han estado operando el reactor a toda capacidad desde hace varios días… ni siquiera el sistema primario y secundario pueden disipar todo el calor generado… si es que están pensando en asarnos a fuego lento aquí atrás, no van por mal camino.
Para corroborar aquello el gigante extendió la mano y tocó uno de los enormes tubos que recorrian aquel sector de la nave. Incluso con el grosor de sus guantes protectores, podía sentir el tremendo calor llevado por el fluido refrigerante por todo el sistema de disipación de la Rainbow. Sin saberlo, en aquel mismo momento Matt hacia el mismo gesto con la pared de azulejos del baño público que se encontraba en la cima del pueblo fantasma, del otro lado del Reactor Principal.
«¿Que sucedio aquella vez?» Preguntó Green desplegando nuevamente la pantalla.
—¿Te refieres a la vez que tuve que improvisar? —respondió Ralph recostandose nuevamente contra la pared.
«Si»
El gigante cerró los ojos un momento y pareció escuchar los sonidos del ambiente a su alrededor. Al cabo de unos minutos de silencio abrió un ojo y vió el cursor de texto parpadeando, como esperando.
—Digamos que cometí una locura… una locura por amor. —dijo suspirando.
«El amor debe ser un proceso increíblemente poderoso como para interferir con la lógica y el sentido común» escribió Green en la pantalla
—Algo así. —reconoció Ralph esbozando una sonrisa.
«Esa locura de la que hablas… ¿Puso en riesgo la viabilidad del Plan?»
—Puso en riesgo mi vida… y las de mis amigos. —respondió el gigante seriamente.
El cursor de Green volvió a parpadear rápidamente. «El hecho de que tu y tus amigos están vivos es una prueba irrefutable que las modificaciones al plan original basadas en la improvisación resultaron satisfactorias»
Ralph se llevó una mano al pecho. —Recibir un disparo en el pecho no se sintió satisfactorio, Green. —dijo el gigante entre risas.
La ventana de texto desapareció y volvió a aparecer un poco más lejos. Una imagen se desplegó frente a los ojos del gigante. «¿Te refieres a esta herida?»
Ralph se acarició la barbilla. —¿Oh..? ¿Y desde cuando me sacas fotografías cuando estoy dándome un baño? —preguntó curioso señalando su propia imagen sumergido en el Onsen, donde claramente se veía el terrible cicatriz asomándose entre las matas de pelo negro de su pecho.
La imagen desapareció y la interfaz de texto volvió a aparecer. «¿He cometido una indiscreción?» Preguntó. La forma en que el cursor parpadeaba más rápido que lo normal le resultó al gigante incluso algo cómica.
—No, Green, no te preocupes. —la tranquilizó el obrero haciendo un gesto con la mano. —En efecto, esa herida la recibí yo para evitar que mataran a mis amigos… digamos que fué una muy “dolorosa” improvisación.
«Si tu y tus amigos arriesgaron sus vidas de esa forma… el fin que buscaban debía merecer por mucho el riesgo» meditó la IA
El gigante asintió en silencio.
«¿Eso también es el amor?» preguntó Green.
—Arriesgar tu vida por los que amas es una de las muchas facetas del amor, Green. —explicó Ralph mientras se cruzaba de brazos. —Pero… a veces el riesgo es demasiado grande y el precio a pagar puede ser más doloroso de lo que uno quisiera.
«Y sin embargo no dudaste en pagar ese precio» escribió el cursor.
—Lo juré. —la voz del gigante sonó profunda y melancólica. —Se lo juré a ella.
«¿Ella?»
—Midori
La pantalla se oscureció de repente y tomó varios segundos para que el cursor volviera a aparecer. Cuando lo hizo, el parpadeo era más lento que de costumbre. «Midori» apareció escrito en pantalla.
—¿Sabes? —dijo el gigante mientras estiraba las piernas. —Ahora que lo pienso… todo esto que nos sucede ahora, incluso tu y yo conversando en este agujero… todo ha sido una consecuencia de aquellas decisiones.
«El Efecto mariposa» Dijo Green.
—Si. —respondió Ralph. —Pero no fué el aleteo de una mariposa la que causó esto, sinó una rosa.
«Una Rosa… como las de tu Jardín»
—Rosas de Edén… a ella le gustaban mucho, por eso las planté todo alrededor del Onsen.
Tras unos segundos, el cursor volvió a destellar. «Hablas de ella siempre en pasado» Escribió. «¿Acaso no fué exitosa tu misión?»
Ralph cerró los ojos y dejó que su cabeza se recostara en el metal oxidado de la enorme pared que tenía a la espalda. —Lo fué… en parte. —dijo con melancolía. —Pero ciertas cosas se pierden para siempre, Green.
«Puedes... ¿Puedes hablarme de ella?» Preguntó la IA en cuanto Ralph hubo vuelto a abrir los ojos.
Sin cambiar de posición, el gigante suspiró profundamente antes de volver a hablar. —Ella…. ella era como tú. —dijo.
«¿Como yo?»
—Midori no era Humana.
La pantalla se sacudió en una especie de cascada de pixeles, tras lo cual el cursor volvió a escribir rápidamente. «¿Era una IA?»
Ralph sacudió la cabeza. —Algo así, ella era un Cyborg.
Green no escribió nada y Ralph comprendió que no lo haría hasta que explicara aquello. —Midori fue creada por una Corporación de Bio-Ingeniería en Eden algunos años antes que yo llegara allí buscando empleo. —explicó mientras descansaba sus brazos en las rodillas. —Luego del incidente de Sharon Apple en Ciudad Macross, las investigaciones que involucran Inteligencia o Vida Artificial fueron prohibidas en la mayoría de los planetas colonizados.
Muchos científicos y Corporaciones que investigaban el tema debieron entonces mudarse a flotas de inmigración para poder continuar con sus trabajos fuera de las leyes de la NUNS.
Pero el proyecto que culminaría en la creación de Midori llevaba mucho tiempo en desarrollo y la Corporación que había invertido tanto dinero en ella no quería irse de Edén sin terminar el trabajo. —explicó el gigante.