Chef Kisses

Capítulo 18 | Easton

Easton

Justo cuando creo que es una pésima idea que Hazel esté borracha, me toma por completa sorpresa cuando me besa. Al principio, sus labios chocan con los míos de una manera brusca, pero tan pronto como consigo responder al beso ─que lo hago por instinto y porque dios sabe que estoy atraído a esta mujer─, su cuerpo se relaja entre mis brazos.

Cuando nuestras lenguas se rozan, sabe un poco a alcohol, pero mentiría si dijera que no se siente bien besarla, la suavidad de su boca junto a la mía provoca un escalofrío por mi cuerpo, en especial cuando un gemido se escapa de ella por culpa de la sorpresa.

─Ay, Dios, ¿qué he hecho?

Consigo escucharla decir en voz baja, sus ojos me miran asustada, sus labios se parten como si quisiera decirme algo más no dice nada.

Un gruñido se escapa de mí porque no es lo que esperaba, me ha tomado por completa sorpresa y sería un mentiroso si no admito lo mucho que lo he disfrutado.

Dios, Hazel besa tan bien que me gustaría volver a probar su boca, pero estamos en un lugar público.

Mi instinto es mirar a nuestro alrededor para comprobar que no estamos siendo el centro de atención de nadie. La mayoría parece estar en sus asuntos, sin embargo, hay una pareja, un chico alto de cabello rubio, ojos oscuros, piel un poco bronceada y una chica de estatura baja que le llega como al hombro, cabello negro, piel clara, con un labial rojo que la hace lucir hasta pálida, es bonita, pero Hazel la supera por mucho, ellos parecen atentos a nosotros y cuando giro a ver a Hazel, me doy cuenta de que ella los observa también.

Esto no ha sido planeado, pero me ha usado.

Es la conclusión a la que llego porque algo me dice que ella los conoce.

Por muy atractiva que Hazel sea, creo que a nadie le agrada la idea de ser utilizado para darle celos a alguien más.

Gruño.

─Yo debería de irme.

─Easton, espera.

Susurra en un tono bajo y coloca sus delicadas manos sobre mi pecho, me es imposible no verlas y después mirar a ella.

─¿Qué?

Alzo una ceja.

─Yo, uh… no…

Niega, pero no termina su frase, termino apretando los labios.

─¿Los conoces?

─Sí.

─¿A ambos?

─Es mi ex y su novia.

─¿Por eso me besaste?

Me parece que a Hazel se le ha bajado el alcohol un poco si eso es posible porque ahora está como en una especie de trance.

─Debería de irme ahora.

Murmura y se aparta de mí con brusquedad, mis manos se sienten frías cuando ella se aleja y creo que no me agrada lo suficiente que se aparte, me gustaba la proximidad de su cuerpo junto al mío.

─Hazel, espérame. ─Murmuro caminando hacia ella, pero es rápida─. Hazel.

Insisto llamando su nombre, pero ella está dispuesta a ignorarme, irritado, suelto un bufido y camino más rápido para alcanzarla y tomarla por el codo, ella detiene su paso de manera brusca y choca su cuerpo con él mío.

─Te llevaré a casa.

─No hace falta, pediré un taxi.

─No seas terca.

Puedo ver que no le agrada que le llame terca.

─Está bien ─termina rindiéndose y eso me hace sentir aliviado─. Pero solo porque vivimos a lado.

─Como digas.

No suelto el brazo de Hazel ni un segundo, pero si me aseguro de que mi agarre en ella sea suave, Hazel no se molesta por ello o me pide que la suelte, cosa que no hago, mientras avanzamos hacia la salida, creo ver a mi padre cerca.

Para ser más específico, nosotros quedamos frente a él.

De pronto es como si no puedo moverme, mis pies parecen estar pegados con goma en el suelo y no me muevo, papá me sostiene la mirada por unos segundos que se sienten eternos, después mira vagamente a Hazel, no dice nada y no le doy tiempo de hacerlo porque tiro con fuerza del brazo de Hazel como para salir de allí lo más rápido que nuestros pies nos lo permiten.

─Easton, espera. ─Su voz es chillona─. ¡Oye!

Me reclama cuando se zafa de mi agarre.

─¿Está todo bien contigo?

Me mira con el ceño fruncido.

─¿Por qué no debería de estarlo?

─Porque pareces…

Irritado por ver a mi padre y porque no quiero que ella me cuestione, actúo por impulso justo como ella lo ha hecho, me acerco lo suficiente como para besarla sin importarme el respingo que esta ocasión, pega.

Hazel responde al beso de nuevo y me alegra que lo haga, dios, luce demasiado atractiva con ese vestido rojo y cuando siento su piel desnuda al colocar mi mano en su espalda, pienso lo mucho en que me gustaría acariciarla.

Esto no está bien, no te aproveches de ella Easton, está aún borracha.

Me digo en mi cabeza y decido apartarme de ella, está vez, vuelve a dar un respingo y luce inconforme.




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