Ralph se alejó flotando lentamente del casco de Trinity mientras su cabeza daba vuelta tras la explosión de energía dimensional de la vaina FOLD
La precaria armadura que Midori había construido alrededor de su maltrecho cuerpo y servía para mantener el Ghost firmemente anclado a su espalda apenas había bastado para proteger al gigante de aquella terrible explosión.
El cuerpo de Ralph había sufrido un daño terrible, pero de alguna forma no perdió del todo el conocimiento y pudo observar como a su alrededor la burbuja comenzaba a viajar por los multicolores pliegues del espacio.
—Es hermoso. —dijo el gigante.
—Los colores son muy bonitos. —respondió Midori susurrandole al oido. —¿Te encuentras bien?
Ralph sonrió en silencio y continuó flotando boca arriba mientras los juegos de luces hacían la escena aún más mágica.
—No veo los espejismos de la distorsión FOLD. —observó el gigante asombrado.
—Los estoy filtrando desde las cámaras del Ghost… —informó la joven. —Es curioso que dentro de una burbuja WARP se pueden ver diferentes estados cuánticos de los fotones… ninguno de los espejismos es la verdadera luz que refleja un objeto… solo sus diferentes probabilidades vistas al mismo tiempo.
Ralph lanzó una carcajada. —¿Quieres decir que aquí dentro ese famoso gato está vivo y muerto simultáneamente?
—¿Gato?
—Ya sabes… la famosa paradoja sobre la mecánica cuántica.
—Ah… sí eso, aunque… dudo que un gato se comportara como una partícula subatómica… ese experimento no es…
—No me gustan los gatos. —dijo Ralph poniéndose serio. —Son demasiado… impredecibles.
Midori soltó una risa. —¿Quieres decir que los gatos son buenos improvisadores? ¿Mejor que nosotros?
El gigante emitió un gruñido y volvió a su silenciosa contemplación del paisaje.
Continuaron flotando en silencio disfrutando mutuamente de la presencia del otro, como si nada más importara en aquel pequeño mundo en el que se había convertido el cuerpo de Ralph, no obstante aquello no podía continuar eternamente.
—Todavía estamos a tiempo. —dijo Midori.
—¿A tiempo?
—Podemos usar lo que queda de impulso del Ghost y llegar hasta aquella nave Meltran…. de seguro podrán ponerte en una de esas vainas de curación que usan los Zentradi.
La nave de Kassia apareció resaltada en una pequeña pantalla que asemejaba un borrón neblinoso en la periferia de la visión del gigante.
—Ellas también se vieron envueltas en todo este desastre. —dijo el gigante suspirando. —Vaya uno a saber cuáles eran los verdaderos planes de Unity con esas Meltrans o el impacto que su presencia iba a causar en la Colonia… sea como sea, ahora ya es tarde para eso.
—Algunas cosas nunca pueden volver a ser como eran. —aceptó Midori. —¿A eso te refieres?
El gigante asintió. —A eso y a que no ganamos nada refugiandonos… debemos terminar la tarea que tenemos entre manos y salvar a todos los que podamos.
Midori no respondió, pero de pronto algo en la visión de Ralph cambió y una especie de filtro comenzó a destacar las naves que habían quedado atrapadas juntas en aquella masiva burbuja.
—Debemos acercarnos al reactor que esos piratas robaron de la Rainbow. —explicó la joven resaltando las enormes Nupetiet-Vergnitzs y el brillante reactor, que como un feto deforme colgaba de un grueso cable justo debajo de ella. —Si logramos destruirlo, esas naves quedarán para siempre flotando a la deriva en la periferia del espacio conocido y no podrán ser una amenaza al resto de las formas de vida inocentes que pueblan la galaxia.
El gigante señaló a Trinity con el dedo. —La bomba que nos dió Amanda solo nos permitirá destruir una pequeña parte de esa monstruosidad… mejor que sea el reactor entonces.
—Jamás podrán volver a encontrar otra Three Star con un reactor similar. —afirmó Midori.
—Pero sus cañones dimensionales siguen estando cargados… temo que antes de abandonar esa cosa usen la energía robada para destruir a la Rainbow y a esa fragata Meltran que nos ayudó.
—Nosotros solo podemos hacer una cosa para ayudarlos. —dijo la joven señalando la oscura silueta de la Colonia. —Prepararemos el escenario para el desenlace de la obra, pero serán otros quienes terminen esta historia.
—Oh Midori… eso suena TAN dramático. —exclamó el gigante entre carcajadas.
Sin dejar de sonreír, Ralph intentó moverse y sintió como su dolorido cuerpo se resistía a sus ordenes. Tardó varios segundos en poder volverse sobre sí mismo y quedar de frente hacia donde se encontraba el reactor, a poco más de un kilómetro de donde se encontraban.
La enorme pieza de maquinaria brillaba con un poderoso fulgor dorado. Ralph hizo el ademán de protegerse la vista pero recordó que era inútil, ya que no eran sus verdaderos ojos los que producían aquella imagen. Midori rápidamente aplicó un filtro para contrarrestar aquel molesto resplandor.
—El generador está funcionando a máxima potencia manteniendo la burbuja WARP durante el FOLD. —dijo Ralph.
—La burbuja es más grande de lo que estaba en sus cálculos. —razonó la joven. —Y sin los sistemas de enfriamiento de la Rainbow…
—No podrán hacerlo funcionar por mucho tiempo. —terminó la frase el gigante. —No obstante escaparán igual; solo deben hacerlo en saltos más cortos. El verdadero problema es otro.
—El calor.
El gigante asintió. —La superficie de esa cosa debe estar por encima de los mil grados… no podré acercarme sin un traje protector especial.
Midori volvió a reírse. —No te preocupes Ralph… de seguro se apagará de un momento a otro.
—¿Apagarse? ¿El reactor? ¿Que…?
En ese momento el resplandor que emanaba del reactor se apagó de repente, como obedeciendo a los deseos de la IA que vivía en el interior del gigante.
—¿Como lo sabias? —preguntó asombrado Ralph.
—No lo sabía, pero estaba dentro de los posibles escenarios que podrían ocurrir dadas las variables que hemos introducido en nuestra situación.
El gigante no sabia que responder así que no dijo nada. Fijó su vista en la mole del reactor que había comenzado lentamente a enfriarse y pensó en avanzar.
El Ghost estaba seriamente dañado, pero uno de sus propulsores aún funcionaba. Hubo un pequeño resplandor y con algo más parecido a un estertor que a un salto, el aparato fijo a la misma espina dorsal del gigante dió un último impulso antes de quedar silencioso para siempre.
Ralph y Midori avanzaron lentamente por entre la chatarra que la batalla había producido y estaba atrapada en el débil campo gravitatorio de las tres enormes naves capitales.
—¿Por qué no hemos salido del FOLD aún? —preguntó Ralph.
—La burbuja acumuló una gran cantidad de energía dimensional… sin saber con precisión su tamaño no puedo calcular exactamente cuando, pero arriesgo que estamos hablando de unas cinco o seis horas aproximadamente hasta que colapse bajo la masa de todo lo que está en su interior..