—¿Qué sucede? —preguntó Greg apartando la vista del monitor.
Red había vuelto a subirse a su torre de servidores y desde allí supervisaba el ataque electrónico a la misteriosa nave meltran. —He encontrado resistencia, mis ataques de infiltración se han detenido por completo, debo consolidar los sistemas bajo mi control y encontrar vías alternativas para la siguiente fase de infección.
—Date prisa o mi artillería hará explotar esa cosa antes que tu puedas incluso apagar sus cafeteras.
La IA ignoró la broma del pirata y en cambio desplegó varias pantallas más a su alrededor. —La nave es meltran, pero varios de sus sistemas poseen arquitectura humana, tanto en hardware como en software.
Greg la miró con curiosidad. —¿Dices que son meltrans que han estado en contacto con los humanos?
—Definitivamente.
El pirata miró las pantallas y luego las estrellas a través del cristal. —Se me ocurren tantas preguntas que hacer… pero realmente no tenemos tiempo para pensar en eso. Esas meltran pueden tener alguna relación con Unity, no me cabe ninguna duda.
—¿Las Amazonas?
—Si fueran las Amazonas ya estaríamos todos muertos… pero podría haber alguna relación.
—Más razones para salir de esta zona lo más rápidamente posible. —respondió Red.
Greg hizo un gesto con la mano y una representación del plano galáctico apareció desplegada ante sí. —Haremos un FOLD de largo alcance hacia el punto de encuentro previsto y realizaremos las reparaciones necesarias, pero es menester destruir a esas molestias antes de desplegar la burbuja o podrían seguirnos. —dijo señalando una pequeña marca roja en el mapa.
Tras mover la palma de la mano en forma horizontal el mapa desapareció y fue reemplazado por una vista táctica del campo de batalla. —Esas armaduras están causando estragos entre mis Zentradis. —dijo Greg viendo como los contactos enemigos brillaban entre las concentraciones de sus propias tropas. —Pero si destruimos esa fragata no podrán seguirnos.
Utilizando varios gestos de sus manos, ordenó a varias de sus naves de artillería que rompieran la formación y comenzaran un movimiento envolvente para intentar flanquear a la nave enemiga.
De inmediato vió como su movimiento era contrarrestado por el enemigo. Dos armaduras rompieron el ataque a sus tropas de asalto y se dirigieron rápidamente a interceptar la amenaza.
—Tienen un buen Comandante. —reflexionó el pirata. —Pero el tiempo les juega en contra; no podrán mantenerse a la iniciativa por mucho tiempo. ¿Como va eso, Red?
La IA no respondió, cosa que puso en alerta al jefe de los piratas.
—¿Sucede algo?
—Es Green. —dijo de pronto el holograma y sus ojos dorados brillaron con malicia. —Green ha vuelto.
Greg frunció el entrecejo. —¿La IA de esa pendeja Tass? ¿Cuantas veces vas a borrar a esa cosa?
Red miró al pirata directamente a los ojos. —Esta vez… es diferente. —dijo con un tono de voz que al hombre no le gustó nada.
—¿Qué quieres decir?
—Hay algo dentro de la Rainbow.. algo que no estaba ahí antes y está atacando los sistemas informáticos de una forma desconocida.
—No me gusta como suena eso….será mejor que te olvides de las meltran y centres todos tus esfuerzos en defenderte de ese ataque… no podemos dejar que recuperen el control de la Rainbow, no hasta que el proceso de carga termine.
La IA asintió y se volvió hacia la enorme esfera holográfica, donde más pantallas aparecieron alrededor del orbe. —Analizando estructura y patrones de ataque… arquitectura desconocida, origen desconocido, probabilidad de rechazo…
—Hazlo en silencio. —dijo Greg haciendo una mueca.—Me pone nervioso no saber de qué rayos estás hablando.
Red no respondió, pero el icono de “Altavoz Silenciado” apareció en todas las pantallas a su alrededor mientras se concentraba en el contraataque.
El campo de batalla había cambiado lenta e inexorablemente a favor de los piratas. La fragata meltran había perdido toda su velocidad y ahora se encontraba apenas a un centenar de kilómetros de donde estaban ellos completamente a merced de los disparos de sus naves de artillería.
Por el contrario, las cosas no parecían marchar bien para sus tropas de la primera línea. Habían abatido a algunas de las armaduras enemigas, pero aún así las restantes luchaban con una tenacidad y ferocidad implacables. Por un momento Greg temió que realmente se tratara de las famosas Amazonas de Unity.
—Pero eso era imposible… sus informes decían que aquellas guerreras estaban en otros puntos de la galaxia, lejos de la Rainbow y aquel maldito Campo. ¿De dónde habían salido esas malditas guerreras entonces?
—¡Greg!
Algo andaba mal, Red nunca había gritado así su nombre antes. El pirata quitó los ojos del radar dimensional y se encontró de frente con el cuerpo transparente de su IA y sus inquietantes ojos dorados. —¿Qué sucede?
—No podré recuperar el control de la Rainbow, las probabilidades de éxito han disminuido por debajo del umbral tolerable. De seguir así perderé todos mis nodos de acceso en menos de cinco minutos.
—¿Es esa Tass…?
—No lo se… pero sea lo que sea tiene más poder de cálculo que todas las computadoras de esta flota combinada… no podré ganarle en un enfrentamiento de fuerza bruta.
