Easton
─Easton ─dice mamá en cuanto me ve entrar a la habitación, me obligo a dibujar una sonrisa en los labios por mucho que no deseo hacerlo porque mis ánimos están por los suelos después de lo que ha pasado, sin embargo, mamá no va a enterarse de lo que pasó entre Hazel y yo y tampoco que he renunciado en el Laurier’s.
─¿Cómo estás? ─Pregunto después de haberle depositado un beso en la frente.
─Estoy bien, sorprendida de verte ─dice frunciendo el ceño─. ¿No has trabajado hoy? Es muy temprano East, ¿No deberías estar trabajando?
Intento no mostrar mucho en mi rostro porque mamá es muy buena deduciendo cosas y estoy casi seguro de que le basta con tan solo mirarme a la cara como para saber que algo no va bien.
─Me han dado el día de descanso hoy ─miento y espero que sea creíble para ella.
─Eso es bueno, ¿no?
─Sí ─me limito a decirle─. ¿Cómo te sientes?
─Bien ─miente poniendo una sonrisa en los labios y por mucho que quiero que me diga la verdad, que me cuente como realmente se siente, no la presiono porque sé que no quiere y como yo también estoy mintiéndole, creo que lo justo es respetar su respuesta─. Hoy hemos tenido una lectura conjunta, nos la pasamos bien.
─¿Tan temprano? ─Pregunto porque son alrededor de las once de la mañana, lo que quiere decir que debió de tener su reunión temprano.
─Sí, todos madrugamos por aquí ─dice con una risita pequeña que encuentro dulce de ella y me hace pensar en que definitivamente extrañaré escucharla reír cuando ya no tenga oportunidad de hacerlo.
De tan solo pensar en ello se me revuelve un poco el estómago.
─Supongo que es bueno.
─Sí que lo es ─dice manteniendo la sonrisa en sus labios, es una sonrisa hermosa─. ¿Qué tal está Hazel?
La mención de Hazel hace que mi cuerpo se tense y cualquier sonrisa que había tenido en mi rostro es reemplazado por un semblante serio.
─Hazel trabajó hoy ─le digo y ella da un leve asentimiento de cabeza─. ¿Alguna novedad entre ustedes?
─¿Cómo cuál?
─Vamos Easton, ustedes están saliendo, ¿no es así? ─Pregunta y desearía que no hubiera hecho eso porque no tengo manera de darle una buena respuesta.
─Sí, estamos juntos ─miento y siento una punzada en mi corazón, como cuando eres chiquito y mientes por primera vez y sientes que un regocijo de culpa te invade porque no sabes cómo hacerte responsable de tus acciones después de mentir, tienes la idea de que todo el mundo se dará cuenta de lo que has hecho.
─Ah, es una buena chica East. Muy linda ─de nuevo, siento que esa punzada incrementa en mi pecho─. Me parece que es noble, con un buen corazón al igual que tú, una chica como ella sería bueno mantenerla a tu lado.
No puedo evitar mirarla a los ojos de golpe y apretar los labios con fuerza, entonces caigo en cuenta de que mamá ha sacado el tema de Hazel porque sabe que algo anda mal y no se ha creído mis palabras del todo.
─Easton ─no me llama por el apodo de siempre sino por mi nombre de pila─. ¿Qué sucede? Puedo percibir desde que pusiste un pie en esta habitación de que algo no anda bien.
Cierro mis ojos con fuerza y tomo una pequeña bocanada de aire que suelto después de unos segundos para calmar mi repentina ansiedad. No estoy bien, emocionalmente estoy un poco destrozado, no puedo controlar mis emociones, pero no quiero verme roto, no más de lo que estoy frente a mi madre.
─Solo estoy preocupado, eso es todo.
─¿Preocupado? ─Frunce el ceño─. ¿Qué pasa East? Sabes que siempre puedes contarme todo.
Me acerco a ella y mamá estira la mano para que la tome, eso hago y me da un apretón que es suficiente para que yo decida sostenerle la mano con más fuerza.
─Quizás las cosas no anden bien ─me atrevo a decirle y no me limito en ocultar mi mueca, pienso en que no debería ser correcto que yo venga aquí y me desahogue con mamá sabiendo que no ha estado bien y necesita descansar, pero no tengo a nadie más en quien confiar y mamá siempre ha sido un gran apoyo en mi vida sin importar qué─. Pero no quiero hablar de eso.
No estoy mintiendo, si que no estoy de los mejores ánimos para contarle lo que ha pasado porque recordarlo solo me hace tener un amargo sabor de boca que quiero deshacer.
─Hijo… ─murmura con preocupación, mamá estira más su mano para acariciarme la mejilla y dejo que el gesto sea reconfortante─. Por favor, no te tragues tus emociones, ¿sí?
Sus palabras me toman por sorpresa y me alejo de ella un poco para mirarla con atención. Mamá ladea la cabeza y la mirada que me da me hace sentir a cuando estaba chiquito y me aconsejaba todo el tiempo, aunque eso también lo ha hecho de adulto.
─Easton, te conozco mejor que nadie en este mundo, soy tu madre. Sé exactamente como eres, aunque intentes ocultarme muchas cosas, una madre siempre sabe la verdad de sus hijos sea buena o mala y…─un suspiro pesado se le escapa─. Sé que no has sido una persona sencilla, tienes muchas complicaciones y quizás en algunas ocasiones no estuviste en buenos pasos, pero conseguiste salir de ellos a pesar de que muchos te consideraban un caso perdido, sin embargo, me temo que después de eso, después de aprender de tus errores, seguiste cizañándote con la vida como si esta jamás fuera buena, solo voy a decirte que no hagas eso con lo que sea que estes pasando.