Easton
Mamá está dormida para cuando llego al hospital y aguardo en una silla mientras leo una revista y espero a que se despierte, me parece que transcurre mucho tiempo para cuando mamá despierta y una sonrisa se forma en su boca al verme.
─Easton, estás aquí ─dice cuando me acerco a saludarla.
─Hola, quise venir a verte temprano.
─¿Llevas mucho tiempo aquí?
─Quince minutos aproximadamente ─respondo al checar la hora en mi reloj, mamá asiente.
─¿Aun no encuentras un nuevo trabajo?
Me pregunta y aprieto los labios formando una fina línea al negar.
─Todavía no, aunque sigo buscando.
Respondo. He estado buscando un par de restaurantes, pero no le digo que ninguno termina de convencerme y que es probable que ninguno lo haga, me tomará bastante tiempo poder adaptarme y aunque me gustaría poder abrir mi propio restaurante como lo había estado planeando con los ahorros que tenía, lo veía bastante lejos luego de pagarle a Daniel todo lo que le debía.
─East ─murmura con una mueca en los labios─. No debiste de renunciar en el Laurier, era tu trabajo seguro.
Ahora soy yo quien pone una mueca.
─Mamá… ─sentencio como si eso fuera a evitarme tener esta conversación.
─Easton, tenías un buen trabajo. Sabes que es difícil encontrar uno mejor hoy en día.
─Lo sé mamá, pero no pienso volver.
─East, sé lo mucho que deseas abrir tu propio restaurant y ahora que no tienes un trabajo eso complica las cosas para ti, ¿no? Quizás podrías pedirle a….
─Encontraré un trabajo nuevo mamá, el Laurier no es el único que hay.
Ya hemos tenido esta conversación antes, pero ella no lo entiende del todo y yo no he venido aquí para discutir así que tan pronto como puedo cambio de tema y ella accede, aunque no está convencida de querer hacerlo.
Dos horas más tarde, me despido de ella y decido ir a casa, sin embargo, en la entrada del hospital me encuentro a mi padre.
─Easton ─dice al verme y aprieto los dientes con fuerza cuando lo veo.
─¿Qué estás haciendo aquí?
Sé que viene a ver a mamá porque, ¿por qué otro motivo vendría al hospital? Pero quiero que él me lo diga, o más bien, me diga sus intenciones.
─Yo he venido a ver a tu madre ─da un paso hacia mí, tiene una postura relajada y se lleva una mano dentro de los bolsillos de su pantalón─. ¿Ya te vas?
─Sí ─respondo a secas─. Y mamá está bien, está descansando.
Le dejo saber con la esperanza de que eso sea suficiente para él y decida irse porque no creo que sea bueno que venga a visitarla.
─Me alegro ─se limita a responderme, pero no suena muy convencido de ello, de mis palabras.
─Bien, tengo que irme ─le comento y paso de largo, sin embargo, papá vuelve a hablarme.
─East ─me llama por el apodo que él me dio de niño. Me detengo y volteo a verlo.
─¿Sí?
Inquiero y él se acerca de nuevo a mí para hablar.
─¿Aun no encuentras trabajo?
─No estoy buscando ─respondo de inmediato. Él suspira pesadamente.
─Vamos East, no seas tan duro ─siento que no hay ninguna pizca de mentira en su voz y eso me hace sentir incómodo─. Sabes que puedes regresar al Barlowe cuando quieras.
Aunque sabía que eso era lo que iba a decir, me siento incómodo y fuera de lugar.
Suspiro.
─No quiero volver ─mi voz suena seria y segura de mis palabras─. Te dije que jamás lo haría.
Parece que papá intenta olvidar el pasado y pretender que nada entre los dos había pasado, pero yo no puedo olvidar todo el desacuerdo que existió entre los dos.
Dudo mucho que trabajar con él de nuevo resulte bien.
─Easton…
Papá está por insistir en el tema, pero le corto la conversación lo más rápido que puedo.
─Lo siento, tengo que irme.
***
Después de pensarlo por un tiempo, le escribo a Johan para reunirme con él alrededor de las ocho, cuando ya ha terminado su turno en el Laurier. Los dos nos juntamos en un bar donde ordenamos unos bocadillos y bebemos un poco, todo parece ir tranquilo, pero yo no lo estoy.
─A ver, es claro que algo te está sucediendo ─dice antes de llevarse el dedo de queso que está comiéndose─. ¿Por qué no me lo dices?
Me conoce bien, mejor de lo que puedo imaginarme porque solo le ha bastado unos minutos para que se dé cuenta de que algo no está bien conmigo, lo que me hace sentir inseguro.
─Si hay algo que quiero decirte ─le dejo saber y él asiente.
─Suéltalo.
─Está bien ─me limito a decir, pero me tomo mi tiempo antes de revelarle lo siguiente─. Les he estado mintiendo a todos en el restaurant, yo… en realidad Hart no es mi apellido en sí, es el apellido de soltera de mi madre ─un nudo se me hace en el estomago mientras se lo cuento, Johan me escucha atento y curioso─. En realidad, mi apellido es Barlowe. Easton Barlowe.