Chef Italiano.

5."Familia."

5.“Familia.”

Había llegado al centro comercial viva. Primero me fue difícil sacar el carro del garaje sin rayar los otros dos carros que tenía, luego me fue difícil estacionarlo, pero lo logre.

 

Entré al centro comercial y fui a la primera tienda que me encontré. Pasee por los pasillos y fui agarrando lo que me gusto, eran principalmente camisetas, crop-tops y sudaderas. Agarre unos pantalones y unos shorts. También encontré una chamarra de mezclilla y otra de cuero que me gusto.

 

Pagué y al final no habían sido ni 100 dólares. Fui a otra tienda y caminé por los pasillos de nuevo. Agarre una que otra falda y vestido que me gustaron y otras blusas, pague y me fui a otra. En esa compre calcetines, otra sudadera, unos shorts de ejercicio, varios pantalones de ejercicio como tops, unos tenis negros y una mochila para la escuela. Fui a otra tienda y compre dos pares de tenis blancos y otros negros.

 

Estaba por irme cuando un numero me marca. Contesté la llamada y al instante sonreí.

 

- Espero que al menos te hayas gastado el efectivo que te di. -aún me quedaban 300 dólares.

- He ido a 4 o 5 tiendas, y he comprado hasta una mochila Septhis.

- No regreses hasta que hayas terminado con el efectivo mínimamente. 

- Bien. ¿Por cierto puedes comprarme unos tenis?

- ¿Tenis…?

- Si, unos tenis blancos o unas botas, me gustan las botas.

- Está bien, ¿qué talla eres? -dije mientras cerraba la cajuela del carro.

- ¿Ya te vas?

- No, solo vine a dejar las bolsas. La talla Septhis.

- Ah sí… -dijo después de un rato.- 9.

- Bien, dentro de media hora regreso.

 

Fui a una tienda y compré una bolsa y una cartera para poder llevar mis cosas en ella. O simplemente porque me gusto. Fui a una tienda de zapatos y busqué los tenis o las botas de Septhis. Lo primero que se cruzaron mis ojos fueron las botas, pedí la talla y pague.

 

Ir al centro comercial no era mi actividad favorita, pero agradecia tener ropa linda. Fui al carro y dejé las bolsas en el copiloto. No me di cuenta que mi teléfono volvió a sonar hasta que lo iba a dejar en el otro asiento. De nuevo era un número desconocido, pero no lo conocía y solo eran mensajes que entraban.

 

Al llegar a la casa bajé las bolsas y entré a la casa, nonna no estaba por ningún lado así que subí a la habitación. Aun me sorprendía la casa de Septhis. Era la casa de él, pero vivía con su nonna. La casa tenía más habitaciones, porqué a Septhis le encanta hacer fiestas y varios de sus amigos se llegaban a quedar. O incluso sus primos.

 

Entre al cuarto y mire a Septhis viendo la televisión mientras sin mirar movía los botones del mando. Cuando me vio dejó el control y se acercó a mi. Me sonrió y me quito las bolsas dejándolas en la cama.

 

- Espero que hayas gastado el efectivo, Aris.

- Si lo hice. -dije acercándome a la cama, tomé una de las bolsas y se la extendí.- Ten tus botas.

- Gracias. Tienes buen gusto.

- Lo sé. ¿Desayunaste?

- No, te estaba esperando.

- Desayune antes de irme, desayuna en lo que ordenó todo esto.

- Está bien, igual desayunaré aquí. No me gusta hacerlo solo.

 

Mientras Sethis iba por el desayuno empecé a guardar la ropa, Septhis me había dado la otra mitad del closet ayer. Empecé a acomodar la ropa y todo. Septhis entró y se sentó en el sillón, estaba guardando las cosas que se podían doblar, osea las calcetas, y la ropa deportiva.

 

- Me gustó la bolsa, es linda.

- Sí, no la iba a comprar, pero me quedaban billetes.

- Esa es mi chica.

- ¿Cómo tengo que ir vestida? A la comida de tu familia.

- Ah. Como quieras, no es nada formal. Puedes ir en pantalones y una playera, ponte suéter que hace un poco de frío y desde la lluvia parece que te estás enfermando.

- Está bien.

 

Agarre unos pantalones y una de las playeras que había comprado, me cambie  en el baño y me maquille los golpes, igual iba natural solo cubriendo las marcas. Me hice pestañas y cejas, me peine mi pelo y salí del baño. Agarre los tenis negros, unas calcetas, una sudadera y saque la bolsa con la cartera.

 

Una vez estuve lista miré a Septhis que me miraba directo. Me sonrió y se acercó.

 

- No pensé que me enamoraría de alguien que usara pantalones y playeras, que bueno que lo hice. -dijo viéndome con una sonrisa.

- Deja de decir esas cosas, me pones nerviosa.

- Lo siento, vamos, quiero pasar por un café antes.

- Por cierto, tu tarjeta. -dije sacándola de la cartera.

- No, quédatela, la cuidarás más que yo, igual la puedes seguir usando, no hay problema.

- Septhis.

- Vamos, piccola.

 

El llevaba unos pantalones negros, una playera blanca, una sudadera arriba y las botas que le compre por la mañana, era un estilo muy americano y juvenil, pero le sentaba bien.

 

Nos subimos al carro, diferente al que use por la mañana, y Septhis arrancó hacia su café, al llegar me volteo a ver y me dijo que sí que quería, como no conocía de cafés y sus nombres, solo pedí café con leche. Septhis se encargó de hacer la orden y de pagar, cuando tuvimos nuestros pedidos le di la dirección del edificio del curso.

 

Por alguna extraña razón, Septhis se ofendió cuando le dije que solo quería café con leche. Luego me dijo toda la historia del café y porque debía ser más respetuosa al momento de pedirlo etc.




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