En aquel momento Greg tomó una decisión. —Al diablo esa maldita Colonia y todo lo que está dentro ¿Cómo está el número Tres?
—Ochenta y Seis por ciento. —respondió Red.
—Es suficiente, detona las cargas y prepárate para salto FOLD de largo alcance, es hora de salir de este lugar de mierda.
—A la orden Capitán.
Mientras tanto en el puente de mando de la fragata de Kassia, la interrupción del ataque de Red a los sistemas había llevado algo de tranquilidad a las guerreras del puente.
La imagen de Nesa se proyectó de inmediato frente al radar donde su Capitán evaluaba los daños que en aquel momento su nave recibía por parte de la artillería enemiga.
—¡Capitán! —exclamó la Meltran de anteojos. —¡El ataque enemigo a nuestros sistemas se ha detenido por completo!
—Amanda y Tass deben haber comenzado su contraataque. —respondió Kassia. —Debemos tratar de mantener en enlace con ellos abierto el mayor tiempo posible ahora que podemos. ¿Haz analizado el ataque?
—Sea lo que sea, es un tipo de programa de infiltración sumamente agresivo e infeccioso… aun cuando su ataque se haya interrumpido, me temo que ha dejado paquetes virales por todos los archivos en donde ha estado.
—Me imagino que sabrás cómo lidiar con eso por si vuelven a intentarlo.
Por la expresión que se dibujó en el rostro de la guerrera, Kassia supo que preferiría no volver a pasar por esa experiencia otra vez. —Dame un cuchillo y me enfrentaré contra todos los piratas que quieras… pero esto de intentar atrapar un puñado de bytes en una red colapsada… no estamos hechas para esto Kass.
—Comprendo.
La Meltran de anteojos suspiró agotada. —¿Haz hablado con Amanda y los demás? ¿Cual es su situación allá dentro?
—No mucho mejor que la nuestra, me temo. Al menos ya han podido rescatar a los Colonos y están listos para evacuar la Rainbow.
—¿Quinn está con Amanda?
—Si, pero por alguna razón no ha podido salir a combatir con su caza, es probable que su VF-19 también haya caído en manos de los piratas.
—Y Lala tampoco se ha reportado. —dijo Nesa pensativa. —Si tuviéramos a esas dos dirigiendo el ataque…
Kassia sacudió la cabeza. —No tiene caso pensar en eso ahora, la prioridad es ganar el combate. ¿Qué me dices del campo de batalla? ¿Puedes usar el enlace con la Rainbow para acceder a sus sensores?
Nesa desplegó una nueva pantalla y señaló los datos que habían comenzado a aparecer en forma de gráficos. —La red EWR de la Colonia está a nuestra disposición, he comenzado a filtrar los datos ante la posibilidad de un nuevo ataque, pero sea quien sea ha volcado toda su atención en la Rainbow… —el tono de la Meltran cambió de repente mientras sus ojos se fijaban en cierta porción de los datos. —Pero hay algo que me inquieta por sobre todas las cosas. —dijo preocupada.
—Dime.
—Esto. —dijo haciendo un gesto con la mano. El contenido de la pantalla que en esos momentos contenía los datos se traslado a la imagen que Kassia estaba viendo en el puente de mando. —¿Recuerdas esa burbuja gigante de energía dimensional que descubrimos antes?
—Si.
—Luego que la Nupetiet-Vergnitzs disparara, la burbuja colapsó sobre sí misma de forma crítica… los datos que estoy recibiendo de la EWR lo confirman.
—¿Qué quieres decir?
—La burbuja ahora mide un centenar de kilómetros centrada alrededor de la Rainbow… varias órdenes de magnitud menos de lo que era originalmente. —respondió la guerrera acomodándose los lentes. —Es probable que el disparo drenara toda la energía acumulada de golpe.
—¿Afectará eso la batalla? —preguntó la meltran.
—No lo creo, al fin y al cabo es solo energía residual aunque… hay algo que me hace sentir preocupada, especialmente la forma en la que ese remanente ha quedado alrededor de la Rainbow.
—Manten monitoreada la situación. —respondió la Capitana. —Y avísame si Amanda vuelve a llamar… hubo una pieza crítica de información que olvidé mencionarle antes.
—El núcleo.
Kassia asintió. —¿Hay alguna probabilidad que aquello fuera obra de Kyle o alguien más dentro de la Rainbow? —preguntó.
—No. —afirmó tajantemente Nesa. —solo yo he estado dentro del núcleo durante mis investigaciones, nadie más hubiera podido manipular los sistemas de esa forma… pareciera… como si la propia computadora hubiera salido de la anomalía por decisión propia.
—Un misterio a la vez. —contestó la Capitán. —Sobrevivamos a esta batalla y luego nos ocuparemos de eso.
Nesa se llevó la mano al pecho para realizar el saludo meltran cuando de pronto un grito en el puente de mando interrumpió aquel saludo.
—¡Capitán!
Kassia dejó la ventana abierta y se giró rápidamente en dirección a la operadora que había dado la alarma. —¿Qué sucede?
—Detecto una reacción en cadena en la Rainbow.. varias fuentes de calor han aparecido de pronto…¡Son explosiones!
—¿Explosiones? ¡En pantalla!
Uno de los drones que se había acercado al campo de batalla envió las imágenes en directo a la pantalla principal de la fragata Meltran. Las imágenes estaban distorsionadas y llenas de estática, pero aun así dejaron sin palabras a las meltran del puente.
—¡Deculture! ¿Que demonios…?