Hazel
El corazón se me acelera con su pregunta. Todavía sigo incrédula por el solo hecho de que está aquí en Francia, en el Laurier y al parecer ha venido por mí. Para verme.
Mentiría si le digo que sí, incluso cuando he intentado de todo para olvidarlo es cierto que no he podido hacerlo.
Las cosas entre Easton y yo no terminaron bien cuando decidí marcharme, pero los sentimientos siguen siendo los mismos y lo he confirmado en el momento en que lo he visto porque mi corazón se ha acelerado al verlo.
Incluso siento la necesidad de cortar la distancia entre los dos, abrazarlo, tocarlo, besarlo.
Insegura de darle una respuesta, niego lentamente y veo que hay una pizca de esperanza en su mirada.
─No creo que podría olvidarte, aunque lo intentara.
Hablo con la verdad porque es demasiado cierto que duele.
─Hazel, yo lamento haber sido un imbécil contigo y apartarte de mi vida como lo he hecho. He cometido un error y es por eso que estoy aquí.
─¿Ah sí?
Necesito que me confirme de nuevo y él asiente.
Siento que es una especie de sueño, me cuesta creer que es real.
─Sí, nada ha sido igual desde que salí del Laurier, ¿sabes? ─decide contarme─. Muchas cosas han cambiado.
─¿Cómo sigue tu madre?
Recuerdo que ella estaba enferma y me pongo nerviosa ante la idea de que pudo haber muerto. El cuerpo de Easton se tensa.
─Está bien, delicada, pero logró superar su último incidente.
─Me alegro.
Digo sinceramente y él asiente, sin embargo, no vuelve a hablar por unos minutos, se queda en silencio y después bufa.
─Me conoces, no me andaré con rodeos ahora mismo e iré directo al grano.
─Está bien, te escucho.
Murmuro cruzándome de brazos para escucharlo mejor. Easton suspira.
─He estado diciéndole a mi corazón que no te necesita, pero creo que este se ha cansado de escuchar mis mentiras y se niega a aferrarse a ellas y lo entiendo, es por eso que me he atrevido a venir a buscarte al restaurante. Hazel, no puedo pasar más tiempo sin ti, sin saber que seré un miserable el resto de mi vida si no hablo contigo, si no te veo porque me he dado cuenta de que eres insuperable, que estoy cometiendo un error al apartarme de ti y que ha sido lo peor que he hecho ─comienza a explicarme y aprieto los labios con fuerza, sus palabras consiguen colarse en mí porque es verdad que yo tampoco he podido olvidarle─. Me he dado cuenta de que te quiero en mi vida y no fuera de ella, te quiero a mi lado y sin importar quien es tu padre o tu familia en general, te conocí sin saber que eras la hija de Marshall Laurier y conseguiste enamorarme así, sin más y… ─Easton toma un poco de aire y hace una pequeña pausa antes de volver a hablar─. Te extraño y por mucho que me diga que todo fue una mentira, un engaño, sé que entre los dos realmente existió algo, es por eso que he venido aquí, más que nada a disculparme, a ser sincero por una vez por todas en mi vida porque no puedo pasar más tiempo lastimándote.
─Todo es diferente ─le digo después de que él no habla de nuevo, sus ojos son intensos y están fijos en los míos─. Aquí es diferente, ¿sabes? Este lugar se ha convertido en mi lugar seguro…
Y no se lo digo en voz alta, pero creo que al decir que es mi lugar seguro, no sé si pueda permitirle entrar, porque nos hemos lastimado e intentado no seguir con eso para que la herida no vuelva a doler.
─Estaba enamorada de ti ─vuelvo a hablar y es verdad, sé que me enamoré de él sin imaginar que eso iba a suceder─. Pero las cosas son diferentes ahora, todo es diferente y no sé si pueda hacerlo de nuevo.
Me veo diciendo, Easton oprime una mueca.
─Lo sé, te conozco bien como para no presionarte con ello. Y entiendo que en un futuro no pueda existir un nosotros como lo hubo en un momento, pero me he dado cuenta de que te necesito, ¿sí? No quiero pasar una vida apartado de ti, no importa si no puede haber un nosotros, pero te quiero en mi vida incluso como una amiga.
Una amiga pienso, creo que a mi corazón no le agrada mucho la idea, pero no se lo digo.
─¿Es por eso que has venido aquí?
Asiente.
─Quería verte ─asegura─. Y esperaba que pudiéramos volver a empezar, está vez sin mentiras. Tú como Hazel Laurier y yo como Easton Barlowe.
─Easton, no estoy segura de que esto sea una buena idea.
Nos hemos lastimado de algún modo que mi corazón todavía sigue herido por ello y tenerlo frente a mí me hace que duela.
─Lo entiendo, de verdad lo hago ─intente sonar convencido de sus palabras, pero no siento que sea así─. Pero eso es a lo que he venido, por cierto, tu comida aquí es deliciosa.
─Gracias.
Sonrío por ello y él también lo hace.
─Me alegro de que por fin hayas conseguido ese menú que tanto deseabas.
─Gracias.
Vuelvo a responderle seria porque no sé como sentirme por él, por tenerlo aquí, todo es demasiado abrumador.