Chef Kisses

Capítulo 47 | Hazel

Hazel

Me quedo allí parada viendo como Easton desaparece y me queda muy en claro que definitivamente no quiere hablarme, resignada, subo a mi auto, minutos más tarde y conduzco hacia el restaurant y al llegar, pienso en que la cocina se siente diferente y estoy casi segura de que es el hecho de que sé que Easton no piensa volver a poner un pie en el Laurier.

─¿Hazel? ─Pregunta Herbert al verme─. Buenos días.

─Buenos días, Herbert.

Saludo de vuelta con una media sonrisa.

─¿Estás ocupada? ─Me pregunta y niego, mis compañeros aun no han llegado y seguro lo harán en un par de minutos más tarde.

─No, ¿necesitas algo?

Le pregunto y él da un pequeño asentimiento y me pide seguirlo a su oficina. Una vez que estamos dentro de su oficina, tomo asiento en la silla frente a él y rápido comienza a buscar un par de papeles, en realidad son pequeñas notas donde ha dejado un par de recordatorios.

─Bueno, sé que las visitas a mi oficina siempre pueden ponernos un poco nerviosos, pero quería ser yo quien te diera la noticia antes de tu padre, espero que eso no sea un problema para ti.

Frunzo el ceño sin entender muy bien de qué está hablando, aun así, niego.

─Tranquilo, Herbert ─digo con bastante familiaridad─. ¿De qué va esa noticia?

─Bien ─junta sus manos mientras se dispone a hablar─. Tu padre tiene pensado en ofrecerte el puesto de chef estelar, como sabes, era el puesto por el que Easton y tú estaban compitiendo, pero teniendo en cuenta que el señor Hart ha renunciado, tu padre ha pensado en darte a ti el puesto.

─¿Él te lo ha dicho? ─Pregunto y Herbert asiente.

─Lo hemos discutido un poco, es por eso por lo que quise ser yo quien te diera la noticia antes que él ─comienza a explicarme con una pequeña mueca en los labios─. Sé que las cosas entre ustedes dos son un poco complicadas y sobre tu y quizás…

─No estoy interesada en el puesto.

Le interrumpo y él aprieta los labios, sin embargo, no luce sorprendido. Tengo la impresión de que él ya veía venir mi respuesta.

─Me lo imaginé ─dice con un leve suspiro─. Es por eso que te he citado, sabes que te aprecio desde que eras una niña Hazel y quería prevenirte sobre ello, tu padre quiere organizar una fiesta, más bien una cena y espera darte la noticia en la cena, ya sabes, anunciarlo frente a todos.

Me tenso. No me sorprende por completo porque estoy segura de que mi padre sabe que si me lo propusiera ahora mismo lo rechazaría, sin embargo, si lo hiciera públicamente, no lo pondría en mal con sus colegas, siempre hemos cuidado las apariencias desde que tengo uso de razón.

─¿Cuándo se supone que planea hacerlo?

Pregunto. Herbert se rasca la cabeza y la ladea.

─Tengo entendido que espera anunciarlo antes de que él y Barlowe abran el nuevo restaurant, probablemente dentro de dos semanas.

Dos semanas es poco tiempo, aun así, que Herbert me lo deje saber es un alivio y me hace sentir bien saber que al menos alguien no me hace a un lado de las cosas importantes.

─Está bien ─digo con un leve suspiro, lo cierto es que no se me ocurre qué pensar al respecto y como tomar la noticia─. Gracias por decírmelo.

─No tienes qué, Hazel.

***

Después de conversar con Herbert, regreso a la cocina y tan pronto como mis compañeros llegan, comenzamos a preparar los platillos como de costumbre, le doy un par de instrucciones a los cocineros y les indico cuales son los platillos que estaremos sirviendo por el resto del día y para cuando la hora del almuerzo viene, estoy agotada.

Decido sentarme con Sheila para almorzar juntas y reviso mi celular mientras platicamos un poco, me doy cuenta de que tengo un mensaje de Deborah.

Deborah: Hola Hazel, solo quería decirte que tu padre y yo hemos reservado en un restaurant para hoy. Esperábamos que pudieras acompañarnos, será a las siete. Te paso la dirección.

─¿Estás bien? ─Me pregunta Sheila al ver que la sonrisa en mi boca se a borrado en un segundo. Apago la pantalla del teléfono ignorando por completo el mensaje de Deborah.

─Sí, solo… no es nada ─termino diciéndole y pongo una sonrisa que intento mantener por un tiempo.

─¿Has sabido algo de Easton? ─Mi amiga se atreve a preguntar y es suficiente para que se borre la sonrisa en mi boca.

Niego.

─Lo vi en el departamento, pero no quiere… no hemos hablado.

─Qué extraño ─su ceño se frunce─. Creí que todo estaba bien entre ustedes.

Por supuesto que iba a creer eso, pienso. No tiene la menor idea de que Easton ha renunciado por mi culpa y que no va a volver por mí, siento el pequeño impulso de hacérselo saber, de contarle todo, de decirle que Marshall Laurier es mi padre y que Easton se enteró de ello y por eso no va a volver, porque he sido una mentirosa con todos durante todo este tiempo.

─Yo también.

Aprieto los labios con fuerza y Sheila ladea la cabeza, no tardo mucho en ver que hay preocupación en ella.




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