CAPITULO 11

Inmovilizada en la cama con sus dedos apretando mi garganta—incluso mientras temía por mi vida, agarré la mano de Chevalier.

Chevalier- ¿Qué?

(Creo que... finalmente podría entender lo que me ha estado molestando.)

Me sentí un poco perpleja por la respuesta a la que había llegado. A pesar de esto, lo miré directamente a sus ojos escépticos y azul hielo...

MC- Príncipe Chevalier, no eres una bestia... eres una persona.

Chevalier me miró por un momento.

Chevalier- ...Nunca esperé que dijeras eso.

Con una risa burlona, rechazó el sentimiento que yo había estado dándole vueltas una y otra vez en mi cabeza antes de finalmente encontrar las palabras para expresarlo. Parecía ser la única perpleja... el hermoso rostro justo delante de mis ojos estaba increíblemente tranquilo.

Chevalier- ¿Qué han estado viendo tus ojos todo este tiempo? No tengo recuerdo de ningún comportamiento humano por mi parte.

MC- Si eso es lo que piensas, es solo porque no te has dado cuenta tú mismo, Príncipe Chevalier.

(Después de todo...)

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MC- Buenos días, Príncipe Chevalier.

Chevalier- ...Cállate.

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(Su rostro dormido, indefenso y justo a mi alcance...)

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Chevalier- Si quieres redimirte después de esto, sugiero que me des una mejor explicación, simplona.

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(Su suave sonrisa...)

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Chevalier- Si alguien te visita aquí, no me menciones.

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(Incluso su deseo egoísta de hacer lo que sea necesario para poder leer en paz...)

Conocía el lado humano de Chevalier, diferente de la Bestia Brutal que todos temían que fuera.

MC- No discutiré que puedes ser tan cruel y despiadado como una bestia. Sin embargo, no creo que eso sea todo lo que eres.

Él apartó la mirada y no dijo nada. En el baile, todos temían a Chevalier como una bestia. Y el propio Chevalier lo vio así, por supuesto.

(Pero... ¡puedo escuchar mi corazón gritando, '¡Eso está mal!')

Ahora entendía la razón de mi frustración.

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MC- ...Parece solitario, de alguna manera.

Clavis- ¿Solitario?

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(Ahora también entiendo la verdadera naturaleza de la soledad que sentí en ese entonces.)

Nadie diría que Chevalier era una persona antes de ser una bestia, y no se acercarían a él. Si yo era la única que reconocía el hecho tan obvio de que él era una persona, entonces...

MC- Quiero aprender aún más sobre ti, Príncipe Chevalier.

Me miró en silencio, con sus ojos gélidos entrecerrados.

(Nadie aceptará que es una persona en lugar de una bestia... Y para mí, eso se siente tan solitario.)

Chevalier- Ridículo. ¿Arriesgarías tu propia vida por algo tan trivial? Si te involucras más conmigo, existe una posibilidad real de que mueras.

(Sé que no es una amenaza.)

Sin duda, cuanto más me adentrara, más probable sería que la facción anti-guerra que tiene como objetivo a Chevalier viniera tras de mí.

(Pero quiero conocerlo mejor. Quiero creer en su humanidad. Sé que esto es completamente estúpido por mi parte, y no tengo idea de por qué me siento así, pero—)

No quería ignorar mi propia voluntad, incluso si era por una buena razón.

MC- Fui elegida para ser Bella. Es mi deber juzgar si eres digno de ser rey, así que no me echaré atrás en mi involucramiento contigo.

Lo miré fijamente a los ojos mientras hablaba con voz firme. Decidida, aparté mi mano de la suya, y sus dedos se deslizaron hacia abajo como si rastrearan mi silueta.

Chevalier- Eres un tonto, sabes.

Su toque me provocó un cosquilleo en la piel, y se me cortó la respiración.

Chevalier- Si vas a hablar a lo grande, demuéstralo aquí y ahora... que tienes suficiente cerebro en esa cabecita tuya para protegerte.

(¡Ah!)

Él descaradamente presionó su mano en mi pecho, justo donde estaba mi corazón. Mi pecho subía y bajaba incluso mientras intentaba calmarme.

Chevalier- Considerando el riesgo de tu captura por la facción anti-guerra y la consiguiente filtración de información del palacio... me daría cierta ventaja matarte aquí y ahora.

MC- ¡No...!

Chevalier- Si no te gusta esa idea, entonces usa la cabeza. Es tu única arma.

Su mirada feroz y bestial parecía estar probándome, y me puso los pelos de punta. Creía en la humanidad de Chevalier, pero al mismo tiempo, su lado bestial era una verdad innegable.

(Si no puedo probarle ahora mismo que puedo cuidarme... realmente podría intentar hacerme daño. Chevalier no es una persona indulgente. ¡Piensa, MC! ¡Piensa!)

Intenté desesperadamente ordenar mis pensamientos, que se habían dispersado por todas partes gracias a la tensa situación en la que me encontraba. De repente, una idea surgió en mi cabeza, y la puse cuidadosamente en palabras.

MC- Príncipe Chevalier, ¿está familiarizado con el cuento de otro país llamado 'Las mil y una noches'?

Chevalier- Ciertamente. El de la historia del rey loco que lleva a una joven a su dormitorio y amenaza con hacerla matar al día siguiente, noche tras noche.