Chef Kisses

Capítulo 10 | Hazel

Hazel

Estoy pensando en que cometí un grave error al ir a visitar a Easton a su departamento, fue una tontería que no debí hacer, sin embargo, ya era tarde y solo quedaba asumir mi absurda responsabilidad y asimilar le hecho de que había estado allí con él y las cosas habían terminado mal.

Al menos, ya sabes el motivo por el que peleó con tu padre...

La vocecita en mi cabeza habla.

Voy a darme un baño para relajarme y después me voy a la cama, sin embargo, mi cabeza se ve envuelta en mi compañero de trabajo y vecino que incluso cuando consigo dormirme, tengo un sueño con él, pero no esa clase de sueños tormentosos, sino uno acalorado que me hace despertarme al día siguiente con una extraña sensación.

Ya en el trabajo, evito a Easton a toda costa, sin embargo, Herbert nos reúne a todos en la cocina en nuestra hora de descanso.

─¿A qué se debe esta reunión? ─Easton pregunta cruzándose de brazos.

─Ya lo verás, esperaré a que todos estén aquí y atentos.

─Estamos todos ─le asegura y Herbert dibuja una mueca en los labios antes de dar un leve asentimiento y responder─. ¿Y bien?

─Tengo algo importante que podría beneficiarlos a todos, en especial a ustedes ─se refiere a Easton y a mí, dándonos una mirada.

─¿De qué se trata? ─hablo de pronto interesada, siento que mi compañero me da una mirada rápida y después dirige toda su mirada a nuestro gerente.

─Marshall estará ofreciendo un evento culinario importante en el restaurant, el evento es importante para él y aunque ha asegurado ser él quien cocine la mayoría de los platillos, les dará la oportunidad a ambos para preparar dos platillos distintos para impresionarlo.

─¿Qué?

Easton y yo decimos al unisón.

─¿Bromeas?

Soy yo quien pregunta y Herbert se apresura a negar.

─Para nada, me parece que es una buena oportunidad para ambos, ¿quieren ganarse un lugar en esta cocina? entonces es su oportunidad de brillar.

Dice con una sonrisa demasiado exagerada, no sé qué pensar de ello.

─¿Cuándo es el evento?

─El fin de semana ─Herbert responde a mi pregunta.

─Tres días para ser exactos ─agrega Easton─. ¿Será en sábado?

─Sí, a las siete.

─¿Hay algo en especifico sobre el evento que nos puedas decir?

Me veo preguntando y mi compañero asiente en acuerdo.

─Sé que asistirán chefs reconocidos, eso deberías saberlo ─todo mi cuerpo se tensa ante el último comentario de Herbert y mis ojos se abren como platos, me aclaro la garganta deseando restarle importancia y rezo en mis adentros para que él no diga nada en especifico que me vincule a mi papá.

─¿Quiénes vendrán exactamente? ─Pregunta Easton a mi lado con rotundo interés y curiosidad, sin embargo, siento que hay algo más porque de algún modo encuentro su cuerpo tenso.

─Eso no es algo que está en mí, no tengo la lista de invitados señores, pero ya saben que es lo que deben hacer, es su oportunidad para sorprender ─continúa diciendo y todos asentimos─. Supongo que ya saben quiénes serán sus ayudantes para la elaboración de los platillos así que no hablaré más, tengo cosas mejores que hacer que estar aquí.

Rueda los ojos ante exponer su último comentario y después se marcha. Los murmullos comienzan a elevarse por la cocina.

─¡Oh por Dios! ─chilla Sheila muy cerca de mí─. ¡Es una grandiosa oportunidad para ambos!

No duda en abrazarme, su abrazo me toma por sorpresa, pero lo acepto.

─Lo sé, no puedo creerlo.

Sin duda es una grandiosa idea y el hecho de que papá nos deje preparar algunos platillos para otros chefs importantes es una oportunidad única, sin embargo, me toma un poco de tiempo procesarlo, ¿de qué evento se trata? Conozco bien a mi padre y sé que suele hacer eventos al igual que asistir a ellos, en especial sobre gastronomía, pero no tengo la menor idea de qué puede estar festejando.

Tres días, pienso. Tengo tres días para pensar en un grandioso platillo y sorprender a todos.

─Sin duda ambos se lucirán, es una pena que esto sea una competencia porque es una grandiosa oportunidad, ambos son excelentes cocineros.

No puedo contradecir a Sheila porque realmente creo que Easton es bueno, recuerdo aquel día en el que ambos preparamos platillos en su departamento y fue delicioso degustar algo elaborado por él.

─Gracias.

Es lo único que le respondo con una sonrisa antes de volver a trabajar. Intento concentrarme en mis platillos y consigo que el tiempo se pase rápido, ayudo al resto a limpiar la cocina como de costumbre y me espero un poco más de lo habitual a que todos se vayan de la cocina deseando tener un poco de espacio.

─¿No te irás temprano hoy? ─Me pregunta Johan y niego.

─Creo que me quedaré unos minutos más aquí ─respondo con una diminuta mueca─. Tal vez sea bueno repasar el menú e intentar recrear alguna receta...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.